jueves, 11 de abril de 2024

CASTILLA-LA MANCHA HOY - Programa 83


La dura realidad sobre el trasvase Tajo - Segura | Medioambiente en CLM Hoy (04/04/2024).

Duración del video 9m 37s.

Nuestro compañero Miguel Ángel Sánchez, vocal de la asociación de municipios ribereños en la comisión de explotación del trasvase Tajo-Segura, insiste en que Castilla-La Mancha debe poner fecha de fin al trasvase para tener un río limpio. "El agua que está pasando por el Tajo, el 95% que pasa es del Jarama", asegura.
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viernes, 5 de abril de 2024

Los ríos no deben pedir perdón

La Tribuna de Talavera/Toledo, 5 abril 2024



No. Los ríos no deben pedir perdón por llevar agua. Mucha agua. Este es su mundo. Vivimos en sus orillas, los canalizamos, trasvasamos, contaminamos, usamos…; los desaparecemos, amputamos, desvirtuamos… Talamos las alas de sus orillas, alamedas temblorosas, sotos umbrosos y frescos… Convertimos sus riberas en vertederos, escombreras y rodaderos. Pero la tierra es de sus ríos. No. Los ríos no deben pedir perdón por despertar, coger caudal, explotar y arrastrar tierra y cienos acumulados, siglos de penas y agravios. Hace tiempo, en una de las crecidas inmensas del Tajo de la niñez y de los años setenta, encontré, volteado por la crecida, un panel de azulejos de cerámica de tres o cuatro siglos atrás. Entonces el Tajo bajaba con espumas como icebergs en la azuda de La Morana, en la linde de Patrocinio y el más allá. Descubrí entonces que el Tajo oculta la belleza de lo imprevisible, el fulgor de la verdad.

Los ríos no son números. No se pueden reducir a hectómetros cúbicos almacenados o almacenables (o trasvasables), o a metros cúbicos por segundo circulantes. En un río vive la arteria clave de un territorio. Siempre que exploro por primera vez un paisaje, busco cuál es su río, por pequeño que sea. De dónde viene y hacia dónde va. Sin ellos la tierra es desierto, como aquella tarde que crucé andando el esqueleto de un Ojo desecado y quemado del Guadiana. Con la ceniza de la turba hasta la cintura entendí lo que es un paraíso perdido.

Pero ahora hay que irse a los ríos. Al Tajo y al Gallo, escurriendo de la piedra por cada poro. Al Guadiela, con sus los barbos inmensos remontando la corriente desde los fantasmas de La Isabela, a la vera de Ercávica, felices, en ese territorio incierto de Los Castillejos, entre Villar del Infantado y San Pedro Palmiches. Al Mundo, a verlo estallar una y otra vez, salir de las entrañas de su tierra y labrarse su camino sin pedir permiso. Al Júcar, al Escabas, al Cuervo, al Salado, al Dulce, al Tajuña desbordado en barro y reflejos, el Henares bronco. Al Alberche llenando por derecho su puente antes de llegar al Tajo. Al Tiétar recogiendo las gargantas de granito y la nieve derretida en Gredos. Al Guadyerbas y a todos los brazos del Alcañizo, ríos querenciosos de cigüeñas negras y águilas imperiales emboscadas en sus horcajos. A mis ríos de la Jara, a un lado y otro, Piedraescrita caballete y divisoria: el Jébalo y el Pusa, el Sangrera y el Cedena y el Torcón tajado a la sombra del castillo de San Martín… El Estena olvidado, el propio Estenilla, cayendo por Rosalejo hacia el Guadiana en Cijara. Y el Guadiana, la maravilla del Guadiana rompiendo la piedra aguas abajo de La Puebla de Don Rodrigo, labrando sus Hoces a la sombra de la Sierra de los Bueyes, abrazando y tapando el mudéjar del venerable puente de Villarta. Y el Ibor, y el Gualija, y los Guadarranques, y el Guadalupejo, y el Almonte y todos los ríos del mediodía hacia Extremadura. Todos. Y los desamparos de la Mancha, los ríos ya sin agua: la madre del Guadiana bajo Peñarroya… Záncara, Azuer, el Gigüela latiendo y fluyendo, el Córcoles… Y el Tajo. Amputado y olvidado en el territorio de la infamia, entre Bolarque y Aranjuez; pero libre por una vez en Toledo y Talavera de la Reina.

