La Tribuna de Talavera, 30 septiembre 2011
Un problema grave, a la vez que escapatoria común para la política mediocre, es confundir el fondo con la forma, es decir, el contenido con el continente. Plantear liquidar la feria de San Mateo de Talavera de la Reina entra dentro de esa categoría, tan al uso en la política actual de cartón piedra, donde la desconexión con la calle es absoluta. Liquidar San Mateo, aparte de llevarse por delante la tradición de una ciudad como es Talavera de la Reina, ciudad con mayúscula por su historia, por su lugar en ella, por sus gentes, por todo lo que ha sabido aunar, por sus virtudes y defectos…, en el fondo escenifica una política de retirada, filosofía de la decadencia. Porque vamos a ver: el problema de Talavera de la Reina es que no hay un puto duro, que no hay nada que hacer porque la ciudad está quebrada; que ya está aquí escrito que cuando las vacas gordas no tuvimos cojones para pedir lo que nos correspondía, y que con la que está cayendo las hostias nos vienen todas juntas. ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a calcar la política que ha perpetrado el PSOE contra Talavera de la Reina? ¿Es que ése va a ser el sino de esta ciudad? ¿No queremos molestar en Toledo? Que ese cuento nos lo sabemos…
Vamos a ver: hay que recuperar el fondo agropecuario de Talavera de la Reina y su comarca –hoy, sin ir más lejos, se inaugura en Zafra, provincia de Badajoz, una pedazo feria internacional de ganado y maquinarios, que diría don Ángel Monterrubio–; hay que liquidar de una vez la nave de Torrehierro, y traer el Mercado a Talavera, sí, aquí, al lado de la ciudad, junto al Tajo, buscar la unión, la cercanía; y que el pasado y la tradición cimenten el porvenir. Eso es visión de futuro. Y hay que hacer ferias fuertes, con personalidad, con fondo y poso, porque claro, las ferias han de ser algo más que los cachivaches y la plaza de la comarca, que eso es el envoltorio, la forma, el lazo. Ferias con ganado, exposiciones, que no todo se va a quedar en Ciudad Real. Y hay que traer a la Presidenta, a doña María Dolores de Cospedal a Talavera de la Reina, pero no sólo a que se enrede con las telarañas del Casino, sino a las calles, a que vea lo que hay, o mejor, lo que no hay, lo que falta. Y hay que poner a esta ciudad donde se merece, no rebajarla más. La enfermedad no se cura atacando los síntomas, sino yendo a la raíz. Y, por favor: ideas felices, las justas, que no está el patio para aguantar tonterías.
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