La Tribuna de Talavera, 6 mayo 2011
Como un submarino de las películas en blanco y negro de los cincuenta, en el fondo del océano, con los motores averiados, con los torpederos alemanes pasando por encima, y con el oxígeno acabándose. Esto es la realidad de España/Castilla-La Mancha/Talavera de la Reina. Pero como da lo mismo, tampoco voy a complicarme más la vida en decir más por qué, causas y efectos. En la España donde nunca pasa nada, de la inercia y la molicie, el problema son los árbitros que pitan o no pitan, que expulsan o hacen la vista gorda; no las Autonomías despilfarradoras en aeropuertos insensatos, que hacen leyes a la carta para amigos, hunden regiones, cajas y lo que se tercie; o los nacionalistas que cortan el bacalao y los presidentes de gobierno que los rinden pleitesía; o una España asimétrica, escorada hasta la náusea, que sólo se sostiene por el profundo analfabetismo patrio, y que tragamos porque estamos tan felices con esta gestión autonómica/cortijera. ¿Opinar? Hoy no toca. Ya he opinado bastante durante ocho años.
Me quedo con la verdad. Al menos la mía. Porque ver trocear un conejo a la hembra de imperial y con qué delicadeza alimenta a sus pollos; o pasear la orilla del Tiétar bravo de primavera, detrás de las nubes, eso sí es la verdad. El resto, títeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario