miércoles, 30 de diciembre de 2009

EL LATIDO

Tiétar en Arenas de San Pedro


Jerte en Galisteo


Garganta Cuartos en Losar de La Vera


Alberche en Navaluenga


Tajo en Cebolla

El agua ha despertado a los ríos. Ha hecho falta sólo una semana, tres borrascas bien colocadas como escenario sacado de los inviernos antiguos, de cuando llovía y los ríos eran ríos. El agua se mueve en los cauces. Y en los papeles, en los gráficos que simulan las líneas de la vida, que han despertado para quedarse este invierno. Es un latido que se mide en metros cúbicos por segundo, en el rumor sordo y fuerte de los ríos con vida. Ahora, esta noche, el Tajo, el Jerte, el Tiétar, el Alberche antes de El Burguillo, son ríos.

A esta hora el Jerte lleva más agua por Galisteo que el Ebro por Zaragoza. Las gargantas bajan llenas. El Tiétar habrá llenado su cauce y bajará rápido por Monteagudo. Mañana iré a verlo. Llueve, sigue lloviendo.
Share/Bookmark Leer más...

NIEVE Y ESPUMA

La Tribuna de Talavera, 18 diciembre 2009

Desde la roca Tarpeya el Tajo es un rastro de espuma y tiempo. El blanco nuevo de la nieve se confunde con la espuma espesa del Tajo removida por la azuda. El río surca lento el paisaje ignorante de su destino y de su lugar. El bronce de las estatuas mira a lo lejos: manos grandes, verde de tiempo sobre la nieve efímera. Los cormoranes navegan bajos sobre el Tajo, sobre las piedras viejas de los molinos antiguos. Sólo hay silencio, la pequeña fuente llena su espacio y nada más. Las estatuas no hablan, nadie habla. El Tajo es un vacío de palabras, un recorrido de silencios que sólo se rompe en algún susurro cuando salta algún azulón o se arranca un carricero emboscado en su distancia. Ahora, mientras el espectro del Tajo pasa, sus cuartos se reparten en despachos, el Tajo se trocea y estudian donde colgar los despojos en las esquinas de los territorios vencedores. Todo sigue su curso, nada se para, como el curso del río.

El trasvase de Valdecañas/Tiétar ya está en marcha. No hay agua para Talavera en el Plan de cuenca. No salen las cuentas: si hay agua para Talavera no hay agua para trasvasar. Y es más importante trasvasar. El Alberche para Madrid. Talavera no existe. Ahora, en los despachos, se negocia indemnizar a las hidroeléctricas y contentar a Murcia. Ahora, en los despachos, de juega con los 6.000 hectómetros cúbicos de chicle y mentira. Lo que se dijo en las Cortes de Castilla-La Mancha ya no vale, la memoria es tan débil como la voluntad de defender a esta tierra. El Tajo pasa y no ve que somos el hazmerreír de este país de mentira, donde los de siempre mandan y los de siempre callamos y asentimos, como borregos. Dónde quedó aquello de la caducidad del trasvase. Dónde se fue la dignidad de las Cortes de Castilla-La Mancha. Nada queda, como no queda nada del fulgor del Tajo. Desde la roca Tarpeya el Tajo pasa muy abajo, y las estatuas de Victorio Macho lo miran navegar petrificadas en un tiempo de hierro y nieve, donde todo es mentira, excepto la certeza de que cualquier tiempo pasado fue infinitamente más limpio y real. Share/Bookmark Leer más...

DAIMIEL 10-XII-09

La Tribuna de Talavera, 11 dicembre 2009

Sobre el Puente Navarro pasa un bando de grullas. Anochece sobre la vega y los estorninos se aprietan en los cables de la luz. En el lecho de lo que fue Guadiana crecen tarays grises del mismo color que la tierra y el cielo. Hace muchos años que el Guadiana no lleva agua. El puente se desmorona pedazo a pedazo y deja a la vista la osamenta de caliza y barro de su interior. El puente se hunde en una tierra sin agua, y nadie hace nada por él.

Desde la presa miro hacia las Tablas. Un letrero del Ministerio pone, como un insulto a la lucidez, « ¡Peligro! No bañarse». No hay agua, ni una gota hasta donde alcanza la vista. No hay nada. Lejos, al fondo, unos tractores remueven el lecho de lo que fue la madre del Guadiana. Los camiones van y vienen cargados de tierra. Dos operarios pintan y arreglan las compuertas de la presa. Todo tiene que estar preparado para cuando llegue el agua del Tajo. Al fondo se mueven más luces. Intento montar las imágenes de lo que fueron las Tablas en estas Tablas de mentira, donde con la urgencia de la chapuza de última hora se pone todo en orden de revista, para cuando venga el ministro, presidente o secretario de estado de turno a inaugurar este pantano. Todo es irreal, excepto el gris del paisaje que se lo come todo con rabia, los cientos de cepas arrancadas que se agolpan en las cunetas, y los tarays petrificados a los que no mueve ningún viento. Cuando llegue el agua habrá fotos y discursos, pero todo será falso, una gigantesca operación de cirugía estética que no sirve para nada, porque el cadáver se descompone, que ya se le ha ido el alma y la luz a estas Tablas, a este Guadiana que grita tan profundo como el agua que ya no está. Ya es de noche. Paro un rato donde hasta hace menos de tres décadas, durante decenas de miles de años manaron los Ojos. Qué fácil es romper, qué imposible crear. Contemplo los esqueletos de los álamos negros junto a la basura acumulada en la cuneta. Miro a lo que fue Guadiana, a los Ojos. Una niebla baja, blanca y ligera, ocupa el lugar de lo que antes fue agua y río; como si marcara un camino o el hueco vacío donde una vez latió el alma de esta tierra. Share/Bookmark Leer más...

LA TARDE

La Tribuna de Talavera, 4 diciembre 2009

Esta tarde sobre Talavera la luz era de invierno, no fría, sino caída y triste. Por la Corredera pasaban despacio algunos coches, el hueco roto de la muralla, los agujeros del suelo donde salen piedras y se van a caer todas las basuras y papeles. Palomas en lo alto de las cornisas, en las murallas desdentadas y sucias. El brillo frío de las luces de Navidad, apagadas y rojas. Esta tarde el Tajo tenía ese color de las tardes de invierno limpias, sin nieblas que amordacen la distancia y la libertad.

Esta tarde sobre Talavera corría el silencio, el miedo a decir las palabras, a decir las cosas como son. Las ondas del cielo alineaban nubes carmesíes paralelas a Gredos y al viento de las alturas. A veces, lo de la calle, lo real, no lo es, todo tiene otro nivel, un espacio que sólo existe en el álgebra y la alquimia de los imposibles, pero que te van marcando y dibujando las lindes de lo único seguro. Aquello es el adarve, aquí no había nada, sólo olivos, allí la torre, la calle de los mercaderes. Las capas de espacio y tiempo que al final no son nada, como lajas de granito o pedazos de arcilla y huesos revueltos en el fondo con bolsas vacías de chucherías y patatas fritas. En esta tarde sin vencejos sólo brillan las palabras de algunos poetas muy lejanos. La palabra es la herramienta del hombre. Sin ella sólo hay silencio y vacío. Por ello, en el tiempo de hierro que andamos, las palabras dan miedo, porque son el argumento de la verdad, o el vacío de la mentira. Hastío del discurso hueco, de la oquedad de distancias y realidades. Pasan las avefrías como un fulgor de transparencia. Aquello era un castillo, con torres y un foso que se llenaba con agua del Tajo. Aquí, si excavas, salen piedras romanas. La tarde es de verdad si alguien te escucha y te mira con ojos de verdad. Al fondo sale la luna llena, naranja y espesa como una realidad. Esta mañana, temprano, caía blanca y redonda, navegante de vientos altos, sobre el Almanzor.
Share/Bookmark Leer más...

domingo, 29 de noviembre de 2009

SENTENCIA Y ESTATUTO

La Tribuna de Talavera, 27 noviembre 2009

Curiosa la sentencia del TSJ, el de Albacete. Uno, al cabo, llega a la conclusión de que a esta ciudad, por activa o por pasiva –más bien por la primera– los de aquí y los de allí quieren dejarla como un solar, no con el lustre y la edificabilidad del de la Piedad, sino con el aspecto de esos que aparecen en las películas de posguerra, en blanco y negro, ruinas y polvo y mucho frío. Las cuentas no salen, más que nada porque poner los ladrillos, hacer las casas, cuesta dinero, y eso no aparece por ningún lado, como no lo hacen estimaciones de tasas, licencias, gastos financieros y demás, esas cosas que hacen que los beneficios sean los que son, y no lo que quiere hacernos tragar el TSJ, el de Albacete, para el que todo el campo es orégano y los pisos se venden solos, en un ya está. Pero como para desentrañar este arcano habrá ganas y fondos, me meto con el cachondeo del Estatuto, no el catalán, sino el manchego, como dirían con propiedad los telediarios.