No. Los ríos no tienen que pedir perdón por ser ríos. Primavera afortunada. Gracias.
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lunes, 25 de marzo de 2024

Talavera, Meta y los publirreportajes

La Tribuna de Talavera/Toledo, 22 marzo 2024

Ayer otra vez, esta vez en El País, el antes conocido como Diario independiente de la mañana, al menos cuando lo compraba. Desde que se anunció que Meta vendría a Talavera no es la primera vez que se tira a dar, a derribar el proyecto. No sé si es por la ubicación, Castilla-La Mancha, con su presidente Emiliano García-Page comprometido desde el primer día y su gobierno declarándolo Proyecto de Singular Interés; porque es en Talavera y debemos seguir por siempre en el pozo purgando alguna oscura culpa; o porque a alguien le cae mal Meta o Zuckerberg.

Se atacó por el flanco del agua. Y ahora también por los perjuicios que ocasionará. Que si no creará empleo, que en Países Bajos lo han rechazado... Ahora somos esa «localidad manchega» con un 25 % de paro resignada a lo que le venga, con un Ayuntamiento que no habla, y que tenemos que aprender de Zeewolde, Países Bajos, donde la gente sí que pelea por lo suyo... que de momento no nos ponemos en pie de guerra…

Si es por agua, ya escribí por aquí hace meses que no hay ni un solo problema. Con las dotaciones ordinarias del Alberche, tenemos de sobra. También con los 15 hectómetros cúbicos de regadío que nos ha quitado el actual Plan de cuenca del Tajo para regalárselos a las reservas de Madrid. O con lo que se va por el trasvase, porque recuerdo que la cuenca del río Tajo es excedentaria por ley, y cualquier uso en su demarcación (cualquier uso, repito, cualquier uso) está por encima del Tajo-Segura, un trasvase que solo este año se va a llevar cerca de 350 hectómetros cúbicos -para los exagerados de las cifras, son trescientos cincuenta mil millones de litros– «excedentarios» que darían para enfriar las instalaciones de Meta 500 años. Vamos, que con lo que se está yendo por el trasvase estos días en 8 horas, se cubre la demanda anual de Meta. ¿Qué problema hay? Y si es por electricidad, ahí al lado tenemos todas las fértiles vegas del Tajo inundadas con cerca de cinco kilómetros cúbicos, un fabuloso negocio produciendo energía hidroeléctrica, los dos reactores de Almaraz –a los que últimamente hay que parar, uno hace un par de fines de semana, porque nos «sobra» producción–, y nos están alicatando el territorio sin piedad con placas solares… ¿Qué problema hay?

No tengo nada a favor de Meta. Pero tampoco en contra. Si se quisiera colocar un poco más arriba, en medio del Baldío de Velada, o un poco más abajo, en los llanos de Calera, sería el primero que lo denunciaría. Conozco Torrehierro, todos lo que somos de Talavera o alrededores lo conocemos. Si viene bien; si no, que sigan criando las cogujadas. En Talavera hubo un mercado de Ganados ocho siglos o más porque estábamos en medio de cordeles, cañadas y las autopistas de aquellos tiempos. Ahora el cable de los datos pasa por aquí. A lo mejor tenemos que pedir perdón, dejar que el agua se vaya a crear riqueza donde siempre, y los kilovatios que pone el Tajo sigan rindiendo beneficio en Bilbao. Las dos Españas de siempre, pero las de verdad. No sé qué intereses están detrás de estos publirreportajes. Me hubiera gustado que el mismo foco se hubiera puesto hace unos años en esta ciudad, la de mayor paro de España y buena parte de Europa, incomprensible estando a hora y cuarto del centro de Madrid; con el desguace de sus
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jueves, 21 de marzo de 2024

Demagogia transparente

La Tribuna de Talavera/Toledo, 16 febrero 2024

España es un país complicado. Te coges un mapa de relieve y te explica muchas cosas. No sé ahora, pero antes en la EGB te enseñaban esas cosas. Dónde nacían los ríos, que iban de las montañas al mar, que en el centro había una meseta dividida por el Sistema Central, y que en la periferia la tierra caía abruptamente al mar, menos en las vegas de los grandes ríos, que lo hacía de una manera más suave. Había mapas de colores que iban desde el marrón oscuro y gris de las cumbres y zonas altas, hasta un degradado de marrones y naranjas que se iban transformando en verdes claros según se bajaba de cota.

