sábado, 19 de junio de 2010

Manifestaciones de todo a cien

La Tribuna de Talavera, 18 junio 2010

El arte de la falsificación es antiguo, pero sigue funcionando. En China, emporio de la libertad, derechos sociales y trabajadores satisfechos que tienden a suicidarse los viernes por la tarde, lo mismo te hacen miles de kilómetros de tubería de fundición, que te clonan los últimos inventos, ya sean teléfonos, ordenadores, o lo que se ponga por delante. Las tuberías fabricadas por una mano de obra semiesclava, en industrias contaminantes e inaceptables en el mundo civilizado, sirven por ejemplo para realizar el trasvase del Tajo al Guadiana. Total, son más baratas y funcionan igual, que una vez bajo tierra, vete a saber. Los móviles chinos, tabletas y ordenadores, lo mismo: arrancan, parece que funcionan, lentos, eso sí; pero dan el pego, como los sillones de escay; pero sabes que al final se acaban recalentando y, en el caso de los sillones de escay, escociéndote el culo.

La moda de aprovechar lo que vale, ponerle componentes baratos, un barniz que dé el pego, y lanzarlo al mercado, no es nueva. Lo original, la clase, y sobre todo la calidad del producto, de los componentes, la consistencia, el fin mismo de la cosa/invento, es lo de menos, que vivimos el mundo de usar y tirar, donde la durabilidad y la fidelidad son cosas de las que hablaban los anuncios de los setenta. Ahora, para qué. Y claro, hay que saber, que una cosa es copiar como chinos y otra crear, hacer. Inventar. Eso es otra cosa. Y para qué hablar de los principios.


Clonar una manifestación, un movimiento social, parece fácil. Es algo así como lo que hacían los italianos hace unos años, cuando para engañar a los de la Unión Europea que hacían fotos desde las avionetas, ponían planchas con olivos pintados. Total, si da el pego. El problema viene cuando se baja a tierra, y se ve que la pintura no aguanta ni un verano. Y es que un 19 nunca será un 20. Podría ser cuando se venga de verdad, con la contundencia de los argumentos, y no, con la oportunidad del momento, a camaleonizarte con las justas reivindicaciones de una plataforma ciudadana, y sacar tajada, y de paso confundir al personal. Y, claro, pasamos lista, que para eso somos muy democráticos y tal.

Pero no hay problemas. Siempre habrá un chino en la esquina de al lado. O en el 19J. Total, que el arte de la falsificación es antiguo y siempre habrá gente para todo.


No hay comentarios: