La Tribuna de Toledo, 30 enero 2015
Plataforma del Tajo de Toledo
Y en éstas la Defensora del Pueblo ha venido a decir que tienen toda la pinta de ser inconstitucionales los acuerdos de gestión del Tajo y del Tajo-Segura alcanzados con posterioridad al proceso planificador del Plan de cuenca, cerrado en 2014. Es decir, que tanto el memorándum de entendimiento [sic] entre comunidades autónomas (Valencia, Murcia, Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura), como el empotramiento posterior en la Ley de evaluación ambiental, como el desarrollo en el Real decreto de gestión del Tajo (más que del Tajo-Segura), son elementos que no encajan en el marco jurídico español. España hizo un Plan del Tajo chapucero para cumplir en Bruselas, y luego en la más carpetovetónica idiosincrasia patria, se inventó con chulería y prepotencia un contubernio para regalar el Tajo a los regantes del Tajo-Segura, que ya había cerrado expediente con Europa y no hacía falta disimular. Esto no pasó desapercibido para el Gobierno del Partido Popular de Aragón, que presentó oportunamente recurso de inconstitucionalidad. Y para la Plataforma en defensa del Tajo y del Alberche de Talavera de la Reina y otros colectivos sociales de la cuenca, que documentaron la trama y la enviaron a la Defensora del Pueblo y al Tribunal Supremo, además de informar puntualmente a cada uno de los senadores y senadoras de Castilla-La Mancha que expresamente dieron su apoyo a la santificación del Tajo.
Y en éstas la Defensora del Pueblo dice lo obvio: que la planificación hidrológica está reglada, que no se pueden hacer las cosas sin participación pública y saltándose a la torera la ley, ya sea española o europea. Y, evidentemente, esta respuesta de la Defensora ha sido profusamente utilizada esta semana en Bruselas, y repartida entre miembros de la Comisión europea, el Parlamento y técnicos que trabajan tanto en medio ambiente como en aguas. La impunidad tiene un límite, y en el caso del Tajo algunos han llegado demasiado lejos.
Personalmente lamento el papel del Gobierno de Castilla-La Mancha. En vez de defender los intereses del Tajo y de los ciudadanos del Tajo, optó por rendir las plazas y dejar hacer. Un terrible error que empieza a dejarle en evidencia ahora que el viento comienza a rolar. El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene ahora dos opciones. Defendella o enmendalla. Tiene una magnífica oportunidad: el nuevo Plan del Tajo para el ciclo 2015-2021 se encuentra en información pública. Es el momento de aplicar caudales ecológicos (que tampoco se contemplan ahora para Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina) y trabajar por recuperar de verdad el río, como estamos haciendo los ciudadanos en todos los foros y estamentos posibles. Está en sus manos. Yo lo tengo muy claro, visión y estrategia. Porque como digo, ya ha empezado a girar el viento. Y entiendo el interés de Murcia y de Valencia en que el Tajo acabe por allí. Pero sigo sin entender el de Castilla-La Mancha y el de este gobierno. Se está a tiempo de rectificar errores, aunque sólo sea para que la historia no juzgue demasiado duramente a un gobierno colaboracionista. En todo caso en Bruselas y en los tribunales las cosas irán quedando claras. Ya van quedando claras.
Leer más...