Recuerdo el maravilloso mapa en relieve de la Caja de Toledo, indispensable para entender esta región novísima. A ver si me hago con uno. Los mapas explican cómo funciona un país, sobre todos los de relieve. En España nos ha dado por concentrarnos en Madrid y en la periferia, en especial la Mediterránea. Y en este país la lluvia mayormente viene del oeste, y los grandes ríos van hacia el oeste, salvo el Ebro. Eso no debe saberlo el presidente valenciano, Carlos Mazón, que se queja amargamente de que el trasvase lleva más agua a Portugal que a los territorios alicantinos y murcianos.

No sé quién se lo habrá contado, pero el trasvase va sólo para un lado, contra natura, y se lleva la cabecera del Tajo. Lo que queda de río, mínima expresión, es ya Jarama en Toledo, y sólo se rehace cuando llegan el Tiétar y el Alagón y el granito de Extremadura. Como el Guadiana se rehace en Alqueva, ya más allá de la raya; y el Duero en los Arribes. Es la geografía. Pero siguiendo la filosofía del presidente valenciano, podríamos desde esta Castilla-la Mancha donante universal de agua, hacer uso de nuestros ríos, que nacen y pasan por aquí. Por ejemplo, toda el agua almacenada en Alarcón y Contreras, en el Júcar y en el Cabriel, enviarla a regar en Cuenca, Albacete y Ciudad Real, a la vez que recargamos acuíferos en la Mancha oriental y occidental. ¿Para qué vamos a dejar que llegue a la Comunidad Valenciana, riegue su huerta, abastezca a varios millones de compatriotas, se trasvase a toda la demarcación hidrográfica, incluido el Vinalopó, y surta de caudal ecológico a la Albufera? ¿Por qué no llenamos y cerramos El Cenajo, La Fuensanta, el Talave y Camarillas en el Segura y el Mundo, y usamos nosotros su agua y dejamos un chorrillo para Murcia y Alicante? Ni siquiera caudal ecológico. ¿Para qué? ¿Por qué no cerramos el trasvase y usamos nosotros el agua del Tajo y montamos entre Aranjuez y Talavera la mayor huerta de Europa al lado del mayor mercado del sur del continente?

Cuando se parió este invento de Castilla-La Mancha las cartas del agua estaban repartidas, y no nos dieron ni una buena. Si, en los planteamientos de Mazón, usáramos los ríos que por aquí nos pasan, quizá la renta per cápita fuera otra. Quizá no estaríamos desde siempre en el furgón de cola autonómico, con la menor densidad de población de todas. A algunos les han llevado el agua. A otros nos demonizan por usarla. Somos de segunda. La demagogia es transparente. Tanto como las aguas limpias que paren nuestras sierras para que, sin tocar aquí -faltaría más- se usen y creen riqueza en la periferia de la meseta que nos sostiene. Porque todos somos españoles. Pero parece que algunos más y con más derechos.
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Gaza

La Tribuna de Talavera/Toledo, 1 marzo 2024

Recuerdo aquel poema de Anna Ajmatova. En la cárcel de Leningrado, haciendo cola mes tras mes. Tiempos de Stalin, Yezhov, la NKVD, el Gran Terror... Una mujer la reconoce. Y otra, al enterarse de que es escritora, le pregunta, en susurros, si podría describir, quizá algún día, «esto». Ella le dice que sí, «Y entonces algo como una sonrisa asomó a lo que había sido su rostro». Siempre, al leer lo ocurrido en el nazismo, o en el estalinismo, me he preguntado por qué se dejó hacer desde dentro. Cómo se permitió la escala de barbarie, si es posible expresarlo así. Y cómo se construyen los mecanismos de represión tanto propios como internos. Más que el por qué, el cómo. El silencio, la sumisión, el miedo, el poder, la aquiescencia... No es escusa que quizá, antes sólo se conociese en las proximidades, y a las lejanías no llegasen nada más que ecos dudosos.

