Me gusta esta entrevista de pregunta/negrilla corta, sencilla, mandando, sin protagonismo, como debe ser, que el que importa es el de enfrente. La entrevista ha de saber pisar los terrenos, interpretar las querencias del entrevistado, no dejándose llevar a las tablas, sino leyendo el hilo de la conversación para extraer/sacarle la luz y la palabra, la confidencia. Joaquín Benito de Lucas es poeta de profundidades transparentes y sonoras. Los poemas de Benito de Lucas son una mirada a la vida profunda, como cuando te sumerges en una poza de Gredos, y desde cuatro o cinco metros de profundidad miras al cielo, a los enebros del mundo aéreo, al sol que reverbera. Todo está allí, pero diferente aunque tangible y alcanzable, pero con una transparencia que los hace aún más reales. La poesía de Joaquín Benito de Lucas es poesía de río, de un Tajo que ya sólo existe en sus poesías, de Tajo de crecidas y de pescador, de padre pescador, de casilla sobre el puente, de sinfonía de pájaros, de anguilas y de humedad en las noches de invierno. Es una poesía de frío y de vida, porque la vida es frío que hay que ahuyentar cada noche, cada vez que cae la tarde sobre el río. Entrevista de hombre poeta, poeta hombre.
Dejo aquí una foto de la entrevista, del papel del periódico, porque me gusta cómo quedó y porque el papel siempre dirá las cosas más de verdad, porque huele y se puede tocar; aunque pongo también enlace a las dos páginas de La Tribuna donde a buen seguro, en digital, se podrá leer mejor.

La entrevista es de una sinceridad tal, que se convierte en un regalo total del personaje. Después nos encargamos de darla forma. La edición, el diseño, con el texto en un gran bloque, advirtiendo que era cosa de echarle un rato, y la elección de la foto, un plano general, de ambiente, en lugar de un retrato del entrevistado, no son casuales. Me doy más cuenta ahora, cuando leo cómo lo interpretas en las claves exactas con las que se concibió.
ResponderEliminarLo de Joaquín no sé si me ha pasado más veces, pero que desde el sillón de lectura alguien aprecie tan cabalmente la tramoya de un trabajo, es otra sensación imponente. Como un desdoblamiento.
Gracias