Poeta en la frontera
Hoy ha muerto un poeta, de los grandes. Carlos Edmundo de Ory era poeta de las palabras brillantes. Hay dos tipos de poetas: los malabaristas y los del filo. Sólo los segundos son los buenos, los de verdad. La poesía no es el álgebra de las palabras, sino el equilibrio de la vida en el fulgor de un instante. Un rayo que ilumina y crea, colisión de protones de brillantez. Carlos Edmundo de Ory habitaba ese filo de la palabra fulgurante, fuerte en la frontera, el límite, donde siempre hay que vivir, porque si no la vida es otra cosa.Cuando no cante más adivinaréel hundimiento de un barco que habíaconseguido pasar el océanomás enmarañado de la nocheSeré mi isla propia un vestigiode tierra infecunda un corazónjamás arrepentido pero solosiempre solo recordando el mar
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