viernes, 16 de julio de 2010

Balsas de Rosarito: los bárbaros en la frontera

La Tribuna de Talavera, 16 julio 2010

El Ministerio de Medio Ambiente comienza a mover las piezas en el tablero de la política hidrológica. Y como no puede ser menos lo hace en el territorio esquinado y tierra de nadie del Tiétar fronterizo con Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, allá por los perdederos del embalse de Rosarito. Y, para variar, lo hace a escondidas, en pleno mes de julio, e intentando confundir con los términos. Porque lo que ha proyectado ejecutar el gobierno de España sobre los términos municipales de Oropesa y La Calzada es ni más ni menos que un gran embalse de nuevo cuño, aunque en su literatura lo denomine “balsas”, como si se tratara de una charca para abrevar vacas y sestear galápagos. Tres cifras para calibrar la magnitud de la tropelía pergeñada por el Ministerio: primero, el dinero a gastar, en principio más de 30 millones de euros; segundo, la superficie a cubrir por las “balsas”: 443 hectáreas (un cuadrado de dos kilómetros y cien metros de lado); y, tercero, la capacidad de almacenamiento proyectada: 21,9 hectómetros cúbicos. Por comparar, el embalse de La Portiña ocupa una superficie de 88 hectáreas, 5 veces menos de lo proyectado para las “balsas” del Rosarito; el embalse de Cazalegas cubre 150 hectáreas, 3 veces menos de lo proyectado para las “balsas” del Rosarito. Y con el agua que se almacenase en las mismas, 21,9 hectómetros cúbicos, Talavera de la Reina tendría agua para abastecimiento durante cerca de tres años.

Las cifras son contundentes. Pero lo es más la desfachatez de la Confederación Hidrográfica del Tajo, del Ministerio de Medio Ambiente; y el silencio del gobierno de Castilla-La Mancha, que ya debería haberse pronunciado con rotundidad. Independientemente de que la barrabasada se proyecte en una de las zonas de mayor valor ecológico, no ya de Castilla-La Mancha, ni de España, sino de toda Europa Occidental, lo que encabrona más es la desvergüenza de considerar a esta tierra, otra vez y van muchas, como mera despensa, tierra de saqueo. El aljibe de Rosarito y el embalse del Guadyerbas no son suficientes para Extremadura, y quieren más. Y sin olvidar que esta obra fue una de las que pidió el presidente de Extremadura para “permitir” un trasvase del Tajo medio. Todo, a su tiempo, y como queda reflejado en el BOE, las piezas van encajando.

Pero aquí, que los vaya quedando claro, han pinchado en hueso. Que se gasten el dinero que quieran en proyectos para recrecer Rosarito, Navalcán, levantar las presas de Monteagudo o Arenas de San Pedro, trasvases del Tajo Medio, del Tiétar, o cualquier paja mental que les pase por la cabeza a los trasnochados e insignes ingenieros/políticos del Ministerio de Medio ambiente/Obras Públicas/Presas y Canales. Esta tierra, sus ríos, no son morralla con la que traficar. Eso se acabó. Lo dicho: vienen a por nosotros, a por lo poco que nos queda. Estamos preparados. Los bárbaros están en la frontera. Rosarito es la primera plaza. La partida está servida. Que vengan. Esperamos.

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