lunes, 15 de agosto de 2011

Cumbre, el espectáculo de la vida




Probablemente éstas sean algunas de las últimas imágenes de Cumbre en su nido, uno de los tres pollos de águila imperial ibérica nacidos en uno de los nidos que esta especie tiene dentro del Parque nacional de Cabañeros. Durante varios meses he seguido las evoluciones de la familia: la incubación incansable en una primavera fría y lluviosa, con tormentas y viento que meneaban sin delicadezas al alcornoque. Luego el nacimiento de los pollos, los tres; el comportamiento cainita de Cumbre que obligó a los técnicos a llevarse del nido a los dos hermanos, y dejarlos en otros nidos. Especialmente "divertido" fue el día en que cumbre lanzó literalmente por la borda a sus hermanos, que a duras penas lograron subir de nuevo a la plataforma. He visto crecer al pollo, convertirse en un volantón, lanzarse a sus primeros vuelos, piar incesantemente a los padres que decidían recortarle la alimentación mediado julio. Un espectáculo de primera magnitud.

Hay que dar las gracias a SEO/BirdLife y a los patrocinadores que han hecho posible esta maravilla. He pasado muchas horas de trabajo acompañado, escuchando la sinfonía del bosque mediterráneo, el canto de las aves que pululaban alrededor del nido, el pasar lejano de los aviones a reacción, los jabalíes hociqueando abajo, entre la hojarasca, el piar de las culebreras y ratoneros en celo, los ruiseñores incansables. Y las tormentas sobre los Montes, los truenos de mayo, los aguaceros rompiendo contra la vegetación. Algunas veces, si estabas atento, te llegaba incluso el olor a jara y a monte, estabas allí, porque además de la gran calidad de la imagen y el sonido, estaba la cercanía de lo propio, de la naturaleza más auténtica.

Lo que hace SEO/birdLife es educar con mayúsculas, y esto, en un país con profundas carencias en quererse y querer a lo propio, lo nuestro, es vital. Traer un nido de águila imperial a nuestras casas es un privilegio. He seguido durante años a nidos de águila pescadora en Escocia o Norteamérica, o de águilas calvas también en Norteamérica. Pero el águila imperial es diferente. Es nuestro. Sé lo que implica su conservación, su importancia, el esfuerzo que conlleva, el valor de la especie.

Espero que los problemas que pueden impedir la continuidad del proyecto para el próximo año se solventen. Hacen falta altura de miras por pate de las Administraciones y empresas implicadas. Conservar sin educar ni enseñar, es muy difícil. Sería una pena eliminar esta increíble herramienta de conservación y conocimiento. Enhorabuena a SEO/BirdLife. A partir de marzo de 2012, más.

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