Si no se desenfada a última hora la portavoz del PP, hoy no habrá reunión y no se desatascará el asunto en el Congreso. Vergüenza me dan estos políticos manchegos que tenemos, que se achantan a la mínima. Ahí están los catalanes, con la Constitución por montera, con el cuarto poder en bloque defendiendo lo que ha salido de su Parlamento. Aquí mantenemos la estrategia dictada por aquel político alemán, eso de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. La propaganda del régimen manchego dice que Castilla-La Mancha –así, toda–, es la cuenca cedente, y nos vamos a encontrar con una propuesta de reserva en Entrepeñas y Buendía para toda la región, es decir, para el Guadiana y para el Júcar. ¿Y qué es del Tajo? ¿Qué fue del calentón de la fecha de caducidad? ¿Qué fue del órdago PP-PSOE PSOE-PP? Nada, que reculamos, que hacemos del Tajo cabecera de los regadíos manchegos. Y tan contentos. Quitamos la correa al perro para ponerle otra, pero el perro sigue atado. Perdemos en Talavera, en Toledo, en Guadalajara, en Cuenca. Ganan donde siempre, los de siempre. Castilla-La Mancha es débil, sus políticos lo demuestran día a día, y han vuelto a dejar con el culo al aire a los ciudadanos que representan, especialmente –como siempre–, a los que vivimos a orillas del Tajo, ese río desaparecido que jamás recuperaremos, Mientras lo nuestro no sea importante para nuestros políticos, sólo excusa para subir y llenar sillones, mal vamos. A ver si nos damos cuenta de una vez.

Share/Bookmark Leer más...

jueves, 26 de noviembre de 2009

LUZ DE OTOÑO

La Tribuna de Talavera, 20 noviembre 2009

La luz esta mañana sobre Valdepusa era sucia y espesa, confusa. Zorzales y petirrojos en las manchas, alguna torcaz, estelas mínimas de aviones en el cielo. El Pusa no estaba; tampoco el Sangrera, sólo un lecho de rollos y tristezas, del mismo color que este otoño extraño y cálido, sin agua, sin lluvia, sin viento, sin niebla, sin pulso. Perdices sobre los alcores, cernícalos y un esmerejón cruzando la raña. Esta tarde la luz es de silencio, de velar lejanías y estelas de humo que suben allá muy lejos, por las nacientes del Guadyerbas. Pasan las garcillas entre los bloques de pisos, y el tren llega con su faro encendido y sus cuatro vagones.

En el silencio habita el tiempo y la luz. El tiempo justo donde el águila vuela somera sobre la linde y se lanza al jaral. Toco con las manos los montes, las distancias; moldeo el espacio de almendros deshilachados y siembras de verde gastado. Todo va quedando turbio, como un sueño antiguo y oculto en el tiempo de hierro que habitamos, donde todo se deforma como un espejo de agua roto por una mano. Queda la luz, la encina, las entrañas de la tierra roja removidas por el tractor. El resto ya no es, enzarcado en la luz sucia de cada día, que ya no brilla fría y azul, transparente y real como el olor de los membrillos. Luz que ya no es, como ya no va siendo nada casi todo, que sin saberlo, sin entenderlo, las cosas se van y no vuelven, como la estela de este azor que ahora pasa y nunca más será. Queda la huella del oleaje, el olor mineral del monte, la espesura de las distancias clavada en las pupilas como un abordaje de lucidez en un páramo de nada.

Esta mañana en Valdepusa verdeaban los olivos cargados de aceitunas, las encinas limpias y altivas sobre las rozas. El tiempo era amplio y a lo lejos las labranzas derrumbadas en sus oteros se iban haciendo cada vez más barro y distancia. En el tiempo de los silencios la tierra brilla y habla bajo la luz confusa y triste del otoño. Es lo único que queda.
Share/Bookmark Leer más...

GIGÜELA

La Tribuna de Talavera, 13 noviembre 2009

Con G. El pasado viernes 6 fue uno de los días más desgraciados para la historia de nuestros ríos. El Consejo de Ministros aprobó el máximo trasvase a Murcia, Alicante y Almería permitido desde Entrepeñas y Buendía. Además, 20 hectómetros cúbicos para el Guadiana, destinados a encharcar lo que fueron las Tablas de Daimiel. Por si fuera poco, destinó cerca de 20 millones de euros para la construcción de una presa sobre el río Gigüela, para que el agua del trasvase no se “pierda” cuando el río alcanza el acuífero, al sureste de la provincia de Toledo. Esta obra supondrá que, sin ningún tipo de impacto ambiental, se destruya un buen tramo del río Gigüela, el mismo que ya fue parcialmente arrasado a mediados de los años 80 del pasado siglo en el primer intento de resucitar las Tablas. Entonces se canalizó su cauce, rompiendo el lecho impermeable de arcillas creado durante milenios, y convirtiendo al propio río en un colador. Leyendo estos días los periódicos y los informes de hace 25 años, te das cuenta que todo se repite, que no se ha aprendido nada, y que la excusa de salvar las Tablas servirá otra vez para destruir un poco más uno de los pocos ríos aún vivos y con agua de la Mancha.


El Gigüela, el Xíguela de los clásicos, es río discreto, que sale del piedemonte de la serranía se Cuenca y se mete en las tierras rojas y espesas de Segóbriga. Es río que en las carreteras y en las crónicas de estos días le han cambiado la G por C, que lleva alamedas delicadas y curso apretado cuando es joven; que se hace grande entre campos blancos y rojos, veteados en esa tierra donde la Mancha empieza a comer el horizonte, donde afloran restos de ciudades perdidas prerromanas; y que es un cadáver en su tramo final, roto y perforado por las máquinas, lleno de basura y aguas residuales; pero aún con resuello para criar espadañales y espesuras, con motillas perfectas desde las fotografías aéreas, sobrevolado de vez en cuando por aguiluchos laguneros, con reclamos de carricero tordal. Antes, las tablas del Gigüela con el Guadiana manado en los Ojos, formaban el paraíso terrenal. Ahora no hay nada. Todo es artificial, como la presa que le van a hacer al Gigüela, como el tubo por donde van a meter el agua, la del trasvase y la del propio río. Un despropósito de tal magnitud que, más que rabia, te deja impotente, porque no puede caber tanta ineptitud.

25 años después nada hemos aprendido. Esta primavera habrá patos en las Tablas, y dos o tres políticos se harán la foto y respirarán aliviados. Mientras, el Gigüela ya no será río, sino un canal con una presa que le parta en dos definitivamente. Qué fácil es robar la dignidad a una tierra y a un río, a su paisaje y a su historia. Qué fácil y qué triste.
Share/Bookmark Leer más...

viernes, 6 de noviembre de 2009

DON PELAYO ERA DE TOMELLOSO

La Tribuna de Talavera, 6 noviembre 2009

Cualquier día en una rueda de prensa la portavoz del ¿gobierno? de Castilla-La Mancha lo dirá. Es algo que poco a poco va tomando cuerpo, y un día de estos –no habrá más remedio– será desvelado el arcano y todos, gozosos, comprobaremos que somos el pueblo elegido: Don Pelayo era de Tomelloso. Qué pena. El agua del Tajo, como la pasta de esta región, a llenar los pozos sin fondo de Ciudad Real. Es para lo que vamos quedando. 25 años echados por un pozo sin fondo, mientras algunos se lo han llevado crudo, con aspersores, aeropuertos y reinos varios, que si a mi me dejan, con el dinero de todos también monto un aeropuerto o un tinglado de casinos en Aldeanovita. A lo mejor funciona. Pero, tranquilos, que aquí no pasa nada.

Don Pelayo nació en Tomelloso, y el Tajo nace allá por la sierra de Alcaraz, como aquella antológica portada de la revista de publicidad de la Junta. Sigue sin pasar nada. Las encuestas son positivas, como el viento, aquí está todo hecho, y si no viene el jefe –léase Bono– de vez en cuando a mear alguna esquina, que qué va pasar. Y, mientras, que nos jodan a los que hemos tenido la suerte/desgracia de nacer junto al Tajo. Repito los datos que daba ayer La Tribuna: parados en Toledo: 4.380; parados en Ciudad Real: 5.877; parados en Talavera de la Reina: 11.041. Datos fríos y limpios, sin adobo, que lo dicen todo. La marginalidad inducida es lo que tiene. ¿Qué hemos hecho? ¿Qué no hemos hecho? A Talavera de la Reina ni se la ha entendido, ni se la ha querido, ni se la ha hecho justicia por la Junta. Ni a Talavera ni a su tierra, páramo donde ya sólo se mueven las nubes. Las consecuencias de poner todos los huevos en una cesta y, de paso, en manos de amigos megalómanos, es lo que tiene: que nos tenemos que enterar, a trasmano, que Don Pelayo era de Tomelloso. ¿Haremos algo? ¿Cuando lleguemos a 20.000 parados? ¿Cuando en vez de tener dos veces y media más parados que Toledo, o 1,9 veces más que Ciudad Real, tengamos 5? Quizá para entonces aquí ya no quede nadie, quizá sólo el polvo de los escaparates y los maniquíes mancos con esa mirada triste que se los pone cuando los dejan en pelotas. Entonces ya se podrán llevar el Tajo, el Tiétar y el Guadyerbas, enteritos a echarlos en las Tablas, en Murcia, en Valencia, en Badajoz o donde les salga de los cojones. Pero, todavía, no. Don Pelayo, al final, era de Tomelloso, como Plinio. Ay que joderse de lo que uno se entera.
Share/Bookmark Leer más...

viernes, 30 de octubre de 2009

LISBOA-CALCINHAS

La Tribuna de Talavera, 30 octubre 2009

De noche el agua del Tajo es espesa y sabe a mar. El transbordador sale de Cais de Sodré y cruza en diez minutos hasta Cacilhas. La gente sube cansada, es viernes, de noche, todo va despacio, las luces de los coches pasan lentas sobre el puente 25 de Abril y un velero cruza río arriba hacia el Mar de la Paja. Las olas rompen contra el malecón agitadas por los barcos más grandes que pasan lejanos. Una, dos parejas sobre los bloques de granito; uno, dos pescadores. Nada más. La gente sube despacio, trabajadores que han alargado la jornada y vuelven a la otra orilla. Nadie mira por las ventanas ralladas y sucias. Se va quedando la ciudad, las luces, el brillo de Lisboa en la noche reflejado sobre el Tajo tranquilo. El emboque se lo llevará definitivamente al Océano más allá de Trafaria y del fuerte de São Julião da Barra. La gente mira lejos, dentro del transbordador, en silencio, en esa distancia que no se mide en cifras, sino en tiempo. Nadie habla. El barco va rompiendo el agua en espuma blanca. Las luces del puente marcan la distancia. También el castillo de San Jorge. Qué es mejor, observar lo que se va, o mirar hacia lo que viene. Pasa un velero blanco y resplandeciente rumbo a Belém. Al llegar a Cacilhas la gente sale deprisa y enseguida se dispersan por las calles. Hace viento, el viento del Océano, que es el viento que limpia la luz y hace que por las noches todo huela a mar y a ayer.

