viernes, 31 de diciembre de 2010
La última
La Tribuna de Talavera, 31 diciembre 2010
Abro el archivo de word en la última esquina libre de la pantalla del ordenador, abajo a la derecha. No hay más espacio libre; tendré que poner orden otra vez. En los altavoces del ordenador retumba la voz de Janis Joplin sobre esas guitarras irrecuperables de los sesenta. Hace un rato la dehesa era una maravilla de agua encharcándolo todo con el brillo zarco de las tardes leves de invierno. Las aguanieves volaban bajas como un presentimiento, y las torcaces salían disparadas de las ramas bajeras. Llueve ahora más allá de la ventana. Este año no hay luces de Navidad en los balcones, no hay alegría, y todo está deslavazado, como esos días de niebla que nunca sabes si ha terminado de amanecer o ya se hace de noche. De este año habrá que aprender. La crisis es un bache donde pararte, mirar atrás y tomar fuerza. No importa lo profundo que caigas, lo oscuro que sea lo que queda más allá. No importa. Eso es la vida. No queda otra. La crisis como oportunidad de aprender, de catarsis. De no volver a cometer errores, de no volver a caer en las mismas trampas, en las mismas mentiras, en los mismos silencios, en las mismas vergüenzas. Lo que ahora está en juego no es si salir o quedarse, sino si vamos a permitir trampear lo que hay con los mismos moldes que nos han conducido a donde estamos. No hay recuperación, sino que tenemos que asumir que vamos a estar mucho tiempo en el sótano, a este paso sin luz siquiera.
El 2011 va a ser buen año. Nos va a permitir mirar más lejos, preguntarnos muchas cosas, y sobre todo analizar un poco más el porqué de las cosas. Aprender. Quizá en la Navidad del año que viene haya más luces en los balcones, o ya ni siquiera podamos pagar el recibo y andemos con velas, como los antiguos. O todos los pisos sean, definitivamente, de los bancos. Quizá hayamos aprendido la lección. O no, y venga más de lo mismo.
En fin, en 2011 pelearemos por el Tajo, pese a las traiciones y los silencios; y pelearemos por esta Talavera de la Reina. Cada uno es lo que es. Llueve sobre la noche, sobre el blues y las guitarras, tristes y punzantes como un océano de soledad. Feliz año a todos, pero sobre todo a quienes peor lo están pasando.
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domingo, 26 de diciembre de 2010
Señales
Hay señales. La semana pasada el Guadiana volvió a brotar por uno de sus Ojos secos. El Guadiana de antes de 1980 ya no será jamás el mismo. Pero vuelve y resurge de la tierra. 30 años después se va a hacer el milagro. Siempre he pensado que hay una relación radical entre el desprecio a sus ríos y la corta historia de Castilla-La Mancha. Una tierra que consiente que sus ríos estén muertos, es una tierra muerta. El análisis de lo acontecido en casi 30 años de Región, la desestructuración absoluta de un territorio que jamás ha encajado, tiene su otra cara (una de muchas) en los ríos, ya sea en el Tajo prostituido una y otra vez, en el Júcar, único río por el que se ha peleado algo desde la Junta –por intereses obvios–; o el Guadiana, el río sacrificado en pos de un desarrollo que no ha traído nada. Una tierra con sus ríos muertos es una tierra muerta. Castilla-La Mancha, hoy, es el reflejo de sus ríos, de lo que son hoy sus ríos.
El cambio de época, de era, el agotamiento de un régimen social y político debe traducirse en algo más que el cambio de siglas en el gobierno de Toledo. Asumo la artificialidad absoluta de esta región, acrecentada por la falta de visión de sus dirigentes, incapaces de potenciar los recursos, la ubicación, las oportunidades. Aquí se han hecho las cosas muy mal, y las periferias –léase Talavera, Almadén, la tierra de Molina, etc.– han quedado sólo como la costra superflua de «la Mancha». 30 años después, la escena es difícil de digerir, porque los errores han sido de bulto, y muy pocos han tenido redaños para decirle al emperador ¬–Bono, Barreda, qué más da– que esto no era así. He contemplado durante muchos años a un PP feliz en la oposición, el mejor aliado del PSOE; y a una sociedad autocastrada, adormecida al caldo de la subvención, negándose a hacer valer su función irrenunciable en eso que venimos en llamar Democracia. Gobernar para la gloria propia, para que los amigos hagan negocio, pagando con el dinero de todos infraestructuras privadas, modificando las leyes de urbanismo a conveniencia, definen el tapiz de una realidad tan difícil de digerir como compleja de encarar en los próximos meses y años. Llevamos 30 años de retraso. Talavera de la Reina, por ejemplo, una de las ciudades mejor ubicadas de España para tantas cosas, se ha quedado fuera de juego porque, por un lado ha sido degradada a conciencia de su situación preautonómica, con la aquiescencia y la complicidad del poder local; y en segundo lugar el gobierno de Castilla-La Mancha ha sido incapaz de ordenar su territorio, y ha basculado todo temerariamente hacia el mismo sitio, ha puesto todos los huevos en la misma cesta. Y se han roto. ¿Y ahora, qué?
Hay que replantearse muchas cosas. La primera mirarnos al espejo, o en las aguas zarcas del Guadiana resucitado, o del Tajo espeso, y preguntarnos a dónde vamos. Hay mucho trabajo por hacer, pero las señales están ahí, en el Guadiana regresando por sus Ojos esmeralda después de 30 años de silencio y oscuridad. Feliz Navidad. Leer más...
sábado, 25 de diciembre de 2010
viernes, 17 de diciembre de 2010
Los tres pilares
Decisión, independencia, y altura de miras. Es lo que hace falta para cambiar la situación de esta ciudad. Talavera de la Reina navega sus días de invierno como el despojo de un rico galeón arrasado por los piratas, robados sus tesoros, sin arboladura, dejado a su suerte en mitad del océano, sin aparejos, marinería mercenaria, y a punto de irse a pique. Y el temporal es recio. Cualquier proyecto que se forje apalancándose en el statu quo, es negativo para la ciudad. El statu quo, por otra parte, está agotado. Y no me refiero sólo a la desbandada del PSOE, donde a estas alturas de la película ya sólo alardean de trienios o de puestos en la universidad ganados vaya a saber en qué oposiciones. Es decir, después de haber jodido el asunto, a seguir cobrando del Estado. Y este alardeo, dicho sea de paso, para cualquiera que tenga que buscarse la vida cada día en la calle con la que está cayendo –de la que no tienen ni puta idea los que gobiernan o los de enfrente–, empieza a joder bastante. Porque la oposición del PP/buenismo es envés de la moneda del statu quo, depurándose en la técnica de esperar pacientemente el cadáver del rival, sin querer pronunciarse en casi nada, porque la victoria está ahí, sin esfuerzo. La decisión que le ha faltado a Talavera en la época de las vacas gordas se traduce ahora en lo que hay. Hace falta independencia, ideas claras para defender lo nuestro, lo que nos corresponde de verdad, convencimiento para potenciar lo nuestro, y para vender lo nuestro como lo mejor, buscando sinergias y entendiendo y asumiendo que el mundo es muy grande, y no acaba en la Mancha.
