La Tribuna de Toledo, 10 marzo 2017
Ya están aquí los vencejos cruzando el cielo amurallado de albarranas de Talavera. Y en nada llegará mayo y se cumplirán dos años de las elecciones municipales de 2015, el paso del ecuador de la legislatura/mandato local. A medio camino es el momento de echar un vistazo, atrás y sobre todo hacia delante, en especial en Talavera de la Reina, donde las cosas se olvidan demasiado pronto, y las telas de araña, derrotismos y marginaciones históricas varias marcan la agenda, más allá de la capacidad de gestionar, traer proyectos ilusionantes y convertibles en puestos de trabajo y riqueza.
Las elecciones de mayo de 2015 no dieron al PP una mayoría absoluta. Sólo 11 concejales de los 25. Es decir: hay posibilidad de una mayoría fuera del PP y de la no política de piloto automático hacia Talavera seguida a pies juntillas hasta el momento. Y es que en otros lugares de España (de la provincia y de la propia Castilla-La Mancha), otros modelos de gobiernos nuevos sí están dando resultados para sus ciudades. Los proyectos, las iniciativas, los resultados no llegan solos. Hay que pensarlos, trabajarlos y pelearlos. Pero por aquí no hubo tiempo a otro modelo de gestión: Ciudadanos a las primeras de cambio se acomodó/empotró adosándose al PP con sus dos concejales, y se acabó lo que se daba. A sestear. Tanto la acción de gobierno como la propia ciudad. Y en esas estamos.
De nada sirve trabajar, presentar mociones, iniciativas, estudiar y plantear alternativas, si al final todo acaba en los cajones, y ves cómo las posibilidades se diluyen, se van a otros lugares, y aquí seguimos en la política de anteproyecto de propuesta de estudios previos de análisis preliminares de milongas varias que siempre acaban en humo. Y es que la situación de Talavera no es casual. Es fruto de una acción de gobierno de décadas perfectamente visible ahora mismo. Fotografías, decálogos, papeles y pocos hechos. La política es la capacidad de hacer realidad lo planificado. De dar respuestas a tu comunidad. De liderar y dirigir. Entender la política como un equilibrio de intereses al servicio del partido, arroja el resultado de la Talavera actual. En política cuentan los resultados, y lograr cifras en los presupuestos tanto del Estado como de la Junta. No lamentaciones, declaraciones y fotos huecas como la de ayer de tres de los cuatro portavoces y alcalde, escenificando perfectamente el paradigma de (casi) todos con lo de siempre.
A medio mandato la visión de la gestión de gobierno municipal suspende. Pero no olvidemos que 14 son más que 11, aunque cada uno deberá aguantar su responsabilidad, por activa o por pasiva. Nada es definitivo, o no debería serlo, más cuando queda claro que la situación es inestable y errática. Podemos desviar la atención a movimientos “apolíticos” de teórico nuevo cuño que en ningún caso cuestionan el pacto de gobierno municipal, o a manifestaciones urgentes de parte, que acuden a actuar como vacuna o antídoto, o el “todos a una” que sólo vienen a apuntalar la situación actual, es decir, a los mismos de siempre, a los responsables. Pero el problema es otro. Y el tiempo y las oportunidades siguen pasando.
Y éste es el resto.
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