viernes, 16 de diciembre de 2016

Las piedras de trueno

La Tribuna de Toledo, 16 diciembre 2016


«La última tormenta había movido las retamas del techo de la choza y el agua chorreaba por el hombro de la parturienta. Estaba sola desde hacía dos días». Así principia Las piedras de trueno, el último libro de Miguel Méndez-Cabeza Fuentes, médico, escritor, estudioso, y la persona que más conoce y que más ha trabajado por esta tierra que con epicentro en Talavera de la Reina, se expande entre Gredos y el Guadiana de norte a sur; y desde la frontera de la Lusitania al este hacia la raya confusa del oeste suavizada de encinas y vientos atlánticos, de dehesas que caen al Tiétar y al Tajo. Miguel Méndez conoce, muestra y enseña. Bukowski escribió eso de que un intelectual es el que complica una cosa sencilla, y un artista es el que hace fácil lo complejo. O algo así. Miguel tiene la capacidad innata de analizar y traducir lo que le echen, con la pasión de quien ama su tierra y, sobre todo a su gente. Miguel es un artista, intelectual/hombre del Renacimiento, que sabe porque tiene muy claro que en el vino machadiano de las tabernas reside la sabiduría, y sobre todo el conocimiento de tu tiempo.

"Miguel es un artista, intelectual/hombre del Renacimiento, que sabe porque tiene muy claro que en el vino machadiano de las tabernas reside la sabiduría, y sobre todo el conocimiento de tu tiempo."

Las piedras de trueno es su nueva novela. Ambientada en el tumultuoso siglo XV castellano, Méndez traza un fresco de dos vidas paralelas, que se van entremezclando e impregnándose de la personalidad de su época. Álvaro de Luna y Juan de Guadalupe, el poder y la necesidad, y siempre la fuerza de la vida, que trepa y crece, que resiste pese a todas las penurias y trampales de la vida, como un acebuche cobijado en una cuarcita en una risquera

Miguel ha pateado los caminos. Probablemente todos, y se ha manchado las botas con el barro espeso de las rañas de la Jara, con la hierba fresca de las cañadas, y ha trepado a todos los riscos y recorrido los valles. Lee los paisajes con la agilidad de un águila. Y es un hombre siempre de cercanías. Eso le permite delinear personajes reales. No hay artificio. Miguel quiere a su tierra, y a las gentes sencillas que han levantado con cada uno de sus oficios y penas, día a día, generación a generación, las piedras más discretas pero nobles de la Historia.

Es difícil -antes y ahora- encontrar hombres libres. Como los ríos limpios y sin domesticar, los hombres dueños de su destino son cada día más difíciles de encontrar. Miguel Méndez-Cabeza es un hombre libre, algo que escasea, que se va extinguiendo, en estos tiempos que cruzamos más dados a medianías y a simplezas.


"Miguel Méndez-Cabeza es un hombre libre, algo que escasea, que se va extinguiendo, en estos tiempos que cruzamos más dados a medianías y a simplezas."

He disfrutado mucho leyendo Las piedras de trueno. Tanto como recorriendo las viejas tierras de Talavera con Miguel. Hemos peleado durante años por dar a conocer la situación del Tajo, por rescatarlo de los fuerzas oscuras que lo mantienen secuestrado. Y ha sido, es, un privilegio. Con Miguel los paisajes y el tiempo cobran relieve, hablan y reviven como si la capas de la historia se desplegaran ante ti. Ahí tienen su nuevo libro. Un regalo y un lujo para todos los que amamos nuestra tierra.

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