En Gaza asistimos a un genocidio en directo, con todo el desprecio posible hacia la vida. Sí, hemos visto destruir Afganistán, Yugoslavia, Libia, Irak, Siria... Y Ucrania es un moridero retransmitido también por las redes sociales. Pero lo de Gaza supera todos los límites. ¿Hay límites, acaso? En unos años nos preguntaremos -nos preguntarán- qué hicimos en aquel momento. Hoy. Hacia dónde miramos, qué nos poníamos delante de los ojos, en los oídos, para no ver ni escuchar. Para no sentir. Para dejar hacer. ¿Qué fue? ¿Indolencia? ¿Miedo? ¿Abulia? ¿Desprecio sin más?

Me viene a la cabeza, mientras escribo, Vida y destino, de Vasili Grossman. La condición humana sobreviviendo a duras penas allí donde no hay futuro. Pero ahí está. Gaza es un costurón en el humanismo de este planeta. Dejamos hacer. Ninguna mujer de Gaza podrá pedirnos que escribamos lo que está sucediendo para que alguien sepa algún día lo que ocurrió, como aquella mujer ya sin rostro a Ajmátova en Leningrado. Porque lo estamos viendo todos minuto a minuto. Quizá antes, en medio de la barbarie, quedaba la esperanza de que algún día se supiese lo que había ocurrido, que alguien relatase el sufrimiento y el sinsentido. Que sirviera para algo. Quizá para no repetirlo, para ser mejores. Pero ahora lo tenemos delante, cada día. Y no reaccionamos. Quizá lo último, la esperanza en que la verdad aflore, ya tampoco sirve. ¿Qué queda entonces?
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O trasvase o Tajo

La Tribuna de Talavera/Toledo, 8 marzo 2024

O hay trasvase o hay Tajo. Da hasta vergüenza escribirlo a estas alturas. Ni para beber ni para regar. En la cuenca del Segura, si se cumple la Ley de Aguas, no es necesaria el agua del Tajo para beber. Sobra. No existen excedentes en la cabecera del Tajo. No existen. ¿Lo escribo mil veces? Y las reglas de explotación, las de antes, las actuales, y las que vengan, se dictan al interés y bajo la tutela de los intereses trasvasistas, en Madrid y levante, manteniendo artificialmente bajos los embalses, y soltando cada vez menos agua hacia el propio río. El Tajo no importa, tanto es así que ni siquiera tendrá caudales ecológicos hasta 2027, y estos serán ínfimos, muy alejados de los que técnicamente ya aprobó la propia Confederación Hidrográfica del Tajo en el año 2010; y estos caudales irrisorios para un río de la enjundia del Tajo, fijados a regañadientes a resultas de cinco sentencias del Tribunal Supremo, gracias a un esfuerzo técnico y jurídico pagado a escote por ciudadanos y ciudadanas de las riberas del Tajo.

El sainete que se escenifica con la comisión que teóricamente discute los caudales, reservas en Entrepeñas y Buendía y esas cosas, vuelve a retratar un tiempo político tan fatuo como absurdo. No podemos trocear al niño, salomónicamente, en dos o tres pedazos, y repartir el botín. Y creo que Castilla-La Mancha no está en las comisiones del Mar Menor o de Doñana. O sí, quién sabe. Que Murcia y Valencia mantengan su posición de prevalencia sobre la gestión del Tajo, el elemento singular que define nuestro territorio, nuestro mayor elemento cultural y patrimonial, lo sigue diciendo todo. Máxime contando con un marco jurídico que emana tanto de la Directiva Marco del Agua, como de la propia legislación española; y con una encomienda explícita al gobierno central por tratarse de una demarcación hidrográfica de ámbito tanto nacional como internacional. El Tajo es el único río de la Unión Europea que tiene limitada por ley la salida de agua hacia su propio cauce en Bolarque. Tanto es así que ni siquiera se llegan a los umbrales límite, porque se 'ahorra' agua cada mes, con cada vez menos usos consuntivos en el propio río; y limitando los caudales circulantes; ahorros que se quedan para trasvasar. Es tan aberrante el modelo de gestión del Tajo, que la cabecera, a efectos de planificación, sigue amputada del propio río. Es la cabecera del trasvase, como indica el Plan especial de sequía, no del Tajo, que no se nos olvide. Y el Plan de cuenca no la toca, porque depende de una ley, la del trasvase… Y así todo el inmenso y delirante aparataje jurídico que tiene constreñido en una camisa de fuerzas al río. El Tajo es un río muerto y estrangulado. Incluso en 2027 lo seguirá siendo. ¿Responsables? Elija.

