La Tribuna de Talavera, 9 marzo 2012
La vida es un concepto de escalas. En Maestría nos enseñaron con fruición la diferencia entre lo macro y lo micro en esos mapaplanos que entiende mi amigo Rafael Gómez. Yo siempre he confundido los mapas con los planos, quizá por esa querencia a amalgamar y mezclar los ingredientes de la vida, como se guisan los chorizos en la artesa. Pero reconozco que no es así, que cada cosa a lo suyo. Estas reflexiones me vienen a las mientes estos días mientras sigo a las primeras golondrinas, veo llegar a aviones y vencejos, y los cernícalos y los elanios buscan el mejor chaparro para hacer el nido. El otro día me despisté y puse la radio regional, la pública, la que pagamos todos. Y había un tipo en la tertulia de la mañana, el presentador, el que iba sobrado, que en un momento determinado preguntó que qué era eso de GICAMAN: ¿Es Gicamán o Xicamán?, dijo el interfecto con resonancias de QuiXotes varios. Uno de los tertulianos le echó el capote. Y acto seguido, mientras el elanio de la curva de Hormigos se paraba en su señal de prohibido adelantar, volví a poner por quinta vez el cd de Bruce Springsteen, uno de los 70, lo más moderno del año.
El problema de los paracaidistas que nos caen en esta región, es que aún no se han dado cuenta de que no gobiernan Madrid, con un PIB por kilómetro cuadrado 50 veces superior al de Castilla-La Mancha. Si no se sabe qué es GICAMAN, es complicado que sepamos por qué tenemos que mantener al médico de Parrillas, los colegios de La Jara, o arreglar una carretera en la behetría de Molina. Los paracaidistas norteamericanos que tiraban sobre Francia llevaban un pequeño diccionario con lo básico y un mapaplano-croquis. Estos –políticos/periodistas/opinantes– se han visto dos capítulos de José Mota y se creen que han inhalado el manchegismo más profundo. Van sobrados. Y no los líes con eso de que no toda Castilla es la Mancha, que están muy tiernos. Castilla-La Mancha, para el perfil que nos lleva esta primavera temprana, es lo que queda más allá del AVE en Toledo: terra ignota, que desamortizar, ingobernable, alfoces que ceder a las nuevas órdenes de caballería privatizadora.
Lo que no se quiere, ni se valora ni se entiende ni se defiende. Y es lo que le está pasando a esta Castilla-La Mancha. Con una presidenta a tiempo muy parcial, sin confianza para delegar en un gobierno fuerte, esto se derrama como las estelas de los aviones, mientras enzarca el paisaje y el futuro. Hoy nos quitan 30 médicos en Talavera, 11 en Urgencias. Y no pasa nada. Lo de Castilla-La Mancha huele; pero lo de Talavera de la Reina y su comarca duele. Tomamos nota.
4 comentarios:
Lo que no se quiere, ni se valora, ni se entiende ni se defiende. ¡Y qué verdad es! Es imposible describir mejor el actual NO-GOBIERNO en esta Región. Falta un modelo de Región, un modelo de gestión y un modelo de conocimiento. ¿Por qué no cerramos ya de una vez esto de la JCCM? Seguro que sí se reduciría el déficit sin necesidad de recortar en la compra de bisturíes para las hospitales públicos. Gracias por tus columnas. Beltrá Tocinete.
Ajustado y cierto. Un saludo.
Está claro que para querer y para valorar, hay que conocer. Y hay que implicarse. No soy talaverana, pero me duele esta tierra casi desde el primer día en que la pisé. A mi también me desespera ver determinadas tertulias, o escuchar al consejero de turno decir que no es necesaria la autovía del Campo de Montiel, mi campo ¿Saben dónde está? Si ni tan siquiera saben que por aquí pasa el Tajo.
El gobierno que tenemos me recuerda a los americanos de Mr. Marshall. lio malo es que, éstos no han pasado de largo. (Picapleitos)
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