La historia de Talavera de la Reina de estos 30 últimos años guarda un enorme paralelismo con el Tajo. El agua/recursos/dineros/inversiones/equipamientos/industrias/universidades que deberían haber llegado, se han ido a otro sitio, y aquí nos hemos quedado con el cieno y el río vacío. El servilismo y el apesebramiento al poder toledano, ha traído con las décadas que seamos unos buenos segundones. Aniquilado con subvenciones y contratos el tejido social de la ciudad, no hay voces fuera de los cuatro «friquis» de turno, a los que ya nos encargamos de desacreditar desde las máximas goebbelianas, no sea que impidan que la política de los mediocres continúe marcando el rumbo; hasta el fondo.
Y la altura de miras. Sin ellas no se va a ningún lado. Y eso aquí falta mucho. La visión de la ciudad del siglo XXI desde los cimientos de la identidad, la historia, y la cultura; desde lo propio hacia el futuro. Pero, siempre, sabiendo qué se quiere, el calibre de la responsabilidad; y sobre todas las cosas, a quién se debe fidelidad, que no son otros que los ciudadanos, y no el organigrama y el sueldo del partido.
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domingo, 12 de diciembre de 2010
Transparencia
Esta situación dibuja un panorama neblinoso y refractario. Marca la diferencia entre los territorios de este país, y ofrece un panorama triste, a la vez que corrobora desde fuera la precariedad del engranaje democrático de las tres Administraciones: local, regional y estatal.
Hace unos meses vi una conferencia de lo que era Transparencia Internacional. Aquí lo dejo. Explica muchas cosas, sobre todo la impunidad del negocio, del gran negocio, con los propios ciudadanos, ya sea de países ricos, de países pobres. Todos, los ciudadanos, somos carne de cañón en un momento dado. Te echa luz sobre muchas cosas, a diversas escalas, pero perfectamente extrapolables: los contratos del AVE a Sevilla en los 80-90; porqué se van a destruir sin ningún sentido los afluentes del Duero en Portugal; y, sobre todo, que la persona, el ciudadano, la decencia, no importan nada en este mundo donde nos movemos, y donde todo viene a ser negocio. La corrupción como herramienta, como la llave que abre el mundo y lo pone en funcionamiento, donde todos somos el combustible que hace progresar a unos pocos.
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viernes, 10 de diciembre de 2010
Tiempo de humo
Me gusta cuando las nubes salen del valle del Tiétar y trepan lentas sobre la falda de la Cabeza Bermeja. La Sierra de San Vicente moldea los vientos, las nubes, como esta mañana. Luego, al final, las nubes se van disolviendo entre el gris del granito, sobre el gris del roble dormido. La transparencia es de los días de invierno cuando el viento limpio del oeste va dejando al descubierto la verdad de los colores y la distancia. El paisaje está brillante, la luz es perfecta. La civilización está allí.
Estos días principiamos un nuevo e interesante capítulo de la manipulación como poder. Están pasando cosas muy graves en este país, asuntos que pasan leves como nieblas de marzo. Muy graves. Pero siempre están las distracciones, el circo, el pienso para el ganado. Algo cruje en las estructuras de la información. La crisis siempre es un renacer. Somos la primera generación de la historia de la humanidad que tenemos a mano cualquier libro, en cualquier idioma, cualquier película, cualquier canción, cualquier fotografía, museo, cuadro, información. La gran cultura, la biblioteca universal, por fin. Esto es lo que nos diferencia. Y la información. Por primera vez la política mayúscula ha quedado en cueros ante la opinión pública en tiempo real, con los protagonistas aún ahí. Las cortinas de humo que se elevan en esta España de saldo y rebajas tratan de ocultar demasiadas vergüenzas, de desgobierno y de falta de alternativa. Aunque da lo mismo, porque se sobreestima la capacidad de análisis, tenemos demasiado miedo a mirar de frente a la verdad. Estamos muy cómodos con una Prensa amanerada, con una opinión cómoda que sólo sabe correr su banda, con una política apesebrada y donde ha recalado lo más pobre de la sociedad, de la que –evidentemente- es simple reflejo. Vendrán más circos de tres pistas –innecesarios-, como vendrán las nubes de este invierno que reventarán los ríos del Tajo, por fin.
Este invierno me viene bastante a la cabeza una foto limpia de Cartier-Bresson, blanco y negro, camino que se cierra escoltado de álamos, a izquierda y derecha, que se curva, desaparece, aparece, plano, perfecto, enigmático. Hoy me quedo mirando las nubes que surgen del paraíso, del valle del Tiétar, y trepan por los millones de encinas de la Sierra de San Vicente. Eso es la verdad. Leer más...
lunes, 6 de diciembre de 2010
Fuerteventura
En el barranco de Vallebrón los colores se apelmazan bajo la lluvia. No hay nadie. Me paro. Un paisaje monocolor, sin relieve y distancia, moldeable con mi mano, como el viento que cruza desde poniente. Tindaya es plana, la montaña se yergue frente al océano lejano sobre un paisaje ocre y abierto. Los arroyos bajan cargados de tierra y barro. Los bancales permanecen desnudos, ya nadie los cuida. Alguna palmera, molinos de viento cansados de girar y girar. Todo es concreto, fijo, no hay la elasticidad de bosques, de valles que se pliegan. No. Todo aquí es inmutable, perenne, sobreviviente. Tindaya, Tefía, La Matilla. Pueblos pequeños, casas encaladas, cubiertas planas, ventanas de colores, cubos sobre el espacio creando distancias y proporciones, que eso es la arquitectura de verdad. Monumento a Unamuno sobre la falda del volcán de Montaña Quemada. Unamuno es hombre de alturas, no de medianías. Exiliado en este país de piedra primigenia, de océano azul tan transparente como las ideas puras que despreciaba, debió entender un poco más esta España que nos ha tocado. Desde los llanos de Betancuria, con el viento y la lluvia, con el horizonte cerrado, los cables de la carretera vibran y pasa un corredor sahariano, pájaro extraño en un país donde el raro soy yo. Cruzan muy rápidas las nubes, sin detenerse, sin mirar, buscando algún valle donde detenerse, o simplemente sabiendo que su destino es navegar sin mirar.