Una mujer entra en el restaurante. Pasa al fondo y luego vuelve. Lleva una especie de cantimplora estrecha y de colores vivos, donde en letras grandes pone caridade. Las parejas cenan y hablan en el restaurante estrecho, todo ventanas y de mesas pequeñas con manteles de papel. Los camareros pasan rápidos, recogen las mesas de la terraza esta noche sólo para el viento.

En la Pastelaria Central de Calcinhas venden palmeras de yema de huevo. La mujer que entró al restaurante está sentada junto a la puerta, comiendo algo y tomando un café. Me pregunta que si soy de Badajoz; le digo que no, que de Talavera de la Reina, que las compraba cuando bajaba a Sevilla hace ya muchos años, en un pueblo que se llama Fuente de Cantos. Me dice que allí, en Talavera de la Reina tiene un hijo, que no quiere volver a Lisboa, que prefiere quedarse allí, que también pasa el Tajo. Me habla de Santa Teresa y de su devoción. Acabo rápido el aguardiente, me despido, y el transbordador sale de vuelta rumbo a Lisboa. Mirar hacia lo que se queda, mirar hacia lo que viene, quizá todo sea lo mismo, como las aguas que rompe el barco y que se hacen espuma, que se habrán hecho espuma infinitas veces, y otras infinitas agua y nubes. De noche Lisboa es brillante, con el sonido de las ciudades antiguas e inciertas de su tiempo. El Tajo, presentido, lo es por las luces de los barcos, por la otra orilla orlada de amarillos. En medio, la oscuridad, siempre la oscuridad.



Share/Bookmark Leer más...

miércoles, 28 de octubre de 2009

GRULLAS EN EL DEHESÓN DEL ENCINAR


Viernes, 23 de octubre 2009, entrando al Dehesón del Encinar. Share/Bookmark Leer más...

sábado, 24 de octubre de 2009

Fui antes que lloviera. La lluvia del otoño siempre limpia y hace posibles los días transparentes, deja el paisaje como pulido y listo para revista. No había llovido aún y los colores eran de verano, aunque las nubes ya se agarraban a Gredos con fuerza. El paisaje es el mismo, con la cicatriz del fuego trepando desde Arenas hacia lo alto. Los pinos permanecen en pie, un bosque de lanzas grises y oscuras, tan oscuras que en algunos valles es imposible definir los detalles y todo se queda amalgamado en un negro espeso, como un agujero negro que atrapara todo y no dejara salir nada.
Las olas negras avanzan por las cuerdas, caen en los valles, se abren en los claros donde las casas sobreviven con sus muros blancos y algún cerezo o castaño asustado. El oleaje petrificado define el instante preciso en que todo ardió. La tierra es negra y gris, la pisas y cae por la pendiente vertiginosa. Todo es denso y uniforme, pero a la vez se disgrega con la mirada, se hace ceniza y viento. Los castaños han vuelto a brotar de raíz. Bajo los troncos quemados y muertos han vuelto a brotar los sauces, con fuerza. El verde de los helechos ha prendido y las zarzas vuelven como diminutos racimos verdes. Millones de piñones y de samaras se agolpan en las cunetas, en las vaguadas. Esta primavera volverán.

Aún no ha llovido y el verde ya quiere salir. Los pinos como lanzas detenidas en un momento preciso. Los pueblos –Arenas, Mombeltrán, El Arenal– muy abajo, entre la bruma. Y todo renaciendo, volviendo. El paisaje es eterno, los pinos y los robles, los olivares y los castaños. Todo está aquí. El fuego no ha podido ni podrá con Gredos. Toda la rotundidad sigue aquí, en el granito que aflora entre las cenizas. La esencia sigue, el bosque volverá. El paisaje continúa siendo de verdad, más radical y absoluto entre los agujeros negros donde se concentra la oscuridad a la que vencerá el invierno. Tarde de otoño en Gredos, las nubes se quedan dormidas en los Galayos y las gargantas bajan delgadas, mínimas, aún transparentes.
Share/Bookmark Leer más...

viernes, 23 de octubre de 2009

EL MAPA DEL TESORO

Ayer 22 de octubre el diario El País publicaba un mapa del trasvase ideado por el Gobierno de España, que partiendo del embalse de Valdecañas a la altura de Valdeverdeja, llevaría el agua de lo que denominan Tajo medio hasta el actual Tajo-Segura en La Roda. El esquema elaborado dibuja un trasvase que corta en dos la Jara, y que aunque parte oficialmente de Extremadura, realmente lo hace de las tierras históricas de Talavera de la Reina. Poco a poco el Gobierno de España, por medio de filtraciones y del Secretario de Estado, Puxeu, va dibujando el escenario. También quedaría agua, cómo no, en la Mancha, con la excusa de las Tablas de Daimiel. Aquí dejo el mapa del tesoro.
Share/Bookmark Leer más...

LAS CARTAS SOBRE LA MESA

La Tribuna de Talavera, 23 octubre 2009

Una de las pocas cosas que nos van dejando en esta bendita tierra es la dignidad. Al final del día, después de gastar el tiempo, de hablar con unos y con otros, de enviar correos, de leer la Prensa, de buscar una y otra vez en internet las noticias e informes, de leer las voluntades entreveradas en las declaraciones de nuestros próceres, te das cuenta que ya sólo va quedando eso, no en dosis elevadas, sino en las justas, como las energías que guardan las encinas supervivientes al infierno de este año. Vienen a por nosotros. No sé qué sentirían los pueblos vettones cuando veían avanzar por sus bosques y campos a las legiones romanas, con sus filas cada vez más cuajadas de desertores comprados por el invasor, con los escudos resplandecientes. Vienen a por nosotros, a por el agua del Tajo, del Tiétar, del Alberche, del Guadyerbas, del Uso, del Gualija, de los Guadarranques. El agua lo es todo, no es una frase manoseada de político al uso. Ahora es la verdad. Nos quieren meter a todos los ríos por un canal, dejar un poco en el Guadiana, otro poco en la Mancha, y el resto en el Segura. Escurrirnos, dejarnos como un páramo, sin gente, sin futuro y sin voz. Suena a ya dicho, pero es lo que hay.

No canso, porque hay muestras de sobra a poco que se quiera mirar. Es urgente ya una declaración institucional del Gobierno de Castilla-La Mancha exigiendo el cese de las hostilidades por parte del Gobierno de España, la retirada del proyecto; pero en serio, no con la boca pequeña de cualquier consejero pillado con el pie cambiado. Exijo que los diputados y senadores de la provincia de Toledo, todos a una, y junto al propio Tajo, exijan la retirada del insulto del trasvase del Tajo medio. Espero coherencia a los diputados toledanos en las Cortes regionales. Y espero lealtad de cualquier cargo público. Nos jugamos el ser. Espero, ante todo, firmeza de los alcaldes de Talavera de la Reina y Toledo, diga lo que diga la Junta.

A los ciudadanos nos queda la dignidad. Los romanos y sus mercenarios avanzan, cada vez más cerca. A esta bendita tierra de ríos, de agua, de historia, de porvenir, de silencio, de luz y de azul de Gredos, le van dejando sólo la dignidad. Con ella nos basta.

Share/Bookmark Leer más...

jueves, 22 de octubre de 2009

CAUSALIDADES

La Tribuna de Talavera, 16 octubre 2009

No creo que el sorprendente interés que de repente están despertando los despojos de las Tablas de Daimiel, se pueda separar de lo que se cuece en torno al nuevo trasvase del Tajo desde el Campo Arañuelo. Las casualidades no existen, que el mundo se mueve a golpe de causalidades. Hay que encajar en el plan del Estado la pieza de Castilla-La Mancha, especialmente la Mancha. Y ahí es donde entra ahora el inusitado, inesperado y tardío interés por la suerte de las Tablas. Que un nuevo trasvase desde Valdecañas dejaría agua en la Mancha, camino de Murcia, ya es sabido; quizá se negocie ahora cuánta agua y dónde, y cómo se viste de «ecológico» el peaje del paso del nuevo trasvase por lo que todavía es nuestra región. Otros cromos ya se han ido destapando; y ahora vemos configurarse esta causalidad, crecer día a día, como las setas de los chopos cuando los chopos echaban setas.

Como anticipo, e intentando convertir la urgencia en costumbre, ahora nos piden más agua al Tajo. ¿Por qué no se ha guardado algo de los 245 hectómetros cúbicos «oficiales» que se han trasvasado a Murcia en un año extremadamente húmedo en el Levante, con las necesidades de abastecimiento y regadío garantizadas; pero tan inusualmente seco en Castilla que hasta se nos han secado las encinas? ¿Por qué los «técnicos» y los «ecologistas», precisamente cuando un periódico de tirada nacional se ha puesto con el asunto, han reaccionado y se han empezado a rasgar las vestiduras? ¿Por qué en seguida se ha empezado a mirar al Tajo? ¿Por qué ahora? Las Tablas y el Guadiana ardieron en 1989 y aquello es un paisaje lunar, un desierto de silencio y decepción. ¿Por qué la Confederación del Guadiana y el Gobierno de Castilla-La Mancha han permitido que este mismo año se riegue con dotaciones de 9.000 metros cúbicos/hectárea? Y ahora, como el bálsamo de Fierabrás, emerge el Tajo, como salvador, el único capaz de apagar el «incendio» de la turba.