¿Qué se puede hacer? Poner orden en la gestión del Tajo. Que no siga siendo una hidrocolonia, gobierne quien gobierne en Madrid. Que aquí nos pongamos las pilas de una vez por todas, en Castilla-La Mancha, Toledo, Talavera de la Reina… al menos. Madrid va a lo suyo. Que saquemos de una vez del cajón los planes de gestión, con sus caudales asociados reales y temporales, de los espacios de la Red Natura 2000 asociados al Tajo en su recorrido por Castilla-La Mancha … Y que tengamos claro de una vez por todas que ya está bien, que no sirven más componendas, que hemos perdido muchos años anteponiendo otros intereses a los del Tajo, dejando hacer, utilizándolo como moneda de cambio… Que llevamos 45 años de trasvase y con un río desahuciado. O Tajo o trasvase. No hay término medio.
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miércoles, 20 de marzo de 2024

El Calderón

La Tribuna de Talavera/Toledo, 15 marzo 2024

El Calderón es el cine. Uno de los cines que tuvo Talavera. Ahora duerme tapiado en la plaza de los Descalzos, junto al mudéjar de Santiago y al silencio empedrado de la calle de San Sebastián. Si usted indaga verá que existe un proyecto para derribarlo, convertirlo en una plaza, y al lado levantar un bloque de pisos, uno más de los que pespuntan el casco antiguo de la ciudad. Este edificio ya no brotaría en los especulativos y piqueteros años setenta del pasado siglo, sino bien avanzado el XXI, lo que viene a demostrar lo poco que aprende esta ciudad. O que siguen mandando los de siempre, gobierne quien gobierne en la Plaza del Pan. Si usted indaga un poco más puede encontrar la ficha de este edificio en el Inventario de bienes inmuebles que sirvió de urdimbre a la declaración del Conjunto histórico de Talavera de la Reina un lustro atrás. El Convento de Santa Ana de los Descalzos de San Francisco, su historia, avatares, la primera proyección cinematográfica en las postrimerías del siglo XIX.

El edificio y su entorno quedaron y quedan dentro del perímetro protegido del Conjunto. Los restos del convento con protección estructural. Pero eso creo que importa poco. Tanto como que se haya dado el visto bueno a otro proyecto de pisos con aparcamiento subterráneo junto a la colegial, con las retroexcavadoras hurgando de nuevo en los niveles romanos y liquidando todo lo que queda por encima. Y es que el tiempo no pasa para Talavera de la Reina. Todo sigue siendo posible.

Como ciudad nos deberíamos plantear si queremos conservar nuestro patrimonio más allá de los papeles. De verdad. Si queremos mantener algún anclaje a lo que fuimos; y referencias para un futuro posible. O si seguimos dejar haciendo. Debemos tener claro, por ejemplo, si queremos ser una ciudad de futuro, con Meta y lo que venga asociado; o mejor queremos plantas de gestión de purines a gran escala. Saber lo que se quiere, algo de visión.

El Calderón es historia. Pero de la de verdad. De la grande y de la de cada uno. Quizá un día a las imágenes en blanco y negro del desmontaje de la iglesia de San Pedro, de las puertas de la muralla, de la cárcel de la Santa Hermandad… sumemos en color las del derribo del Calderón. Espero y deseo que no. Sería otro bajonazo a la ciudad, a su/nuestra memoria. Otro costurón a sumar a tantos de los que hoy nos arrepentimos.
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