El barranco de Betancuria acaba en el Atlántico. Subo a los acantilados. Las olas rompen contra la costa y trepan quince o veinte metros. El viento me tira para atrás devolviéndome a la tierra, a la piedra, que hoy no se admiten visitas. La espuma amarilla, densa y que golpea, vuela en este mar sin gaviotas y charranes. Las casas de Los Molinos resisten el embate del Atlántico. Playa de piedras de lava pulidas por siglos de mareas y temporales. Entre ellas una de granito, perfecta, como pulida por las gargantas de Gredos, extraña. Allí la dejo. El mar es espuma en el temporal del Atlántico, atmósfera espesa de viento y arena, roca y espuma, agua de lluvia y de mar, distancias imposibles de someter. Paisaje completo.
domingo, 5 de diciembre de 2010
Invierno
viernes, 3 de diciembre de 2010
CM-5006, chapuzas silencios y omisiones
No es la primera vez que escribo de la chapuza de la obra de la carretera entre Navamorcuende y La Iglesuela. Y no será la última, porque detrás viene el aún proyecto entre San Román de los Montes y El Real de San Vicente. No es que no quiera que se arreglen las carreteras, que falta hace en nuestra olvidada comarca, sino que se haga bien, con sentido común y con respeto a los enormes valores naturales que atesora el entorno, porque esto no es un erial manchego al uso, a ver si se enteran. El analfabetismo galopante que nos invade, además del servilismo autóctono en esencia pura, cuando no el silencio (pagado o gratis, léase como se quiera por quien lo quiera interpretar), hace que lo que sea una aberración ambiental en toda regla se venda por el Consejero del ramo como un logro ambiental, y que las protestas se arrinconen y se marginen a determinados vecinos –pocos–, que sí defienden su paisaje y patrimonio cultual/natural. La empresa adjudicataria, con la aquiescencia de las administraciones y determinados grupos ¿ecologistas?, ha arrasado con todo lo que había en la traza de la carretera y su entorno, ha cortado innecesariamente miles de enebros y encinas más que centenarios, ha liquidado fresnedas junto a la garganta Torinas, y ha eliminado pasos y cortado arroyos, así como la Cañada Leonesa Oriental. Una puñalada más al valle del Tiétar. Y por si fuera poco nos venden por mejora ambiental los propios vertederos que la empresa ha dejado allí mismo, donde han plantado un par de pinos y ya está. Las miles de toneladas desmontadas quedan, según el Consejero, como «mejora ambiental», y no como ahorro de la empresa, que se ha evitado gastarse los cuarto transportándolas a vertedero. Esto es como si dejásemos la basura amontonada en el centro de Talavera. Total, total si a la nueva «montaña» iban a acudir miles de pájaros a comer la basura, y es una mejora ambiental en toda regla. Es la misma filosofía.
El turismo en la Sierra de San Vicente se potencia con un plan serio de ordenación de recursos naturales, con su declaración como parque natural, con el control del urbanismo disperso y el «protegido» por los ayuntamientos o por el que manda de turno (léase también como se quiera); la Sierra de San Vicente es una maravilla natural de primer orden, cada vez más prostituida, que se quema cada año trozo a trozo, con total impunidad. Da gusto ver en otras zonas del país como se hacen actuaciones similares de arreglo de carreteras, con delicadeza y respeto. Aquí es como si restauráramos un Velázquez con sprays de grafiteros; o podáramos un delicado bonsái con motosierra. Que el señor Consejero diga lo que quiera: que una escombrera es una mejora ambiental, y en unos arbolitos de mentira nos hemos gastado –todos – un cuarto de millón de euros. A lo mejor quieren que me lo crea. No todos somos tan tontos, a ver si se van enterando. Leer más...
viernes, 19 de noviembre de 2010
Lejos
lunes, 15 de noviembre de 2010
The Promise
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viernes, 12 de noviembre de 2010
Sahara
Veo la foto de la ministra de Exteriores, en el lago Titicaca, allá por el altiplano. Sonrisa, pose en el embarcadero. Las imágenes de El Aaiun no importan. Que se estén asesinando ciudadanos saharauis y españoles en el norte de África mientras aquí no pasa nada, afora el calado de la degeneración política a la que hemos llegado en este país, donde desde hace demasiado tiempo se gobierna a consigna de complejo, o de interés propio, pero pocas veces por España, en singular. No es posible callar ante el atropello de ciudadanos españoles abandonados a su suerte 35 años atrás. El compromiso ético va más allá de las palabras, escasas y medidas de nuestro gobierno, ejemplo de cobardía. España está donde está, si aún existe España –esa cuestión discutida y discutible–, que a estas alturas va siendo difícil saberlo. Y a un país se le exige responsabilidad, que es eso que hace que al final te respeten, y no te tomen por un cualquiera cuando vas por ahí, por el mundo, donde los complejos de andar por casa no pintan ni pesan nada.
Aquí no podemos ser espectadores, ni reír las gracias de una teocracia que atenta todos los días contra España. Aquí somos civilizados, esto es Europa, Occidente, hay unos principios, leyes, Estado, Constitución. Y obligaciones que dicta la moral de un país con historia, con pasajes lustrosos, y oscuros. La geopolítica ha negado la vida a una tierra que antes fue España. Aquí callamos, dejamos hacer a Marruecos. Ésta es la España del siglo XXI, enfrentando peligrosamente en demasiadas cuestiones un vacío democrático inquietante, implícito ya en una Transición que envejece demasiado mal, demasiado deprisa.
El genocidio de El Aaiun, el olvido de los saharauis, determinan el lugar de la España oficial en su historia y en su responsabilidad. No está. No opina. Ríe las gracias de los mismos que hace cuatro días no querían a policías mujeres en la frontera. ¿Dónde está España? ¿Qué ha sido de ella?
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jueves, 11 de noviembre de 2010
Poeta en la frontera
Cuando no cante más adivinaré
el hundimiento de un barco que había
conseguido pasar el océano
más enmarañado de la noche
Seré mi isla propia un vestigio
de tierra infecunda un corazón
jamás arrepentido pero solo
siempre solo recordando el mar
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viernes, 5 de noviembre de 2010
Loreto Party
Que se acabó, que con el Loreto Party vamos a acabar con esto. Arriba las banderas del verde esperanza/Loreto. Marchemos por los caminos de la gloria.
viernes, 29 de octubre de 2010
Viento en popa
Hay un pasaje de una novela de Pérez Reverte que me ronda la cabeza estos días, incluso antes de la obviedad/gilipollez de lo del ministro de la Alianza de las Civilizaciones. Es de Trafalgar, pasaje inventado, de cuando una vez sentenciada la batalla, ya echadas las cuentas y cuando los navíos de uno y otro lado explotan, se hunden, andan/navegan sin arboladura y palos, o como se llame en lenguaje marinero, resulta que hay unos barcos españoles y franceses que se han quedado por cuestiones de viento fuera de la refriega. Bueno, lo de los barcos franceses era más por acojone. Pero había un barco español cuyo capitán experimentado ya conoce el desastre, y puede optar por escapar con el viento en popa oliendo el aroma a descomposición que emanan los navíos franceses que van que se las pelan, que ése ya no es asunto suyo; o girar el timón e ir directamente a la refriega, por cuestiones de honor, hombría y esas cosas del XIX. Mira a sus hombres, sabe de la carnicería que les espera si apunta la proa contra los ingleses y va en ayuda de los españoles y franceses. Porque no hay esperanza. ¿Qué hace? ¿Huye? ¿O va a por el inglés que escabecha sin piedad galeones españoles?
