viernes, 3 de abril de 2015

El Tajo: la gran traición de Cospedal

Foto: Efe

Nunca en una legislatura se perdió tanto en el Tajo. Cospedal pasará a la historia por muchas cosas, pero una de ellas será sin duda por rendir las plazas hidrológicas de Castilla-La Mancha, especialmente el Júcar y muy concretamente el Tajo. Es difícil encontrar una explicación más allá de estas dos: o nos ha vendido y traicionado completamente y por algo que se me escapa (historias de partido, presiones…); o ha actuado desde la máxima ignorancia y frivolidad, que conociendo el asunto se me hace difícil aceptar. En cualquier comunidad autónoma seria de este país (si hay alguna) la consejera de Fomento debería estar en la calle desde hace muchos meses. Su incapacidad y la de sus subordinados para gestionar la negociación de los planes de cuenca, ha sido y es más que manifiesta. Y los resultados los tenemos hoy 3 de abril de 2015, en una cabecera del Tajo desangrándose con trasvases “legales” y manifiestamente ilegales; y un Tajo que es un reguero de espumas a su paso por Toledo, o un chorro más aparecido a un regato en Aranjuez. Y para qué hablar de Talavera. Que no me vengan los palmeros y voceros del PP y de la presidenta con lo de los 400 hm3 en cabecera y el logro histórico y tal… Eso va en su sueldo, y allá cada uno con las tonterías que dice. Pero por favor un poco de respeto a la inteligencia, al menos del que está escuchando.

Cospedal tuvo en sus manos el Plan de cuenca del Tajo. Y puedo haber exigido un plan similar a cualquiera de los aprobados para el resto de los ríos españoles. Sólo eso. Pero no. Prefirió un plan de cuenca amañado, amputado, y donde las dos mayores ciudades de la provincia de Toledo, la propia capital y Talavera de la Reina, no contasen con caudal ecológico, sino unos eufemísticos “caudales legales” lineales (iguales todo el año) muy inferiores a los determinados por los métodos que fija la Instrucción de Planificación Hidrológica, y por tanto fuera de la legalidad. Y prefirió también, someter a la penuria más absoluta a los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía, cercenando sus posibilidades de desarrollo, pues mientras todos los embalses españoles rondan el 80% de llenado, allí tienen que conformarse con un 20-25% casi crónico. El “Mar de Castilla” es ya el Mar de Aral de Cospedal, porque ha santificado y firmado su desecación, sin importarle un bledo la suerte y la economía de la zona.

El plan del Tajo aprobado en 2014 es una auténtica chapuza, un encaje de bolillos para trocear el eje del Tajo en el tramo Bolarque-Talavera de la Reina, para eludir espacios protegidos, y poder fijar unos caudales irrisorios. Cospedal pudo decir que no a esto. Pero prefirió trabajar afanosamente para los regantes, terratenientes y el lobby del trasvase, quizá porque a su partido le interesen más los votos de Murcia, o porque en los “delicados” equilibrios de poder, la actual presidenta de Castilla-La Mancha prefirió defender su sillón, que su juramento como presidenta de todos los castellano-manchegos.

La cabecera del Tajo y el propio Tajo se han convertido en el juguete roto de los regantes del SCRATS, con la absoluta complicidad de Cospedal. Para ellos (regantes del SCRATS y María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha, repito) el Tajo es un mero barreño que apurar hasta la última gota. Para los ciudadanos ribereños del Tajo debe ser un RÍO, tal como establece el sentido común y las leyes que amparan el derecho constitucional del ciudadano para disfrutar de un entrono acorde y saludable. Pero no es así. Aquí ha vencido la explotación minera. Las dos visiones son antagónicas. O río o trasvase Tajo-Segura. Porque no voy a entrar en lo dicho muchas veces: desde el punto de vista hidrológico, ambiental, social y económico, el trasvase Tajo-Segura es absolutamente insostenible.