La destrucción y consiguiente insostenibilidad ecológica y social de 20.000 km2 del alto Guadiana, tiene raíces complejas, que no se pueden liquidar echando la culpa a los agricultores, porque allí, al contrario que a los regantes del Ebro, del Guadalquivir, del Tajo del Duero, nadie los dio nada; allí tuvieron que buscarse la vida para sobrevivir. Lo que allí ocurre no admite ni lecturas simplistas ni conclusiones de ocasión, como las que se leen y oyen estos días que todo el mundo ha descubierto las Tablas de Daimiel.

Hacer un trasvase desde el Tajo para las Tablas sería un robo. Ya está bien. Y a mi me duele como a pocos que se acaben de morir las Tablas. Pero o se hacen las cosas bien, con todas las consecuencias, o que las dejen descansar en paz. Espero que cada uno sepa donde tiene que estar, y no se chantajee a Castilla-La Mancha –o que ésta lo utilice–, con la causalidad de las Tablas de Daimiel. Ya se han reído demasiado de nosotros. Y es hora de que en esta región maduremos de una vez.

Share/Bookmark Leer más...

lunes, 12 de octubre de 2009

LAS CENIZAS DEL GUADIANA

El alto Guadiana ya no existe. Tampoco existen el curso bajo del Gigüela, ni los Ojos de Villarrubia, ni las Tablas de Daimiel. Nada. Siguen ahí, en los mapas y los papeles, en las señales de las carreteras. Existe aún un parque nacional que lleva el nombre de las Tablas de Daimiel. Pero ya todo es Historia.

Este otoño arde otra vez la turba, se abren grietas en el lecho reseco de las tablas, no hay agua, es imposible. El esqueleto mondado del Guadiana se deja consumir, que los elementos conviertan definitivamente en desierto lo que antes fue manadero de vida.

Escribir de la muerte del Guadiana es muy difícil. Quizá sea porque al final es escribir una historia de avaricia e ignorancia, de caciquismo político y de inmenso desapego a una tierra y a un paisaje. Es la historia del suicidio cultural de un territorio, alentado por un poder político interesado sólo en perpetuarse, lejano a conceptos de gestión y futuro. Es la historia de un dejar hacer, de mirar hacia otro lado, de imponer la lógica de la degradación hasta que ya no se pueda hacer nada, hasta que volver atrás sea imposible.

30 años con los Ojos secos, sin agua, sin rumbo. He recorrido varias veces, despacio, lo que fueron los Ojos, lo que fue el curso del Guadiana, los molinos y las islas, los paisajes lunares, hundidos de lo que fueron las tablas del Gigüela, del Guadiana, del Azuer. No queda nada. Un ecosistema único, un engranaje perfecto de la Naturaleza afinado durante milenios, arrasado en cuatro décadas. No queda nada, ni siquiera la esperanza. Porque las Tablas no son un charco donde observar patos, una lámina de agua en medio de campos de aspersores y viñas de regadío. Las Tablas eran otra cosa. Eran la comunión entre el cielo y la tierra, entre la luz y la oscuridad, entre lo posible y lo soñado, un lugar mágico, uno de los pocos lugares de la Tierra donde la vida nacía con una rotundidad mágica y esplendorosa.

La última vez que estuve en las Tablas llevé a un grupo de estudiantes. Recuerdo explicarlos todo esto desde el observatorio de la Isla del Pan. No había agua, todo era silencio, el reclamo de algún carricero lejano, el vuelo entre las brumas del aguilucho lagunero. Pero no había agua, y todo era un continuo de vegetación, la máxima expresión de la degradación. De la Mancha se ha arrancado el Guadiana de cuajo, como las encinas de las dehesas que dejaron lugar a los campos de maíz. El fuego es la purificación. Quizá tengan que arder las Tablas para que el mayor desastre ambiental de Europa occidental salga a la luz, fuera de las mentiras del parque nacional, de los gobiernos central y autonómico. Las Tablas, el alto Guadiana exige radicalidad inmediata, no un plan especial de 6.000 millones de euros que va a hacer ricos a unos cuantos, y no va a hacer nada por recuperar el acuífero 23. Pero no hay voluntad, ni ganas: este año se han permitido dotaciones de entre 7.000 m3/ha y 9.000 m3/ha para regadío, se sigue sin saber cuántos pozos hay, ni el agua que se saca del acuífero. Todavía se siguen dando por buenos los datos de recarga natural anteriores a la década de los ochenta del pasado siglo, esos 300 hm3/año, tan imposibles como irreales. Se sigue sin actuar, pero el tiempo ha avanzado. En los últimos seis años –el periodo seco más largo del que se tiene noticia histórica en las cabeceras del Tajo, Júcar y Guadiana–, se han trasvasado del Tajo hacia el Segura 1.727 hm3; hacia las Tablas 45 hm3. Este año se ha esperado a última hora, y no ha llegado nada, pero a los regadíos de Alicante y Murcia sí lo han hecho 128 hm3. No digo que las Tablas tengan que convertirse en un encharcadero de aguas trasvasadas del Tajo. Pero sí que se sabía que éste era el año del desastre, que lo peor podía ocurrir, que se podía pasar la puerta del no retorno; y se ha dejado hacer. Sin dolor, sin insistir, sin radicalidad, con la mansedumbre de los bueyes.

¿Qué hacer? Dejar de regar en el acuífero de las Tablas y el de las lagunas de Ruidera, romper la presa de Peñarroya, y dejar que el Guadiana fluya, que vuelvan el Gigüela, el Záncara, el Azuer, todos. Dar tiempo, devolver lo que hemos robado. Ser generosos, volver a plantar el bosque, las dehesas, saber que no veremos nada, pero que somos capaces de devolver la vida, de trabajar en una escala temporal que nos supera; pero que es nuestra obligación.

Las Tablas de Daimiel son irrecuperables como lo que fueron. Las Tablas, o son con dignidad, o mejor dejarlas morir, que embalses, charcones y humedales artificiales nos sobran. Quizá falten dos o tres generaciones, otra mentalidad, otros ideales y otra educación. Pero llegarán tarde. Las Tablas simbolizaron la íntima conexión de los ecosistemas, la imposibilidad de desgajar y romper todo y salvar una minúscula porción. Las Tablas es el espejo en el que se miran Doñana, La Albufera y el delta del Ebro; y donde tienen su meta. Todo, como la vida, está entrelazado, y no podemos romper los vínculos y sustituirlos por tuberías y diques artificiales. Los lugares se nos mueren.

Arden las Tablas. Ya lo hizo la madre del Guadiana, las turberas se vendieron para los invernaderos de Murcia, los huesos de los guerreros iberos fueron arrancados de sus tumbas en las motillas por saqueadores con detector de metales. Ya no hay cangrejos, ni manan los ojos, ni crían las garzas imperiales, y no hay ríos en decenas de kilómetros a la redonda. Todo es mentira, ya no existe la esencia de la tierra, el paraíso donde los ojos esmeraldas brotaban sin descanso.

He caminado por los ojos del Guadiana, con las cenizas y la turba llegando más arriba de las rodillas, con el viento moviendo las cenizas y levantando remolinos. Me he sentado en las orillas de lo que fueron ojos y he levantado la imagen de lo que fue, y ya no será. La luz, los sonidos, los olores, el relente, la belleza, el bullir de los pájaros y la vida. El fluir de los barqueros, de los cangrejeros. Ya todo es irreal, está en otro mundo, en otro plano, en otra dimensión. Todo está ahí, estuvo, se quedó quieto en un momento ya antiguo e irrecuperable, como las cenizas del Guadiana que se lleva el viento, en espirales muy altas, para no volver jamás.

Share/Bookmark Leer más...

viernes, 9 de octubre de 2009

EMPIEZA EL BAILE

La Tribuna de Talavera, 9 octubre 2009

De la lectura de la entrevista publicada el pasado lunes por el diario La Razón, con Josep Puxeu, Secretario de Estado/Virrey de Medio Rural y Agua, sobresalen dos cuestiones: que este tipo miente y que el interfecto –mente, cuerpo y espíritu– parece sacado de los cuadros del tardofranquismo. Vino viejo, odres nuevos. Puxeu dice que el Ebro está “muy trasvasado”, que “El Ebro sí se explota”, y dice que el agua de Madrid, depurada, ya sobra y se puede trasvasar, que “Madrid consume y genera a la vez cerca de 800 hectómetros cúbicos, más de lo que tenía previsto el maravilloso proyecto del trasvase del Ebro”. Con dos cojones. Lo mismo que se decía en 1967. Este tipo se ríe de todo, menos de su intocable Ebro y de los que le han dado sueldo y mando para hacer el trabajo sucio, comprando voluntades de las Comunidades, y cerrando tratos en el patio de atrás del Estado de derecho.

