La Tribuna de Talavera, 13 julio 2012
Playa de Los Arenales. Talavera de la Reina. Años 70.
Hay muchos motivos para salir
mañana a la calle con los agricultores del Canal Bajo del Alberche. Algunos de
ellos los he ido exponiendo en esta columna en los últimos años, con mayor
indignación si cabe desde que en el año 2005 –hace cuatro días– una decisión
política bastarda, regaló el Alberche completamente al Canal de Isabel II y a
la Comunidad de Madrid. Pero más allá de los números, de las necesidades, de
las prioridades… está la dignidad y la justicia. Talavera de la Reina y su
comarca han sufrido una poda brutal en las últimas décadas. Que el Tajo se vaya
por un tubo a Murcia, y que el Alberche por otro a Madrid, simbolizan perfectamente
la dejadez hacia esta tierra. La decadencia de Talavera tiene su reflejo en sus
ríos moribundos, en el Alberche seco, y en el Tajo como un hilo colmatado de
sedimentos y carrizales. Sé que Talavera de la Reina no renacerá hasta que lo
hagan sus ríos, porque hay un hilo invisible que une sus destinos. El robo del
Tajo y el Alberche ha sido el robo del futuro de la ciudad y su comarca.
Mañana hay que salir a la calle
por dignidad y por justicia. El Alberche no es un río de Madrid. El Tajo
tampoco de Murcia. Los ríos son del paisaje que los ve acercarse a la mar. Y
por Talavera de la Reina pasaban y volverán a pasar dos ríos. La solución al
Tajo y al Alberche radica en reconocer que Talavera de la Reina y su comarcan
existen y tienen derechos. Si no lo pedimos, exigimos, si no lo gritamos, nada
cambiará. El futuro, esta vez sí, está en nuestras manos. Para los tiempos
complicados que vivimos, para el temporal que arrecia, es fundamental que se
entienda que Talavera saldrá del atolladero en que estamos si vamos juntos, con
altura de miras y poniendo sobre la mesa lo que por justicia nos corresponde. La
Plataforma del Tajo y el Alberche simboliza esa unidad con la que es posible
cambiar las inercias que tanto daño nos hacen, a la vez que diseñar otro
futuro.
El Tajo y el Alberche son hoy el
alma vacía de esta ciudad. Hasta que sus aguas no vuelvan a fluir, no volverá
la vida a Talavera de la Reina. No es una metáfora. Es la realidad. Mañana
escenificamos otro hito del camino de la reconquista de lo que nunca se nos
debió quitar. No será el último, pero el camino no tiene vuelta atrás.
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