Cuando ves que lo más leído en un periódico es que un pulpo se ha muerto, las cosas es que de verdad están jodidas. Si pones el Telediario y ves otra vez a Rubalcaba, es que no hay esperanza. Más que un deja vu, un barrunto. ¿Qué hacer? ¿Un curso rápido de geografía mundial? ¿Refrescar el inglés y largarte a donde te dejen ir? ¿Enfilar la proa contra la escabechina? La partitocracia no da para más. El tinglao –que diría el durmiente de la teórica oposición– es el que hay, y lo tomas o tú sabrás. El descaste de este país es similar al de los toros de lidia. Y no es ser un contrasistema, que te meten en el frasco de los raros y ponen el tapón. No. Es decir que esto no se sostiene más. Como decía aquel, hay gente para todo. Pero los ocupas del sistema, los de arriba, los del negocio de la política, al menos deberían mirar por las ventanas y contemplar a un país con la carcoma de los galeones del XVIII, con el andar del hambre del XVI, con la misma sensación de agujero que dejaron escrito los del XIX. Esa España tomada desde arriba, sostenida por el becerrismo de los de abajo. Y que alguien releerá en uno, dos siglos, y pondrá donde corresponda.
Por cierto, el capitán del barco de Trafalgar mandó a tomar por culo a los franceses y se metió en medio de la carnicería. Así le fue. Ya se sabe, cosas de españoles, del honor, del peso de la historia, del saber estar y esas cosas tan anacrónicas como incorrectas en estos tiempos que cruzamos.
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lunes, 25 de octubre de 2010
La puerta entreabierta
viernes, 22 de octubre de 2010
Una lápida para el Tajo
Al Tajo le han hecho una lápida. Se llama Propuesta de Esquema de Temas Importantes, y será aprobada por la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Tajo el próximo 3 de noviembre, como paso previo a presentar un borrador de Plan de Cuenca acorde con esta Propuesta. Con la Propuesta viene a darse por muerto y enterrado en su pudridero de abandonos al Tajo y a buena parte de su cuenca hidrográfica. Resulta difícil encontrar un documento tan indigno, nefasto e inarticulado como la susodicha Propuesta parida por la Confederación. Propuesta política, en ningún caso técnica, incapaz de hacer una lectura global del Tajo, y dedicada en exclusividad a mantener el desatino actual de la gestión del río, gestión condenada reiteradamente por la realidad. Documento amputado, inconsistente cuando se lee con un mínimo conocimiento de causa. Que hayan sido desestimadas todas las sugerencias de la Plataforma (y de 30 colectivos de Talavera que las suscribieron de manera individual), y se haya dado cabida, en cambio, a guiños de cara a la galería, calibra meridianamente el fuste de la cuestión. Porque las verdades del barquero sientan mal, y en el caso del Tajo este desprecio dice mucho. Y es que, como molestamos, fuera. Democracia en estado puro.
No seré yo quien le escriba el epitafio al Tajo. Enterradores por acción o por omisión hay muchos, prestos con el cincel. A Talavera se le adjudica un caudal mísero de 14 metros cúbicos por segundo, irreal, caudal de papel. Porque estamos ante intenciones, jamás ante la constatación de unos números que vengan a plasmar una nueva gestión. Se nos viene a engañar, y encima con migajas, vulnerando la Ley, la Directiva Marco y todo lo que se ponga por delante. Que entre al trapo quien quiera. Yo no.
Y sí: todo el Alberche para Madrid; se reducen las dotaciones para los regantes del Canal Bajo; no hay régimen de caudales en el Alberche: el Jarama se desvía hasta hacerlo desembocar aguas arriba de Aranjuez; se reduce el agua que sale de Entrepeñas y Buendía hacia el Tajo, y se aumentan los «excedentes» trasvasables al Segura y al Guadiana; y, por supuesto, se reduce el agua que pasa por Talavera de la Reina y Toledo. De la calidad ni hablamos. Se nos enseñan los mismos perros a los que ni siquiera se han molestado en cambiar los collares. Total, para qué.
Una lápida para el Tajo. Llega el momento de la verdad O lloramos al muerto por los siglos de los siglos o vamos a ver si tenemos lo que hay que tener para resucitarlo. El resto es literatura.
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sábado, 16 de octubre de 2010
Tierra de gigantes
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viernes, 15 de octubre de 2010
2.000 / 30.000
2.000 son los votos necesarios para obtener un concejal en Talavera de la Reina en las próximas elecciones municipales. 30.000 son los votos necesarios para obtener un diputado en la provincia de Toledo para las cortes regionales en las elecciones de mayo 2011, y ya por descontada la raya del 5%. Con 3.000 votos en Talavera se pueden sacar dos concejales, y con 5.000 hasta 3, dependiendo del equilibrio que alcancen los del bipartidismo, y, sobre todo, del perfil de los candidatos del partido alternativo; con 8.000 votos gobiernas, directa o indirectamente. Llegar a las cortes de Toledo es más difícil, que entrar en ese negocio es harina de otro costal. Las pasadas elecciones autonómicas en esta ciudad hubo poco menos de 40.000 votos, con lo que el diputado sale caro, incluso recurriendo a la Comarca. Eso sí, si sale, descabala a los dos grandes las cuentas que están echando sobre el diputado impar de Ciudad Real, y que es lo único que les interesa a estas alturas; diputado que al final puede que no sirviese para nada, y entraríamos en un curioso escenario, con un empate entre los partidos grandes, pero con un diputado aguafiestas de Talavera de la Reina que lo rompa. Política ficción, claro. En la provincia habrá 180.000-190.000 votantes. Habría que echar cuentas. D'Hondt dixit.
Ahora que nos pintan de rosa desde todos los frentes y con –a mi juicio– una cierta mala baba (cuando no desfachatez) los abandonos a esta nuestra Talavera de la Reina y Comarca (con mayúsculas), no está de más echar unos números, aunque sea para pasar la tarde. Evaluar 25 años, sacar la nota media, comparar con lo que se ha hecho en otras zonas de esta región, ofrece unos resultados palpables, cuantificables en desarrollo/habitante, y que en todo caso arrojan luz y explican el pozo donde nos encontramos. Vamos, que somos de Talavera, pero no imbéciles, que al menos sabemos sumar. ¿Sería capaz esta ciudad de montar un partido político que defendiera sus intereses y los de la Comarca? Después de 25 años de gobiernos sumisos a la Corte manchega toledana, y que nos han relegado a este agujero, ¿hay ganas de salir de aquí, de empezar a hacerse valer?; ¿O preferimos seguir llorando, lamentando? ¿No nos importa que los de siempre se sigan institucionalizando/profesionalizando en sus poltronas? ¿Esperamos al 50% de paro, a la liquidación definitiva del comercio y las empresas sobrevivientes, a que prometan el AVE para 2020 (ó 2025), a que desaparezcamos del mapa definitivamente?
Quizá, viendo el panorama, sea lo mejor. Total, si así con esta opereta estamos tan contentos, que sigan pasando los años y las oportunidades.