Dar carta de naturaleza a un tercer trasvase del Tajo retrata la época y el desgobierno de España, donde no hay lo que hay que tener para tocar el Ebro, pero no pasa nada por reírse otra vez de los castellanos y venir a por los despojos. Esta política de rapiña y de comprar voluntades de las taifas autonómicas –para ti un aeropuerto, para ti una refinería, para el otro lo que pida–, dibuja un paisaje desolador, que tiene en Castilla-La Mancha al pariente pobre, el pelele al que saquear una y otra vez. No sé si Barreda venderá el Tajo por unas migajas del novísimo trasvase en la Mancha. Si lo hiciera liquidaría para siempre esta región, Castilla-La Mancha, porque el Tajo es de Cuenca, de Guadalajara y de Toledo. No sé qué dirán los políticos de Toledo, con un Tajo convertido en canal, ver y no tocar; qué dirán los alcaldes de Talavera de la Reina y de Toledo, con la Historia repetida 30 años después. No sé qué dirán, pero ha llegado el momento de la verdad.

Ayer, la Junta de Extremadura, sin competencias pero con pasta y los parabienes de Puxeu, De la Vega y Zapatero, sacó a licitación el Servicio de consultoría y asistencia técnica para el estudio de factibilidad de un hipotético trasvase desde el embalse de Valdecañas al Levante Español y de alternativas prioritarias de un trasvase interno Tajo-Guadiana en Extremadura. Donde os veis nos vimos, donde nos veis os veréis. Retrato puro de una España donde la coherencia queda para los diccionarios, donde un plato de lentejas vale un reino. Eso sí, lo dicho, que es lo que nos van dejando: que vengan a meter las retroexcavadoras a Valdecañas y a la Jara, si tienen cojones, que les esperamos mismamente a la fresca de los Mármoles. Que vengan.


Share/Bookmark Leer más...

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL ESTADO DEL MUNICIPIO

La Tribuna de Talavera, 2 de octubre 2009

Me gusta eso de que se juegue a ser mayor. Si no hubiera tenido que trabajar hubiera ido al debate del estado del municipio; si lo hubieran echado por la radio lo hubiera escuchado en cualquiera de los vericotales de la provincia de Talavera y aledañas. Pero no pudo ser. He intentado escribir del desastre del Berrocal, de las miles de encinas que ya no han soportado la sequía inmensa de este año (y del otro, y del otro, y de no sé cuantos). También he intentado escribir sobre los presupuestos del Estado para Castilla-La Mancha, de su generosidad sin limites, de porqué perdemos tanto, y porqué los de siempre se llevan más. Y del inquietante 6% de más que Extremadura se llevará, y lo que nos va a caer a cambio. O sobre los datos del último año hidrológico en la cuenca del Tajo, datos que sólo se pueden analizar en la página web de la Confederación Hidrográfica del Segura. E incluso he intentado escribir sobre las nubes holandesas que estos días lo llenan todo, como en un otoño antiguo y tibio; nubes bajas, detenidas sobre un paisaje de rayos lejanos ya en esta noche que cada vez llega antes. Pero tampoco ha salido. Y de lo que no quería escribir era sobre el debate del estado del municipio o como se llame. Pero uno no escribe de lo que quiere, sino de lo que sale. Y me sale una y otra vez la imagen de ruina y abandono de los polígonos de la periferia de Talavera. Los cierres echados, los grafitis llenándolo todo. Me sale la imagen de Talavera en desguace, la Talavera que he conocido desde siempre, ahora en vertiginoso desmantelamiento, con todo seco y marchito, como las encinas del Berrocal. Me sale la imagen de todo parado, de la ciudad con latido lento y tardo, a medio gas, asfixiada.

A mí, ya digo, me gusta que nuestros políticos de Talavera jueguen a ser mayores, ahora falta que nos lo creamos, y vayamos directos a por ello. El juego de ser sucursal ya nos ha dejado la estampa que contemplamos cada día. Los intereses de la ciudad y de sus ciudadanos se defienden, no con palabras, sino con hechos. Y los hechos son realidades, se tocan. Las palabras se escurren y cansan.

Hoy, de verdad, quería haber escrito de otra cosa. Quizá no pueda ser hasta que llueva y lleguen las grullas, y desaparezca el manto pardo del Berrocal. O quizá sea siempre así, como un otoño lento, de nubes estancadas y relámpagos a lo lejos.

Share/Bookmark Leer más...

domingo, 27 de septiembre de 2009

DATOS EMBALSE GUADYERBAS


Después de mantener las compuertas abiertas durante 54 horas, entre las 6 de la mañana del día 24 y las 12 del mediodía del 26, han salido del embalse del Guadyerbas 2,0131 hm3, lo que equivale al 14,2928% del agua almacenada al inicio. Quedan en el embalse 12,0716 hm3, muy cerca de los 10 que la Confederación Hidrográfica del Tajo estable como límite de explotación.

El caudal medio de salida ha sido de 10,36 m3/s, que contrasta de forma brutal con los 0 m3/s de los últimos meses, cuando el Guadyerbas y el Tiétar eran dos ríos secos en un tramo de unos 50 kms. El caudal ecológico es una entelequia para la Confederación Hidrográfica del Tajo. Permite que se hayan secado álamos, saucedas y fresnedas, y ahora, porque hace falta para regar, suelta un caudal excesivo que se ha llevado por delante la tierra reseca de la ribera, provocando, como cada otoño, una erosión insoportable tanto en el Guadyerbas como en el Tietar.

Pongo un gráfico con la curva de vaciado, en hm3. En los próximos días probablemente se vaciará aún más el embalse, hasta llegar a los 10 hm3, o por debajo. Depende de las exigencias de los regadíos de Extremadura. En todo caso, una demostración más que cualquier rastro de lucidez en la gestión de los ríos por esta tierra, es aún una utopía.
Share/Bookmark Leer más...

EL SAQUEO DEL GUADYERBAS

La Tribuna de Talavera, 25 septiembre 2009

Con la construcción a mediados de los años 70 del embalse del Guadyerbas, se destruyó para siempre uno de los territorios de mayor valor ambiental del centro de España. Aún hoy estremece recorrer el lecho del embalse y contemplar los troncos de encinas y alcornoques de siete u ocho siglos serrados sin compasión. La finalidad del embalse era aumentar las reservas disponibles en el de Rosarito, sobre el Tiétar, para acabar con garantías la temporada de riegos en la Vera. 30 años después todo sigue igual: no importa del valor ecológico del Guadyerbas o del Tiétar, ambos ríos se usan como canales a cielo abierto, hoy vacíos, mañana a rebosar. Lo que está ocurriendo ahora en el embalse del Guadyerbas, unido al abastecimiento de la Campana de Oropesa y las Cinco Villas, ejemplifica el filibusterismo del Estado con los recursos hídricos de nuestro territorio, anteponiendo el regadío al abastecimiento, la rapiña del agua frente al enorme valor ambiental de los ríos (el Tiétar y el Guadyerbas en esa zona son los dos ríos mejor conservados del interior peninsular), y ningunea a 15.000 ciudadanos que vieron perder bajo el embalse buena parte de su tierra, para ni siquiera poder abastecerse en condiciones de él.

Lo que está ocurriendo con el embalse del Guadyerbas es un despropósito de tal calibre que dudo que pudiera ocurrir en otro lugar que no fuera aquí. Si cualquier Confederación hiciera lo mismo en Cataluña, el País Vasco, Andalucía, o incluso Extremadura, el gobierno autonómico de turno pondría el grito en el cielo y exigiría orden y respeto. Pero aquí les aseguro que no pasará nada, se dejará el embalse al mínimo, hasta que sólo quede cieno y poco más, y el gobierno de Castilla-La Mancha no dirá nada; es más, dudo que sepa dónde quedan el Tiétar y el Guadyerbas, y probablemente cualquier lúcido responsable pensará que eso ya es Ávila o Extremadura, total, para lo lejos que está... Tenemos asumida la personalidad del perdedor, del fatalismo, de que las cosas son como son. Y lo saben.

El Tajo para Murcia y la Mancha, el Alberche para Madrid, el Guadyerbas y el Tiétar para Extremadura, el Guadiana para Badajoz, y el ministerio trazando un nuevo trasvase desde el Campo Arañuelo. Somos un territorio de agua al que se escurre como una esponja. Y los pueblos con cisternas, y saliendo cieno y ovas por los grifos. Aquí es donde estamos. A esta tierra no la defiende ni Dios desde hace muchos años, y se sabe y se aprovecha. Hemos quedado para servir y callar, para ser moneda de cambio, en un territorio donde, pase lo que pase, nunca pasa nada.

Share/Bookmark Leer más...

viernes, 18 de septiembre de 2009

NI LEY NI JUSTICIA

La Tribuna de Talavera, 18 septiembre 2009

En política, uno de los asuntos más tristes de contemplar es la facilidad con que se vende la razón, y la justicia adquiere la misma consistencia que el papel del váter. El axioma de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha escenifica la degradación política a la que se ha llegado en esta región. Creo que, como expresión de la voluntad de una parte importante de los ciudadanos, en el articulado del nuevo Estatuto debe aparecer en lugar destacado la exigencia inmediata del cierre del trasvase del Tajo. Por decencia, porque esto no es una colonia bananera, porque es de justicia. Sé que lo que diga el Estatuto es papel mojado, que Castilla-La Mancha no pinta nada, que el Estado decide, que es el que manda en las regiones de segunda, las que –aunque nos llamemos Castilla–, somos la morralla anestesiada y silente. Pero quiero que en el Estatuto de mi región se diga que es voluntad popular que el Trasvase se cierre y que el Tajo vuelva, porque es nuestro, de los territorios que lo ven pasar moribundo y asqueado de que lo permitamos. Quiero que en mi Estatuto aparezca el deseo de los ciudadanos, y creo que esta exigencia es algo tan razonable como imprescindible para la propia identidad de Castilla-La Mancha. Pero parece que eso molesta a los jefes de Madrid, que no hay lo que hay que tener para mantener lo que salió de las Cortes de Toledo; o que simplemente nos interesa que el Tajo acabe rellenado los acuíferos esquilmados de la Mancha.

