La Tribuna de Toledo, 17 marzo 2017
Se les ha ido la mano con Talavera. Si usted lee esto desde Toledo o desde la zona oriental de la provincia, quizá crea que ya estamos con lo siempre. Que ya vale y tal. Que nos dejemos de lloreras y del cuento de la marginación y mandangas varias. Pero no. Se les ha ido la mano con Talavera, al Estado, la Junta, la Diputación... Estamos tardando en manejar el concepto también manido por otros territorios de deuda histórica con Talavera. No es ombliguismo. Es simple análisis. Se les fue la mano con Talavera, antes, pero también ahora andan con el paso cambiado, tanto en el Estado comandado por Rajoy, como en la Junta y en la Diputación del Psoe de Page.
Y claro, el vaso rebosó hace tiempo, con un cuarenta y tantos de paro, con el colapso social que hace que dos o tres generaciones se hayan marchado o estén en ello, y con la pérdida de un capital humano irrecuperable. El vaso rebosó cuando se convirtió a Talavera en un gueto, cuando se la sacó del mapa del transporte, por ejemplo, a finales de la pasada década. Cuando se la secuestró el Tajo y el Alberche. Cuando se rieron de los regantes del Canal Bajo postergando sine die la modernización. Cuando se decidió que las periferias no manchegas de la región quedaran como costra, extrarradio, y ahí claro quedó Talavera y su tierra. Toda. Tan vacía y dejada hoy que duele recorrerla y sentirla.
Evidentemente, todo eso no fue sólo por la “inquina” de Toledo y Madrid, de los Bono, Barreda, Cospedal y Page. Fue posible por una larga lista de abajo firmantes, responsables y que asintieron, callaron, y permitieron. Ahí están las hemerotecas, las promesas, las mentiras, los dobles juegos. Y ahí estamos los talaveranos, silentes, votantes, confiados una y otra vez, desesperados ya, engañados mil veces, insultados con cada anuncio, con cada plan estratégico de cartón piedra, cada estudio, anteproyecto. Con cada vacío publicitado y lanzado a la cara ya como desprecio, y que sólo vienen a recordarnos la brecha entre la Talavera real y la que pudo y debió haber sido.
Los viejos moldes no sirven. Quienes se han turnado en el poder y han venido permitiendo desde la alcaldía la amputación de las posibilidades de la ciudad, no pueden pedir más tiempo, más oportunidades, más recorrido para más promesas y más décadas vacías. El gobierno de Rajoy no contempla nada para Talavera en los presupuestos del Estado, ni para electrificación y desdoblar la vía, ni para el plan de riberas, ni para Torrehierro, ni para modernizar regadíos... Page troceó la ITI prometida para Talavera en seis pedazos, hace más de un año de ese anuncio del plan especial anunciado en la vaquería de Talavera la Nueva, y ya debe quedar poco para que nos anuncie otro igual de “generoso”. Sería un error gastar las esperanzas de la gente en un ajedrez de intereses ajenos a los de la ciudad, buscando equilibrios a medio plazo para aquí o para Toledo, pero en ningún caso anteponiendo el verdadero interés general.
No estamos en el mapa. Nos han sacado y lo hemos permitido. Nos han programado para languidecer, desaparecer, pintar poco o nada. Han/hemos conseguido/tolerado aquí décadas de gestores políticos al mando sumisos y colaboracionistas. No sólo lo digo yo, también los hechos y las consecuencias. ¿Cómo nos metemos de nuevo? Esa es una de las preguntas. Y la otra, saber si vamos a continuar permitiendo y acatando la liquidación programada de Talavera. Está en nuestras manos decidir.
1 comentario:
Talavera perdio importantes funciones urbanas (comercio, textil, ...) y nunca se encontraron nuevas funciones para revitalizar la ciudad, siendo la función administrativa, ejercida por funcionarios esencialmente, casi inexistente a diferencia de lo que ocurre en las capitales de provincia.
Publicar un comentario