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jueves, 14 de octubre de 2010
Las primeras grullas
jueves, 7 de octubre de 2010
Gracias, Guillermo
La Tribuna de Talavera, 8 octubre 2010
No conocí a Guillermo Urtiaga. Nunca hablé con él. Pero sí escuché su programa de radio, -a él y a su música- allá a mediados de los ochenta, en Radio Juventud. Hay personas a las que nunca conoces, con las que nunca creas una conversación o te tomas un café, pero sabes que lo que han dejado en ti quedará para siempre, en una impronta de imágenes, palabras, sensaciones… vida. Personas importantes; y Guillermo Urtiaga lo es. Gente que desde la distancia lees, escuchas, sientes… No sabes muy bien porqué, al menos yo no lo sé. Quizá sea que con los años comprendes que sólo van quedando las personas que dicen las cosas de verdad, que tenemos un tamiz fino e inteligente que va limpiando la escoria, lo superfluo, lo modelado para la conveniencia. Recuerdo ahora cuando se rebelaba, entre canción y canción, por la molicie de esta ciudad, esta Talavera de la Reina que hace ya cuarto de siglo lucía con descaro la misma indolencia que nos corroe hoy y siempre.
Esta tarde he buscado las cintas grabadas que guardo en mi casa en cajas donde intento apilar las cosas que sé que ya nunca serán. Pedazos de programas de Guillermo grabados a golpe de REC en casetes de 90, de a cien duros tres, una y mil veces volteadas y pegadas con celo. Son relámpagos de recuerdos condensados en su voz y en las canciones. Un tiempo lejano, donde siempre los paisajes de la memoria serán en verde y tecnicolor. Ahora, escribiendo esto, escucho en Spotify el Seventh Son of a Seventh Son de los Maiden, el Crazy Train de Ozzy Osbourne, el Keeper of the Seven Keys de Halloween, el Siempre estás allí de Barón Rojo… La música, esta tarde de plomo, suena distinta, porque se ha vuelto plana y estática, como un cuadro en un museo donde los personajes te miran petrificados en un tiempo pleno ya imposible, y sientes que quieren escaparse de su marco /prisión, palpitar, salir, respirar, vivir; y no pueden. Antes la música era vida. Por eso, ahora, que la vida es esto, ya nada suena igual, que todo es áspero, lineal, vacío. No somos los mismos, ya nunca seremos los que fuimos entonces, en aquellos paisajes verdes y relucientes de los ochenta, donde todo era más de verdad, donde había un futuro por delante, y la vida era lo que estaba por venir. Gracias, Guillermo.
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Paula
Paula es «eso» que viene desde el Atlántico, ya con menos de 950 hectopascales. Belleza rotando sobre el Océano. Mucha agua para el sur de Gredos. Magnífico seguimiento en Meteored. Y con isobaras y datos a la carta en Satrep Online
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miércoles, 6 de octubre de 2010
Geometría
martes, 5 de octubre de 2010
- 40%
Un tiempo paralizado, sin saber a dónde o para qué, en un mundo donde sobra gente, porque ya somos sólo la utilidad, y las utilidades hace tiempo que se vienen definitivamente acabando. Sobrar, no estar, hablar, no ser escuchado; el silencio como reflejo del miedo de una sociedad anestesiada en su acabamiento, sin resortes para salir, mirar, comenzar de nuevo. Tiempo donde todo va siendo mentira, que se presiente en el ir y venir de los pájaros, las golondrinas nórdicas que hoy pasan rápidas hacia el sur y quedan extrañadas de este lugar donde el sol brilla, los árboles son más verdes y las distancias aún son limpias y profundas. En España el PIB ha bajado un 40%, la moral un 50% y el paro ha subido al 25%. Los números nunca tienen razón, las matemáticas no son capaces de acertar en su torpedad, pero los números arrastran su rotundidad. Habrá quien piense que todo son ciclos, toboganes de subir y bajar el yingyang económico, social, y esas tonterías. Y quizá sea verdad, porque no se trata de buscar razones, sino de entender, de hacer como que se sabe, dejar pasar, asentir, no ver. La microeconomía es el arte de hacer pajaritas con las letras mayúsculas de los números, bajar a la calle y observar. Cuando sobra todo, va quedando un vacío limpio y encendido, como el de las tardes de este octubre cuando el sol se pone detrás de la atalaya. Un cielo limpio, jaspeado por alguna nube escapada del Atlántico azul, frío, lejano.
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viernes, 1 de octubre de 2010
Para descojonarse
Es difícil encontrar un país donde el propio gobierno se haga una huelga general. No sé si en Corea del Norte o alguna novísima república transcaucásica es asunto de andar por casa, pero en un país serio como intenta ser España, es una cosa difícil de entender. Al burro muerto la cebada al rabo ya es conseja antigua y sabida por estas tierras, quizá por eso ayer el ciudadano, que ya tiene bastante con aguantar el panorama, vio la cosa muy clara. La huelga de ayer fue como lo que hacen las cuadrillas de bomberos en el bosque cuando los vine de frente el fuego recio y sin control: queman controladamente una parte del monte, perfectamente delimitada, para que el fuego, al encontrarse sin combustible, tienda a sofocarse, que no hay pinos que quemar; y ya está.
Los sindicatos de clase, como avanzadilla del gobierno, han hecho lo suyo, y ambos han escenificado un minué acotado, medido y de andar por casa, incluso demasiado minimalista, tanto que al final ha salido una huelga de nouvelle couisine, de esa que te echa tres garbanzos atomizados al plato y te dicen que es un cocido con su tocino y todo. Y, claro, que aquí lo que iba haciendo falta era y es un buen guiso de puchero, con su sobremesa, porque el ciudadano/contribuyente está hasta los mismísimos de la situación, y van pasando los años. Porque aquí, en España, en esta región denominada aún Castilla-La Mancha, en Talavera de la Reina, ¿qué cojones paramos más? Que aquí, en el entorno donde se lee este periódico, por si alguien aún no se ha enterado, andamos en las últimas: sin nodo intermodal o como se diga, sin AVE, sin Mercado, sin comercio, que somos la ciudad donde una restauración de una iglesia se lleva siete u ocho años y nos ponemos tan contentos, donde el trabajo es eso que había antes, como el agua del Tajo que se han llevado a Murcia, como la Caja que han enterrado en Ciudad Real, como los fábricas que se han llevado a hacer helicópteros a Albacete o paneles solares a Puertollano; donde más que el culo del mundo somos el contrapunto a todo lo que signifique desarrollo; la ciudad de los protocolos firmados, sólo protocolos, que las naves y las inversiones son para otros; y donde darte una vuelta, compararla con otras ciudades que eran pueblos hace cuatro días, y ahora nos dan veinte vueltas, hace que te respondas muchas cosas. Y ahora querían que montáramos una huelga/cortafuegos. Para descojonarse.