Si en el Estatuto definitivo no aparece la exigencia de la ciudadanía de liquidar el Trasvase, dejaremos bien claro que somos menos que nadie, y encima nos lo creemos sin pelear, sin apelar a la razón. Grecia reclama los mármoles del Partenón, Venezuela su Guayana Esequiba, y nosotros el Tajo, algo que no entienden los que nos gobiernan aquí, porque piensan que, aparte de imbéciles, tragamos con la letra gorda. Es una temeridad esta bajada de pantalones que se plantea con el Estatuto, que demuestran que sólo importan los intereses de Ciudad Real y Albacete, y a los demás nos va quedando la secesión.

Aquí, a lo visto, no va a haber ni ley ni justicia, el horizonte está tan oscuro como las nubes que descargan ahora mismo sobre la sierra de San Vicente. Me dan vergüenza los políticos que dicen representarme, ya sean del PP o del PSOE. Se representan a ellos y a sus juegos. Y mientras sigan ahí, esta región será lo que es y seguirá donde está. Mientras no se celebre el día de Castilla-La Mancha en Bolarque, dinamitando las tuberías que se llevan el Tajo, seremos una colonia, con nuestros políticos vendidos a la metrópoli, con sus intereses particulares e ineptitud disfrazados de interés común, como en cualquier protectorado rifeño.
Share/Bookmark Leer más...

sábado, 12 de septiembre de 2009

OPERETA

La Tribuna de Talavera, 11 septiembre 2009

Escuché –que no vi-, el debate del estado de la región. La región, se supone, es la nuestra, esta Castilla-La Mancha tan indefinida como irreal, territorio/cortijo donde nunca pasa nada, a no ser el agua que se va para otros sitios. El debate –es un decir–, reflejó como un charco la situación política que nos ha tocado vivir, al menos desde los que de mi quinta llevaban pantalón corto. Desde hace varios años no sé quién está más cómodo: si el PSOE gobernando, o el PP en la oposición. Algunas veces he llegado a pensar que el propio PP era una sucursal/descansadero del propio PSOE, una especie de oposición fantasma, un telón o una réplica tan falsa como inconsistente, pero efectiva de cara a un sistema político y social que necesita creer –al menos– que además hay algo, enfrente.

No entiendo un debate sobre el estado de la región, sobre Castilla-La Mancha, donde no se diga una palabra sobre lo que es y lo que ocurre, sobre el “estado”, el porqué de lo que realmente pasa y hacia dónde se va. Que no se hable del agua que cada día se va para Murcia, que no se diga nada del incendio de este verano en la serranía de Cuenca, de la ruina económica de media región, de porqué se va a descatalogar el primer parque nacional de España, Daimiel, gracias a la incompetencia del Estado y de la Junta, a partes iguales: que no se hable de porqué en buena parte de Cuenca tienen que echar mano de los camiones cisterna, otra vez; y por qué en las tierras de Talavera 15.000 personas no tienen agua potable en sus casa. Por qué no se entra a fondo en la chapuza del aeropuerto de Ciudad Real, o por qué el Presidente dice, de pasada, que hay varios pretendientes para la otrora Caja regional; y, además, invita a la jefa de la oposición, a, discretamente, en escena de sofá y calcetines, a comentarle su plan para cerrar de una tacada el Estatuto y las necesidades eternas de agua de Castilla-La Mancha. Discurso global, precocinado, de lugares y fantasmas comunes.

Opereta, gestos y leyes para nada, para seguir en la cola, para dar una vuelta más en el microondas a la tortilla recalentada de lo que no funciona. Excepto para los que aplauden cansinos y se lo llevan crudo por estar de diputados, o los autodenominados agentes sociales que no sé a quién representarán, pero ahí están siempre para la foto y firmar lo que diga el patrón. Y un PP que está más a gusto donde está desde siempre. Nada nuevo bajo el sol.

A mí todo me sonó a falso. Opereta bufa, tomadura de pelo. Y todos tan contentos. Vergüenza debería dar que lo único que quede, después del debate, sea el vino servido en una boda. Qué nivel.


Share/Bookmark Leer más...

viernes, 4 de septiembre de 2009

LA DÉCADA SUBTERRÁNEA

La Tribuna de Talavera, 4 septiembre 2009

Hay veranos que no acaban, sino que parecen extenderse como un desierto de luz y de ideas. El verano de este año no terminará, continuará en un otoño ligero, y tan liviano como lo fue el anterior, y el anterior. El tiempo, al final, es un engaño, vivimos un espacio de encefalograma plano, donde nada luce en el hastío/estío de este septiembre que lo mismo podía ser agosto, o junio; o enero. Qué más da.

La ciudad, Talavera de la Reina, es una ciudad que culmina su década subterránea, aquella que se caracterizará en la memoria porque todo fue subterráneo y profundo, que todo creció hacia abajo, como esa estación de engaño, como esos aparcamientos que siempre construye la misma empresa, como ese río que cada vez se esconde más, y más, vendido siempre al mejor postor. Talavera del estío es la ciudad donde todo está en alquiler, se traspasa, se vende; y nadie compra. La ciudad de los cierres echados, del polvo y la suciedad colándose por los escaparates vacíos y desahuciados. Es la ciudad de las calles solitarias a cualquier hora, de las miradas desde las terrazas, bajo los toldos de la soledad y del desarraigo. La Talavera sumergida de un AVE que no llega, ni bajo tierra ni a la luz del día; la Talavera que vive su década subterránea con 16.000 parados, que aquí todo ha sido construir bajo tierra, oculto, que no se ha levantado nada, y el tiempo ha pasado, y como en el bolero, ahora ya no somos los mismos de antes ni ya nunca seremos aquellos, pero aún recordamos lo que pudo haber sido, pero no fue. Talavera de tarde limpia, con el sol cayendo sobre la atalaya de El Casar y la luna llena apareciendo tras las barrancas del Sangrera. Tarde perfecta, con las líneas de los aviones adormecidas junto al cerro de San Vicente; y las sierras limpias y azules. Ya no hay vencejos, sólo golondrinas que bajan hacia el sur, y los pilotos rojos de los coches que salen de Talavera huyendo de este verano que no acabará nunca.
Share/Bookmark Leer más...

lunes, 24 de agosto de 2009

28 AGOSTO: MANIFESTACIÓN EN CANDELEDA

El arroyo Castañarejo baja desde casi lo más alto de Gredos, e incluso este verano lleva agua. Las cascadas resbalan por el musgo y entre las sombras de los robles. Río de alisos y sacuces, de agua limpia y rápida. Junto al puente de la pista del refugio de la Albarea una máquina ha desviado el cauce, y mete el agua por una arqueta. Allí unos tubos se la llevan bajo el camino. El río se queda seco y los alisos en silencio. Quizá éste sea el futuro de Candeleda: sin agua. Lo que se quiere hacer con este municipio, además de una vergüenza, es un despropósito de tales dimensiones que la Junta de Castilla y León, la Confederación Hidrográfica del Tajo, e incluso el ministerio de Medio Ambiente, tendrán que dar muchas explicaciones. Lo que está claro es que Candeleda no quiere quedarse sin futuro. El viernes lo va a demostrar.
Aquí escribes el resto del post.
Share/Bookmark Leer más...

miércoles, 19 de agosto de 2009

LAS CLAVES DEL FUEGO

A las cuatro de la tarde las sierras de San Vicente y de la Higuera son un caparazón de encinas y enebros que sobrevive con tenacidad de siglos a los 40 grados centígrados a la sombra. Nada se mueve. Sólo la columna de humo que sale del puerto de Casillas. Al acercarme veo la extensión, el pinar que arde, y el llegar continuo de los helicópteros, libélulas que vacían su dedal de agua en la raya de la humareda.

La zona que ha ardido hoy entre Sotillo de la Adrada y Casillas, en las nacientes del Tiétar y de su valle, es la cuarta vez que se ha querido quemar en menos de un mes. Aún no se ha conseguido. El fuego, intencionado –sobra decirlo-, se ha iniciado a media ladera, y creo haber visto dos frentes al cruzar la sierra de San Vicente. Las maneras han sido las mismas que las del incendio de Arenas que se llevó por delante 4.000 hectáreas: prender y dejar que el fuego y la orografía hagan el trabajo. Cuatro incendios, intencionados, en un mes en Sotillo de la Adrada. Y no será el último. Quizá hasta que lo consigan.


Seguir la pista a fuego daría muchas respuestas, respuestas que quizá no se quieran escuchar. Es inquietante que la carretera de los pantanos, la misma que Esperanza Aguirre ha convertido por sus narices en autovía, ya esté prácticamente en la raya con Ávila, y, ya puestos, ¿por qué no la llevamos hasta Madrigal de la Vera también como autovía? Ya están las máquinas jodiendo el Cordel de los Llanos para crear una carretera tan innecesaria como nefasta, con todo el apoyo del Gobierno de Castilla y León. Y ya tenemos también (en proyecto, pero de ejecución inminente), la autovía Maqueda-Ávila, que va a montar un destrozo descomunal en ese territorio donde se junta Gredos con el Guadarrama, ese lugar donde los toros de Guisando aún reposan en silencio. Es decir: carreteras y “desarrollo” para Gredos; y, faltaría más, proyectos urbanísticos sin control, sin agua, sin sentido. Esto es lo que le espera a Gredos los próximos años.


