martes, 5 de febrero de 2013

Casi los años del tango


© Javi García La Tribuna de Talavera


Hoy La Tribuna de Talavera celebra 15 años en la calle. El diario de Talavera de la Reina comenzó allá por 1998, hace ya mucho tiempo. Llevo escribiendo en él desde otoño desde ese mismo año, y desde entonces he tenido el honor de que me publicaran más de 750 artículos y columnas de opinión. Un diario es el devenir de un tiempo, pero también es el cariño que se pone en cada artículo, en cada página. El periodismo es eso: contar sabiendo que hay alguien al otro lado que escucha.

Este es el texto de urgencia que escribí para esta ocasión. Incluyo (sin su permiso), el dibujo que Javi García, nos ha dedicado a Miguel Méndez y a mí entre los personajes de la ciudad que más juego han dado en estos años fronterizos de cambio de siglo.

Todo evoluciona, todo cambia, pero siempre, al menos yo, necesitaré abrir un periódico por la mañana, oler la tinta fresca y sentir el frío del papel después de una noche de viaje desde esos lugares mágicos donde la palabra se hace tangible.

Casi los años del tango

Llega un momento en que dejas de contar el tiempo que pasa por años. Luego por el espacio que hay entre uno y otro Mundial de fútbol. Y más adelante por décadas. Es cuando te aproximas a esa unidad de medida que son los años del tango, los veinte años que no son nada y lo son todo. La Tribuna de Talavera, el diario de Talavera de la Reina y su tierra camina rumbo de los veinte años, cumple quince, y ya van los mismos desde que llevé mi primer texto para que me lo publicaran.

El tiempo tiene sus medidas. Aunque en realidad en la vida sólo hay dos formas de encararlo: buscándolo delante, en el tiempo que te queda. O detrás, sobre el tiempo vivido. En algún momento de la existencia debe aparecer un punto de inflexión, un cambio de rasante donde se marque la raya. Quizá no sea nítida, pero sabrás que ahí está. Quince años escribiendo pueden parecer muchos. Pero no lo son. Al final todo es un suspiro. Y la evolución de tu ciudad, de tu tierra, va quedando ahí, en el diario de Talavera. Sus tiempos buenos, los malos, las desilusiones, las certezas, la sensación de que todo pudo haber sido de otra manera y quizá mejor. Como una vida. Un diario es una línea de puntos que te dan la gráfica completa de un tiempo, de una época. Las ondas de la evolución de una sociedad, su dependencia, y su determinación.

No estoy conforme con la suerte de Talavera y su tierra. Creo que las cosas podrían y deberían haber sido mejores. Mis argumentos y mis desesperaciones han quedado aquí en estos años. Pero como aún no he subido esa cuesta, y pienso que la vida es lo que queda por delante, estoy seguro que lo mejor está por llegar. Talavera vive en un arrabal de su tiempo. Ciudad de esquina, tierra que se vacía, su tiempo aún está por llegar. Creo que hay mucho trabajo por delante, empezando porque nos creamos una ciudad, y no una sucursal, un mero sacadero de votos y si te he visto no me acuerdo. El futuro pasa porque nos respetemos y nos hagamos respetar, y porque seamos conscientes cada uno de nuestra responsabilidad. Los mercenarios campan y han campeado por esta tierra con demasiada ligereza. Los resultados ahí están.

Hace unos días encontré en un almacén miles de ejemplares de La Tribuna. La historia de varios años de la ciudad apilada en bloques de dos metros de altura. En el mundo digital intangible en el que intentamos sobrevivir, es difícil hacerse ya a la idea de lo que es el tiempo en papel. Ojeé algunos, busqué alguna de mis columnas, las de otros compañeros, noticias que un día fueron importantes. Personas que ya no están. Quince años no son nada, pero dejan surco. Y te dicen con mucha fuerza que la vida está ahí delante. Aún por hacer.  

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