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miércoles, 29 de septiembre de 2010
El silencio y la belleza
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza…
(L. E. Aute)
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domingo, 26 de septiembre de 2010
Porqué el Tajo está seco en Portugal
El Tajo está prisionero en España, en los 6.752 hm3 que almacenan los embalses de la cuenca, al 61,3% de su capacidad. El año pasado los embalses españoles del Tajo estaban al 35%, con 3.855 hm3. La media de los últimos 5 años es del 39,2%, y de los 10 últimos del 45,6%. Hay agua el Tajo, y mucha: sólo en el tramo inferior Alcántara 2.582 hm3 y Valdecañas 587 hm3. Pero a Portugal no llega agua porque es más importante dejarla almacenada bien para poder trasvasar, bien para turbinar y producir beneficios cuando convenga al operador hidroeléctrico. El Tajo, como río, es un espejismo en España y en Portugal. Es una vergüenza que el río esté seco donde es río, en los tramos que atraviesa en Guadalajara, Toledo y Portugal, y esté detenido en los embalses, para cuando más interese. Y que España haga suyo al Tajo, con el mayor descaro, con el mayor silencio y el acatamiento del gobierno portugués. No hay sequía en el Tajo. Lo que hay es un negocio enorme con sus aguas.
martes, 21 de septiembre de 2010
Viñas de Méntrida
Uvas en sazón. Apretadas. Dulces. Cálidas. Tierra blanca. Liebre a la sombra. Cernícalo en el cielo. Nubes en Gredos. Calor. Mochuelo en el olivo. Troncos viejos. Verde de septiembre. Leer más...
lunes, 20 de septiembre de 2010
domingo, 19 de septiembre de 2010
A Labordeta
Publicado en La Tribuna de Talavera el 7 de octubre de 2002
Más allá de Terrugem, de Ciladas de São Romão, se llega a la carretera que conduce a Alandroal, una simple raya verde en el mapa. Un cruce de carreteras es el lugar donde se decide el futuro, donde se debe ser consciente de la puerta que se cierra, o que se deja entreabierta para otro momento. Para otro tiempo en el que uno no será el mismo, donde el paisaje no será el de ahora, en el que la misma gente no andará por las mismas calles, el sol no será el mismo, y, sobre todo, los ojos que observen no serán los mismos, quizá ya tomados por más luces, quizá por más nieblas. Por tanto, es mucha la responsabilidad de dejar atrás lugares, sonidos, andares. Y en este cruce decido no dejar atrás Juromenha, que queda a mano izquierda, al noreste, a tres o cuatro kilómetros. Giro a la izquierda y dejo Alandroal para otro momento, quien sabe si será esta tarde, la próxima primavera o nunca.
A Juromenha se llega por necesidad o capricho, nunca por casualidad. Porque existe una sutil diferencia entre los pueblos acostumbrados a ver pasar a viajeros y trashumantes, gentes de mirar ligero y huella pasajera, que no tienen otra que andar los caminos siempre con destino obligado; y entre los pueblos como Juromenha, sabedores de que quien cae por sus calles, por sus paisajes usados por siglos, soles y tormentas, acude en busca de algo, que la aprehensión de lo que entra por los ojos, por la piel, resulta definitivo a la vez que irrenunciable. Y entonces, en pueblos como Juromenha, se hace el silencio, a lo sumo una conversación leve que fluye por las calles empedradas, blancas, limpias, solitarias, y, lejano, un niño llora, mientras los gorriones llenan el silencio, y algún vecino, al final, se asoma y observa al forastero mientras éste intenta fijar en su mente el fluir de la vida en este rincón encontrado para la memoria.
Juromenha es un pequeño pueblo, blanco, diminuto, atalayado sobre el Guadiana fronterizo. Lo guardan la historia, el recuerdo, y las piedras abandonadas de la fortaleza que vigila los campos de Olivenza, miles de surcos tomados por el verde de los frutales, y en la lejanía los encinares de Cheles y las brumas de tiempos de batalla. Llego a Juromenha cuando el sol aprieta y el silencio ya se apodera del mediodía. Lo primero que hago es andar la enorme fortaleza, abandonada, descuajada por el olvido. A la entrada una placa recuerda a los héroes portugueses. Es de los cuarenta. Dentro abandono, rastrojos, lagartijas culebreando. En la capilla la pila bautismal quedó volteada, quizá no hubo tiempo de llevarla en alguna huida precipitada, y allí quedó. En la iglesia crece el abandono, las palomas salen asustadas cuando entro. Nada. Ando las ruinas, entro en las garitas de vigilancia. Las troneras aún apuntan a la tierra de Olivenza, tierra que fue portuguesa, y ahora ya no lo es. En las esquinas las garitas ofrecen sombra y refugio. En su interior pintadas de enamorados, de visitantes ya lejanos en el tiempo. Fechas, nombres sobre la piedra, lejanos y quizá ya tan olvidados como gastados.
Salgo de la fortaleza, de las ruinas, de la historia. Ando el pueblo, blanco como se dijo, pulcro, empedrado. Cal y rollos del lecho del Guadiana adobados con un silencio casi mágico. En el camino del cementerio, en una pequeña cuesta, tres olivos sombrean un pequeño mirador que va a dar sobre el río. Sólo tres mesas de madera, demasiado pequeñas, demasiado estrechas. Me siento, saco del morral la navaja y el avío, el mapa desflecado, y esparzo sobre la mesa los recuerdos de lo andado, de todo lo acumulado desde la mañana primera, la amanecida fulgurante en Mérida, el Guadiana detenido en las islas de Badajoz, el silencio y el presentimiento del puente de Ajuda, el blanco leve de Olivenza, los encinares embrutecidos por el sol, la ingravidez del acueducto de Elvas, y, sobre todos, el andar ligero del Guadiana por una tierra radiante, desconocida y oculta.
Escribo de lo andado, de lo vivido, sombreado por las estelas mínimas de los olivos, junto a la reciedumbre de sus quinientos o seiscientos años, troncos retorcidos, saber antiguo, que es como escribir aconsejado por la prudencia de los siglos. Escribo refrescado por la brisa que acude de más allá del Alentejo, del Océano donde van a morir todos los ríos de estas tierras de desesperanza, encinas y limpieza profunda, rotundidad de luces, de imágenes, de barbechos pajizos, eternos, de hombres silenciosos, de recuerdos enriscados en el encalado impoluto de las fachadas. De esperanzas que huyeron por chimeneas enormes, desproporcionadas.
Escribo sobre el puente de Ajuda, sobre el Guadiana tranquilo, abandonado a su discurrir que es como un río se alimenta de futuro. Queda el fogonazo de las viejas piedras por las que los portugueses acudían a Olivenza. Quizá siempre temieron que España se hiciera con Olivenza, que todo fuera ejercicio vano, que al final consuela llorar lo perdido, y que la memoria queda como refugio de imposibles. Los españoles volaron las arcadas centrales en 1709, y Olivenza cayó cuando principiaba el XIX. El puente de Ajuda, entre Elvas y Olivenza, cuenta a quien lo escuche su abandono, el despropósito de tanto por hacer en esta tierra fronteriza. En la margen española un camino ha roto con saña la orilla. En la portuguesa un grupo allí acampado echa a la fogata una encina de buen porte recién cortada. Vuela sobre el Guadiana algún cormorán, una garceta fugitiva y el rumor del agua lavando la piedra sobre la que se apoya el puente de Ajuda. Sestean los galápagos, sestean las encinas, duerme el horizonte. Lástima de río, de tierra, de gente, de mundo. La ruina de la razón acaba con la tierra, con el paisaje. Uno siente que este no es su mundo, que le debería haber correspondido en la noria del tiempo un espacio donde el hombre no se comiera a bocados su paisaje, su historia, sus huellas. Donde la estupidez no fuera moneda de cambio, donde no se hubiese volteado de tan mala guisa el sentido común, y todo valiera. Donde los reflejos de lo voluble no acabasen con el equilibrio de lo real, donde la conversación entre el hombre y la tierra que lo sostiene fuera cordial y no embadurnada de miseria. Escribo bajo los olivos de Juromenha, que no se olvide, contemplando por última vez un Guadiana libre, entero, en comunión con su entorno de alamedas, saucedas y rumor de corriente mínima, pero aún viva, con pulso.