El fuego nunca es casual, sino más bien un síntoma. Los porqués del incendio de Arenas, de Sotillo de la Adrada, de los que se han intentado en Candeleda, dicen que la presión es muy alta, y que la tierra empieza a ser sinónimo de suelo. La frontera, definitivamente, ya está aquí.
Share/Bookmark Leer más...

viernes, 14 de agosto de 2009

LA SEQUÍA COMO EXCUSA

El problema del abastecimiento de la Campana de Oropesa y Cuatro Villas no es que se haya secado el Tiétar. El problema reside en la absoluta dejadez de la Confederación Hidrográfica del Tajo, y la falta de soluciones por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha. Dejadez por parte de la CHT, porque es insultante que 15.000 ciudadanos que viven en el tramo medio del Tajo, junto al afluente más importante del propio Tajo, el Tiétar, con recursos más que sobrados, en pleno siglo XXI se hayan quedado sin agua potable en sus casas. Estamos hablando de 15.000 ciudadanos que viven junto a un Tajo “excedentario” por la ley franquista de 1971, del que hoy mismo se está trasvasando en un día lo mismo que consume la Mancomunidad en tres años. ¿Qué está pasando aquí? Si se hubieran quedado sin agua potable en Murcia, o Alicante se hubiera puesto el grito en el cielo: pero como aquí somos ciudadanos de segunda o tercera, nos tenemos que joder y aguantarnos, y seguir hasta dentro de un año, si no llueve antes, con agua no potable saliendo por los grifos, y con cuatro garrafas. Y encima dando las gracias.

La CHT pierde el culo para llevarse el agua por el Trasvase, o a Ciudad Real. Pero se lava las manos con la nefasta gestión del Tiétar y del Guadyerbas, por no decir del Tajo, que lleva dos meses parado entre Talavera y El Puente del Arzobispo. La CHT puso en vigor en 2006 el Plan Especial de la Sequía, que venía a poner soluciones a, precisamente, la sequía. ¿Qué hizo para el Tajo en nuestro territorio? Pues, al contrario que en el resto del país, nos quitó las situaciones de Prealerta y Alerta, pasando directamente de las situaciones de Normalidad a Emergencia, es decir, de tener agua a no tenerla, como ha sucedido ahora. Repito: el único lugar del país. ¿Por qué? Porque si tuviéramos las situaciones de Prealerta y Alerta, inmediatamente tendría que dejarse de trasvasar agua al Levante, y debería venir a paliar las carencias del propio Tajo. Y, evidentemente, se prefirió dejarnos con el culo al aire a nosotros, ciudadano de tercera, que permitir que el Trasvase se cerrara.

Y el Gobierno de Castilla-La Mancha, aparte de importarle más llevarse el agua del Tajo a la Mancha que los ciudadanos del oeste de Toledo tengan agua adecuada en sus grifos, ha tardado demasiado tiempo en tomarse en serio el abastecimiento a la Mancomunidad. No se ha preocupado de hacer una planta potabilizadora en condiciones, no en la presa del Guadyerbas, sino en el Rosarito. Permite que la CHT siga considerando al embalse de Navalcán como un barreño que vaciar a antojo cuando Rosarito se queda sin agua a finales de agosto; y no le importa un rábano la gestión que se hace del Tiétar en su tramo alto, y que ha conducido a la situación actual.

Que nadie se engañe, o engañe: si no hay agua potable es porque no se han hecho las cosas como se deberían haber hecho. Ahora, a sufrir las consecuencias.

Share/Bookmark Leer más...

sábado, 8 de agosto de 2009

LA PIEL DEL DRAGÓN


A media tarde algunas nubes altas filtran la luz. El cielo sobre Gredos es del mismo color que el lecho del Tiétar. El río está seco, el agua se esconde en dos o tres míseras charcas donde se refugian barbos y galápagos. Agua verde, espesa. Nada más. Nunca lo había visto así. El Tiétar es hoy un río de granito, con el alma gris de las profundidades obligada a soportar la luz, el calor, el sol de esta tarde de agosto. Los sauces han muerto, el fresno de la orilla pierde las hojas y se las deja llevar por el viento ligero. El nácar de las náyades rotas llena de brillos el paisaje. Son los restos del saqueo de las profundidades, de los lugares vedados y guardados siempre por agua y ovas, pero ahora desguazados sin piedad. No hay agua, todo es de la misma textura, no hay verdes vivos, ni azules en la corriente, sólo arena seca, polvo, aire seco. En el cielo cinco cigüeñas negras buscan una charca donde posarse. Van y vienen, un pollo de águila calzada vuela bajo, junto a ellas y a un milano negro. El Tiétar es la piel de un dragón oculta siempre por el agua y el verde de la orilla, hoy una serpiente de granito, en carne viva.
Cruza un zorro hasta el monte, las encinas de la linde mueren por la seca y el calor. Aguantan los melojos, y el quejigo verdea con fuerza. Me acerco hasta él. En una charca junto al Guadyerbas se refugia lo poco que queda de río. Allí descansan cigüeñas, garcetas, garzas reales y bajan a beber las torcaces. El granito muestra las marcas de la corriente, las líneas del agua. Caminar sobre el lecho del río es extraño, es profanar un territorio sagrado y vedado a los seres de la superficie. Camino despacio sobre el granito pulido. Me observan los galápagos leprosos, de todos los tamaños, arracimados en su charca. De repente todos se lanzan al agua. El aire es espeso, un olor mineral y profundo se extiende por la raya de los jarales de la Solana.

El Tiétar, esta tarde, es un espejo del vacío. No hay nada, sólo sombra. Muy tarde, sale la culebrera. Vuela hacia mis pasos y se queda clavada sobre el vacío del Tiétar. Ya no hay sol, ni luz, y los martinetes vuelan desde su sauce muerto. Cae la noche y no se escucha el rumor del Tiétar. El dragón descansa y su piel desnuda de granito brilla con la luna llena de agosto.
Share/Bookmark Leer más...

sábado, 1 de agosto de 2009

3.600 HECTÁREAS

Según mis cuentas el incendio de Gredos se ha llevado por delante cerca de 3.600 hectáreas. Dejo un montaje que he elaborado sobre Google Earth, con la fotografía del satélite Aqua tomada ayer (31 de julio) a mediodía. Cada pixel de la foto del satélite abarca una superficie de 6,25 hectáreas (250 x 250 metros de lado), y según se puede comprobar hay 569 cuadrículas afectadas.



Interesantes estos dos videos que cojo de YouTube, donde se ve el inicio del fuego, provocado sin ninguna duda. El primero tomado desde Arenas de San Pedro, y el segundo por encima de donde se mete fuego al monte. Parecen tomados al mismo tiempo, y se ven los tres focos, cada uno con su intensidad determinada por el tiempo que llevaban ardiendo. El resto ya lo sabemos.



Share/Bookmark Leer más...

jueves, 30 de julio de 2009

LAS CENIZAS DE GREDOS

La Tribuna de Talavera, 31 julio 2009

En lo alto del puerto del Pico hay gente que observa el incendio desde la terraza del bar, tomando una cerveza y contemplando plácidamente cómo el fuego avanza hacia las nacientes del Tormes. Los helicópteros cargan agua en el vivero, y las vacas avileñas observan desde los prados del Alberche. Abajo, diez hidroaviones echan agua sin parar a la hoya del Arenal, y se van, en fila, con un orden perfecto hasta el Rosarito. En Ramacastañas el Tiétar es sólo un charco y la Sierra un paisaje de brumas, invernal, con alfaguaras de humo y ceniza. Localizo lugares, collados, pinares, gargantas, distancias. Junto a la carretera del puerto arden enebros como teas, primero con lentitud, resistiendo la muerte, luego con una explosión rápida que los convierte en un fogonazo de humo negro.

En Cuevas del Valle la gente mira al cielo. Una nube de silencio y ceniza, fina como la luz de la tarde, lo ocupa todo. Los helicópteros pasan, sueltan el agua, y vuelven. Bajan los vencejos, ladera abajo, y se confunden con las alas naranjas de los hidroaviones. La columna de humo sube y luego se quiebra hacia el sureste. Ya humo blanco, de piornos y monte bajo, transparente sobre la tarde oscura. Luz fría sobre Mombeltrán, como de tarde de enero. En los pinos aún aguantan brochazos de verde, supervivientes al infierno de la noche anterior. Si te fijas todo el pinar arde, o llora en gris, con un aliento espeso. Las carreteras se internan por bosques de espectros hacia el Arenal. Los fuegos resurgen en los valles y hay algo que te va diciendo que es imposible, que no puede ser. Pero el olor a humo se masca, el aire es seco, mineral, cruje el granito. Es verdad. Detrás del fuego siempre hay intereses, pero el fuego siempre deja muerte y paisajes desencajados. Los troncos de pino son agujas de ceniza en una tierra que ya sólo es desolación. El fuego lo para todo, es una muerte que arranca la belleza de raíz, en un segundo. Y le descuaja pedazos de alma a la tierra, como se los arranca a quien conoce lo que se ha perdido, los paisajes, los lugares, los cerezos, los castaños, las miradas de las gentes que han labrado el paisaje de Gredos durante generaciones. Todo se va, y lo sabes, y te hace saber que ya nada será igual, que no serás igual.


Al caer la tarde, en lo alto del puerto, la tarde la gente contempla en silencio el incendio. La policía militar pone orden, y los helicópteros encienden las luces. Arde la noche, y un pedazo de Gredos escapa muy lejos, convertido para siempre en cenizas y humo.
Share/Bookmark Leer más...

miércoles, 29 de julio de 2009

ARDE GREDOS


Mientras la luna creciente cae a poniente, detrás del Berrocal las llamas del incendio iluminan medio Gredos. La atalaya se perfila contra las llamas, algunas encinas se recortan contra las bocanadas de fuego que suben y se hacen dueñas de la noche. Este mediodía, cuando salía de Toledo, vi al fondo la columna de humo, elevándose sobre la Sierra de San Vicente. Aún trepaba, directa, subiendo algunos kilómetros antes de tumbarse hacia el Este. El desastre.