La actual situación de Entrepeñas y Buendía con respecto al Real decreto 773/2014 es de Nivel 3, situación de Excepcionalidad, y por tanto la decisión corresponde al ministro o ministra de turno, pero siempre hasta un tope máximo de 20 hm3/mes. Esto es así porque a principios del mes de abril las existencias en Entrepeñas y Buendía eran de 574,627 hm3, y el real decreto establece un nivel de 586 hm3 para el 1 de abril. Recuerdo que ya la Confederación Hidrográfica del Tajo, por mediación de su Comisaría de Aguas, certificó que “que en el día de hoy, 8 de marzo de 2014, se ha alcanzado un volumen embalsado conjunto en Entrepeñas y Buendía de 900 hm3, por lo que en cumplimiento de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de Evaluación Ambiental queda automáticamente establecido el umbral mínimo no trasvasable de 400 hm3 de manera permanente.” Por tanto no hay espacio para “interpretaciones” de la regla de explotación que así mismo fija el 773/2014. Además, la reciente sentencia del Tribunal Constitucional también vino a anular la Disposición transitoria segunda, que escalonaba la entrada en vigor del nuevo umbral hasta 400 hm3 en varios años.

El trasvase aprobado para abril por no sé sabe muy bien quién, con sordina y oscurantismo absoluto, y anunciado por el presidente del SCRATS (Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura), como no puede ser de otra manera pues es el verdadero dueño del Tajo, delinea una realidad delirante: el Tajo es una hidrocolonia, presa en un Guantánamo legislativo bochornoso e inaceptable para los que le sufrimos.

Tenemos y aguantamos estoicamente un marco legislativo insostenible, enmendado tanto por el Tribunal Constitucional como por dos dictámenes de la Defensora del Pueblo. Y a la espera de sentencia del Tribunal Supremo a los recursos presentados desde diversas instancias, entre ellas la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche de Talavera de la Reina, al propio Plan de cuenca del Tajo de 2014 y sus adendas del Memorándum, Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental (destrozada por la sentencia del Constitucional), y el Real decreto 773/2014 de gestión del Tajo-Segura, hijo del anterior e igualmente inconstitucional en muchos de sus contenidos.

Mientras, a 1 de abril en la cuenca del Segura la situación es de absoluta Normalidad (según los índices de sequía de esa cuenca), con los embalses a un nivel muy alto, 652 hm3 del Segura, más 99 hm3 trasvasados “almacenados” en el propio Segura. Allí se puede hacer turismo en los embalses de cabecera porque están llenos... Los regantes “tradicionales” tienen tanta agua que incluso pueden venderla a los regantes novísimos del Tajo-Segura (incluso a precio más caro que la del propio trasvase, para que veamos lo hipersubvencionada que está el agua del Tajo a 300 km del propio río); y los abastecimientos en el Segura están más que garantizados, tanto para la Mancomunidad de Canales del Taibilla, como para los usos turísticos en Murcia y Alicante, puesto que como también he dicho en varias ocasiones el sureste es la subcuenca española que mayor garantía de abastecimiento tiene, tanto es así que no se cumple la ley de aguas respecto a la prevalencia de usos, y los regadíos se anteponen a los abastecimientos… Y están tan sobrados que se pueden dar el lujo de tener desaladoras completamente paradas. Otra cosa es que el SCRATS y los partidos mayoritarios de la zona usen el agua como arma de presión, engañen a sus ciudadanos, y recurran a la “sed histórica” del sudeste español, para apuntalar sus negocios… unos de lechugas y otros de votos. Algo ya tan anacrónico como falso.

¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo no podremos disfrutar del Tajo? ¿Hasta cuándo el Tajo será un río secuestrado? ¿Por qué el gobierno de Castilla-La Mancha no exige que se cumpla la legalidad, que al menos tenga la vergüenza de decir algo? ¿Por qué al gobierno de Madrid no le importa la suerte de Aranjuez y el estado del río que atraviesa todo el sur de la comunidad? ¿Qué tenemos que hacer para que se cumpla la ley con el Tajo, y no que la ley se dicte a capricho de intereses de los explotadores a orillas del Mediterráneo? ¿Hasta cuándo tenemos que aguantar?


Miguel Ángel Sánchez, Presidente de la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche de Talavera de la Reina

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