Recojo. Guardo el avío ya demasiado viajado, la rotundidad de la fortaleza de Juromenha, el andar del Guadiana, el recuerdo amargo del puente de Ajuda, la delicadeza de la iglesia de la Magdalena en Olivenza, el esperar de las encinas sedientas. Todo queda, nada se marcha del todo. Verde de chumberas, encalado y añil de las fachadas, gris gastado en la piedra, verde en la ribera, azul mínimo en el Guadiana. Salgo de Juromenha, tarde avanzada. A la izquierda Alandoal, abajo Rosário más allá de Mina do Bugalho, tierra de dólmenes y encinas tan viejas como ellos. Me decido por Rosário, aunque en el mapa tenga marcada la ruta por Alandoal, su castillo y sus calles empinadas. Quizá quede para esta tarde, para mañana, o para dentro de muchos años, cuando el tiempo avance por territorios de lucidez.
viernes, 17 de septiembre de 2010
Castilla y León permite matar lobos al norte del Tajo
Ya no se trata del Duero, sino del Tajo. Hace ya tiempo que se tienen noticias de ejemplares divagantes al sur de Gredos, en el valle del Tiétar y el Alberche, y no sólo en las cuerdas de la divisoria del Sistema Central. El lobo en al valle del Alberche busca su dispersión natural hacia el valle del Tajo, y de ahí a los Montes de Toledo-La Jara-Villuercas. En el Alberche el último lobo se mató a principios de los años 80, muy cerca del propio Tajo. 30 años después vuelve.
Es obligación de la Comunidad de Castilla y León preservar las poblaciones de lobo al sur del Duero; y su responsabilidad permitir su estabilización y consolidación al norte del Tajo. Las comunidades limítrofes, Castilla-La Mancha y Madrid, además de Extremadura, deben tomar cartas en el asunto. El lobo en la próxima década debe consolidarse en todo el valle del Alberche, incluso hasta su confluencia con el Tajo, ocupando las sierras de San Vicente y La Higuera. Debe bajar por Gredos, y volver al valle del Tiétar, desde las nacientes hasta el Parque Nacional de Monfragüe. Y debe saltar el Tajo y ocupar La Jara, Valdepusa, las sierras de Guadalupe-Villuercas y unirse a las poblaciones de Sierra Morena.
Por tanto la colonización del Tajo es asunto de interés nacional, no algo exclusivo de una comunidad autónoma. Pero, con una cortedad de miras superlativa, la Junta de Castilla y León atenta nuevamente contra los valores ambientales, no sólo de la provincia de Ávila, sino nacionales, frenando la dispersión del lobo, permitiendo que se maten ejemplares en la cuenca del Tajo. Algo que habrá que denunciar y controlar.
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Ésta es mi tierra
Con las dos bofetadas de esta semana, la del centro logístico y la del tocomocho de los caudales novísimos del Jarama, se viene cerrando aceleradamente un círculo que ya viene durando demasiados años. Ahora, tarde, caemos del caballo y echamos cuentas de los olvidos y abandonos de la Junta y del Estado. Demasiado tarde. A estas alturas hay que mirar a los políticos –Estado, Junta, Ayuntamiento– que hemos votado y elegido; y analizar y pedir cuentas. El ciudadano echa la papeleta, sale lo que sale, y se tiene que contentar en esta sociedad que ha sido conminada a delegar sus competencias en la clase política, error mayúsculo especialmente en ciudades esquinadas y desamparadas como la nuestra. La culpa no la tienen exclusivamente los políticos, porque de los hombres se hacen los obispos. Aquí se ha votado a quien nos debía representar y defender los intereses de Talavera de la Reina y su tierra. Y los elegidos no lo han hecho. La ciudad ha ejercido su función, pero el político no ha estado a la altura, no ha defendido a su tierra. La política, como profesión/negocio es lo que tiene, eso de la carrera, la subordinación piramidal, la silla y el sueldo, que dónde vamos a estar mejor. Hemos perdido los diez años de mayor desarrollo de España haciendo genuflexiones en Toledo, contentándonos con los huesos mondados, como los perros, vendiendo aquí como logros las migajas de quienes se llevaban las tajadas. Al lado, el coro de aduladores y palmeros, simples a la espera de su oportunidad. No se hizo/hace nada, y empezamos la crisis en peor situación que incluso otros están ahora, tres años después.
Lamerse las heridas no sirve de nada. Hay que mirar al frente. Y trabajar. Ahí están las elecciones en unos meses, y hay una oportunidad de poner orden o silencio. La política blanda que se ha seguido en esta ciudad ha traído los lodos que nos consumen. Aquí, o se cambia de cuajo, o esto se hunde definitivamente. Hay que salir del barranco y poner a esta ciudad donde debe estar. Queda siempre la opción de largarse, de mirar lejos y buscarse la vida en una ciudad con vida y pulso. Pero está antes la responsabilidad de pelear por lo que crees, por tu tierra, por su gente, por los pueblos, por el paisaje, por sus ríos, por su mañana; por lo que quienes deberían trabajar, porque va en el sueldo, miran para otro lado y callan. Porque ésta es mi tierra: hundida, despreciada, olvidada, esquinada, desconocida, utilizada, vaciada. Pero mi tierra.
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Antes y después
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miércoles, 15 de septiembre de 2010
Perros y collares
Gráficamente el aspecto de la calidad puede resumirse diciendo que en el punto de derivación [el Jarama] realmente no se tiene un río, sino un efluente de depuradora, que, pese a los muy importantes esfuerzos realizados en materia de depuración, acusa necesariamente en sus características las incidencias que ocurren en la explotación de las plantas que tiene aguas arriba.
La cabecera del Tajo, en cambio, dispone de agua de muy buena calidad, por lo que se estaría produciendo un empeoramiento considerable con la mezcla con el agua trasvasada. Basta decir aquí que se trata, con diferencia, del origen más deficiente en cuanto a calidad de todos los considerados para las distintas transferencias [de toda España], y que requeriría un tratamiento muy enérgico.
Se han barajado distintas soluciones consistentes en una sustitución de recursos, de manera que no se llegue a introducir agua de mala calidad en Bolarque [no sea que se enfaden en el Levante]. Esta interesante [sic] idea pretende básicamente liberar recursos de la cabecera del Tajo asociados al tramo de este río comprendido entre Bolarque y el Jarama, para que puedan ser derivados por el ATS [Acueducto Tajo-Segura], según se ha comentado ya en el capítulo de antecedentes. [Hace referencia a la página 65 del Capítulo 2, Antecedentes Históricos, del mismo Volumen 2, donde dice:
En él se propone conectar el tramo inferior del Jarama con el tramo del Tajo comprendido entre Bolarque y Aranjuez. En dicho estudio se estiman los sobrantes trasvasables desde la cuenca del Jarama en un mínimo de 864 hm3/año. Hay que tener en cuenta que la garantía del recurso sería elevada, pues buena parte de él corresponde a los retornos del abastecimiento de Madrid.
La concepción a la que responde esta propuesta es satisfacer las demandas del tramo del Tajo comprendido entre Bolarque y Aranjuez con los recursos del Jarama incorporados a Bolarque, incrementando así el volumen que se puede derivar desde la cabecera del Tajo hacia el Sureste por el ATS. Las demandas esenciales correspondientes al Tajo atendidas desde Bolarque son la refrigeración en circuito abierto de la central nuclear de Zorita, los regadíos de Almoguera, Estremera y Valdajos y el caudal medioambiental del Tajo en Aranjuez.
En la propuesta se sugiere la ejecución por fases. En una primera podría liberarse a Bolarque de las servidumbres del caudal medioambiental de Aranjuez, de los regadíos alimentados desde la presa de Valdajos y de la refrigeración de la central nuclear mediante la sustitución del circuito abierto por otro cerrado. Ello se conseguiría bombeando el agua del Jarama, captada algo aguas arriba de su desembocadura en el Tajo hasta el azud de Valdajos. Se estimó así que el volumen liberado anualmente que podría incrementar, por tanto, el derivado al Sureste desde Bolarque, oscilaría entre 261 hm3 y 313 hm3. [El objetivo fundamental]
En la segunda fase, se liberarían todas las demandas del tramo mencionado del Tajo, de manera que el bombeo no terminaría en Valdajos, sino en el propio Bolarque o aguas arriba de la central de Zorita. Con el volumen liberado en esta segunda fase, unido a las disponibilidades trasvasables de la propia cabecera del Tajo, se estima en dicho estudio que podrían completarse los 1000 hm3 de la segunda fase del ATS. Se requerirían bombeos para salvar el desnivel entre la captación y Bolarque y una conducción del orden de 100 km paralela, básicamente, al cauce del Tajo.
[Vuelvo al capítulo 3.5.1.1] En una primera fase propone suministrar con aguas del Bajo Jarama la demanda de refrigeración de la central nuclear de Zorita [ya cerrada], en circuito abierto, que representa un volumen de 225 hm3/año, servido actualmente desde Bolarque. Ello permitiría garantizar también el caudal de 6 m3/s legalmente establecido para el Tajo a su paso por Aranjuez (equivalente a 190 hm3/año). Así es posible incrementar el volumen disponible para trasvasar por el ATS hacia el Sureste en 225 hm3/año. Los nuevos recursos serían de la misma calidad que los actuales, empeorándose a cambio la calidad del tramo de río Tajo comprendido entre Zorita y la desembocadura del Jarama, puesto que se estarían introduciendo parte de los retornos de las aguas residuales de Madrid en este tramo.
En definitiva el problema de la calidad persiste, pues así se evita trasladarlo a los usuarios del ATS, pero pasan a soportarlo los usuarios que antes disponían de buena calidad y que no reciben beneficio alguno, como es el caso de los riegos que derivan del Tajo en ese tramo, como por ejemplo, los regadíos de Estremera o Almoguera y el caudal legalmente establecido que debe mantenerse en Aranjuez.
Para materializar esta primera fase se requiere una elevación que tome aguas arriba de Aranjuez [del Jarama] y que mediante el canal correspondiente vierta aguas arriba de Zorita. Aunque se apunta esta opción, no se desarrolla, pues no se considera aceptable que usuarios no beneficiados en principio por el trasvase vean empeorada la calidad de su recurso como consecuencia de él. En el caso de que se retomase esta solución sería conveniente arbitrar algún sistema de compensación para los usuarios del tramo Bolarque-Aranjuez.
Cierro las citas. Sin comentarios, queda todo dicho.
Vemos como todo vale, que tenemos guardando la cárcel del Tajo a los mismos perros con distintos collares. Lo que el PHN del PP decía que era inaceptable para los propios municipios a orillas del Tajo, ahora el PSOE lo vende como logro y victoria. Es lo que hemos avanzado en 10 años. Esto es como si tenemos juntos a un perro rabioso y a un niño. Hay dos maneras de evitar que el perro contagie la rabia al niño: o matando al perro, o matando al niño. El ministerio de Medio Ambiente siempre mata al niño, la solución más fácil y valiente. Que el Trasvase es inasumible social, ambiental e intelectualmente, ya lo saben. La infamia es tan grande que empiezan a quedarse cortas las palabras.
martes, 14 de septiembre de 2010
Jugando a ser Dios
Muy sencillo, cogemos al Jarama, perdón, el colector de aguas residuales que lleva por nombre río Jarama, y antes que desemboque en el Tajo –es un decir, ya se sabe que lo que desemboca, de vez en cuando en el Jarama, es el Tajo–, se le mete por un canal/tubo y lo dejamos caer aguas arriba de Aranjuez. De esta manera conseguimos, entre otras, dos cosas importantes: la primera es que como la gente sigue tirando de la cadena y se ducha en Madrid y área metropolitana, tenemos garantizados diariamente unos 15 m3/sg –algo menos en verano, porque aún se riega en el Jarama, cada vez menos, pero de esto y de los regadíos de Aranjuez, ya también a servir con agua del Jarama, las fluctuaciones del caudal considerado en la información de El País. Este caudal se suelta aguas arriba de Aranjuez –depurado, je,je,je… – y ya tenemos caudal ecológico en Aranjuez. Y, segundo, como ya tenemos caudal ecológico en Aranjuez, ¿para qué coño va a ser necesario que salga agua de Entrepeñas y Buendía por el propio Tajo?
Y, así, nos hemos encontrado con 300 hm3 que no hace falta que salgan ya del Tajo, y por tanto son «excedentes» que podemos almacenar/trasvasar al Segura-Júcar-Guadiana. Una jugada maestra para Puxeu y adláteres.
¿Qué perdemos? Menos agua –300 hm3/año– en Toledo y Talavera de la Reina, que allí es imposible eso del caudal ecológico, y a quién importa eso. Pero, en Aranjuez ya tenemos caudal ecológico/cloacas de Madrid discurriendo frente al palacio real.
Y perdemos al Tajo. Definitivamente.
No es que el Ministerio estudie duplicar el caudal ecológico en el Tajo, lo que quiere es, en una operación de cirugía a gran escala, definitivamente trocear al Tajo, separar la cabecera del tramo medio, que ahora debería empezar a llamarse Jarama.Aquí ya cuadra/encaja perfectamente la revisión de las normas de explotación del Trasvase, lo de dejar más agua en la cabecera. Si se va a quedar toda, toda hasta que se la lleven.
Ahora tenemos esto:
Después –Puxeu dixit– vamos a tener esto:
El ministerio de Medio Ambiente jugando a ser Dios, cortando ríos aquí, mandándolos para allá, secando por aquí, tuneando por allí, colaborando sin reparos en la profunda acción remontante del Segura, el primer río del mundo que en dos o tres décadas de intenso trabajo ha sido capaz de «captar» la cabecera de otro río, el Tajo. De récord mundial. Todo gracias a un auténtico, genuino, ecologista, progresista y ejemplarizante ministerio de Medio Ambiente. Qué asco.