Ha muerto una persona, arde un pedazo de Gredos, la noche consumirá a su antojo bosques, paisajes, casas, lugares, mientras lo deja todo negro. A media tarde la columna de humo del incendio llegaba hasta el valle del Ebro, quizá hasta los Pirineos. Ayer era el incendio de las Hurdes el que llenaba todo de gris. Hoy ha amanecido limpio, transparente, pero ha sido breve. Un brochazo gris/negro, humo donde vuela hecho pedazos el verde de Gredos.

El primer recuerdo que tengo de un incendio forestal es en Arenas de San Pedro, a finales de los años setenta. Recuerdo mirar desde el castillo, y ver arder la sierra, a izquierda y derecha, arriba, fuego en todas partes, brasas iluminando trozos de pinar que se desprendían, humo bajando en oleadas de calor. Después, a mediados de los ochenta, en una noche como ésta, recuerdo ver arder toda la sierra de golpe, desde el Puerto del Pico hasta Sotillo de la Adrada. Eran incendios inmensos, que duraban semanas, o quizá fuesen varios, que venían a quemar lo que el anterior había dejado vivo. Luego volvió a quemarse la sierra de Pedro Bernardo, a principios de siglo, y pasé buena parte de la noche allí, aprendiendo que el fuego es infinitamente peligroso e impredecible. Y ahora, otra vez, arde el horizonte, arde Gredos, como ha ardido cien veces y probablemente volverá a arder.

Cuando muere una persona en un incendio quizá el resto de consideraciones sean secundarias. Pero aquí el fuego ha sido provocado, como tantas veces, lo que implica que tenemos delante un crimen premeditado, un asesinato. Estamos igual que en los setenta, que en los ochenta, que a principio de siglo. Alguien ha prendido la llama, y probablemente, cuando se apague, volverá a hacerlo. En Gredos sobran pinos y faltan bosques. Pero no es excusa. Ya se llevaba varios años intentando quemar esta zona, como van unos cuantos que se intenta quemar toda la Sierra de San Vicente desde el Guadyerbas. Se saben y se huelen las querencias, quizá los intereses. El fuego limpia lo que sobra, empobrece hasta el límite, reconvierte los bosques en suelo donde urbanizar, hace que la madera se venda barata, negocio para unos pocos, miseria para todos.

El incendio es un desastre ambiental de primera magnitud, el destrozo es y será inmenso, porque será difícil de parar y controlar. El que ha metido fuego al monte ha sabido bien lo que ha hecho, dónde lo ha hecho y en qué día. Este verano va a ser un desastre, ya lo es.

De madrugada las columnas de humo siguen subiendo, se refleja el fuego con su ritmo lento devorador de distancias. Miro con los prismáticos. Espumas de fuego suben a lo alto. Son del mismo color con que El Bosco pintó pedazos del infierno en El Jardín de las Delicias. El fuego está muy alto, sigue avanzando. Gredos arde treinta años después. No hemos aprendido nada.
Share/Bookmark Leer más...

viernes, 24 de julio de 2009

VERGÜENZA

La Tribuna de Talavera, 24 de julio de 2009

Es lo que te queda después de recorrer la cicatriz polvorienta y mirar hacia atrás. Vergüenza. Entre Navamorcuende y La Iglesuela se está ejecutando con total impunidad un saqueo al patrimonio ambiental y cultural de la Sierra de San Vicente. No estoy en contra de que se mejore y arregle la carretera. Estoy en contra de la chapuza llevada su extremo. Lo que allí se está ejecutando, promovido por la Consejería de Obras Públicas, y auspiciado por la de Medio Ambiente (o como se llame ahora), es un verdadero atentado al sentido común y a la racionalidad. Se han arrancado encinas cuyos troncos sobrepasan el metro de diámetro, enebros de unos cuantos de cientos de años, fresnedas completas en el Torinas. Se están vertiendo miles de metros cúbicos en una escombrera que no contempla el proyecto de ejecución; la cañada Leonesa Oriental queda colgada varios metros sobre el nuevo nivel de la carretera, y no pasa nada. Pero lo peor de todo es la cicatriz que se va dejando en una zona que se debería cuidar con devoción, pero que se maneja con frivolidad y sin ningún atisbo de respeto.

Aquí tiene que haber algún responsable, la Junta no puede patrocinar y amparar este desaguisado. Y, repito, entiendo que la carretera tenía que ser mejorada, pero no de una forma que sólo se lleva por delante una zona única. Ejemplos de actuaciones en carreteras similares, pero bien ejecutadas y armoniosas con el paisaje y el patrimonio, hay muchos y no muy lejos, pero aquí ha primado actuar sin contemplaciones y despreciando lo que daba valor al paisaje y al territorio.





Ya nadie devolverá los árboles centenarios, y quizá en medio siglo las jaras cierren los desmontes. Pero quiero saber qué ha fallado, por qué se ha hecho la vista gorda y por qué el Gobierno de Castilla-La Mancha se ha pasado por el forro todas las consideraciones medioambientales a que quedaba obligado por su propia declaración de impacto ambiental. Quiero responsabilidades, y que se paralice la obra entre la garganta Torinas y el Tiétar, donde las máquinas aún no han entrado. Y una inmediata restauración ambiental; y, por supuesto, que se meta la empresa constructora los vertidos donde pueda, pero que no los deje en medio del paisaje.

Es un atropello a la razón. Los troncos cortados con motosierra están fríos, aún brota resina de los enebros y su olor llena la tarde. Pero lo que queda es la vergüenza inmensa, suspendida en el aire de la tarde, más espesa que el polvo que levantan una y mil veces los camiones que se llevan, convertido en basura, lo más valioso de esta tierra.

Share/Bookmark Leer más...

sábado, 11 de julio de 2009

RÍO ALBERCHE EN ESCALONA, 10 DE JULIO


Ayer el Alberche pasaba con ganas bajo Escalona. El agua brillaba en las chorreras, y se iba a esconder, rápida, entre las saucedas y las alisedas. Probablemente el Alberche sea actualmente el río de la cuenca del Tajo con mayor caudal, exceptuando al Jarama -colector de aguas residuales de Madrid-. El Alberche lleva agua porque tiene que llegar a los regantes del Canal Bajo del Alberche, si no estas imágenes no existirían y el río reduciría su cauce a poco más de un metro de anchura. Esto es lo que pasó en los años en los que la Confederación Hidrográfica del Tajo no permitió regar con agua del Alberche, y dejó que toda al agua se fuera. bombeada desde Picadas al Guadarrama, para "regar" el césped de los adosados de la periferia madrileña.

El Alberche necesita este caudal, porque es un reguero de verde y de vida, de bosques y de sombra. Sin regadíos en la vega de Talavera -Alberche, Talaverilla, Pepino, Calera-, no existiría el Alberche, el propio río, aguas abajo de Picadas, ya que todo esta agua se iría bombeada hasta los depósitos del Canal de Isabel II en Madrid. No creo que existan regadíos más "ecológicos" que los del Canal Bajo del Alberche. Ayer, 10 de julio, hacían posible este paisaje en la vega de Escalona.

Share/Bookmark Leer más...

viernes, 10 de julio de 2009

CANDELEDA NO SE VENDE


La Tribuna de Talavera, 9 julio 2009

Todas las tardes, cuando el sol se mete nortizo sobre Gredos y los vencejos comienzan a volar cada vez más alto, miro al Circo y observo los cambios de azules en el granito y de rojos en las nubes. Siempre he pensado que lo más parecido al paraíso es el sur de Gredos, cualquiera de las gargantas que bajan serpenteando entre alisos y enebrales. Las gargantas de Candeleda son para mí las más auténticas y personales -la Blanca ligera y alegre, la Lóbrega seria y lejana- bajando sin respiro hasta el valle desde muy arriba, desde donde el agua sale literalmente de entre los granitos gastados por siglos, y va bajando con la decisión de lo que el destino te marca, hasta el valle, hasta el Tiétar represado con avaricia en el Rosarito.

Por ello es impagable y jamás estará suficientemente agradecido el trabajo que están realizando desde la Plataforma contra la especulación urbanística de Candeleda, intentando impedir que se urbanice un buen pedazo de la sierra, al pie de la garganta Blanca, tomando el agua del arroyo Castañarejo. La Junta de Castilla y León utiliza la riqueza natural y cultural del territorio que administra, como materia prima barata para un desarrollo tan insostenible como anacrónico. Ahí están los ejemplos de Villanueva de Gómez, Navas del Marqués, los parques eólicos del valle de Amblés; o Candeleda. Todo ello en Ávila. El paisaje, el agua, la tierra, Gredos, como madera barata para la caldera del desarrollismo inculto que tanto daño ha hecho y, a lo visto, continuará haciendo.

La Plataforma de Candeleda es un ejemplo, porque la lucha de los ciudadanos por lo suyo, por su paisaje, por su tierra, por su ecosistema básico conformado por lo que los sentidos son capaces de transmitirnos, simplemente por saber observar y comprender, es quizá lo más importante, lo que hace que seamos de una tierra, no que la tierra sea de nosotros y podamos hacer con ella lo que queramos.

La lucha de la Plataforma de Candeleda, es la lucha de todos los que sabemos y creemos que la tierra es más que suelo que urbanizar. Al menos es mi lucha. Ahora las excavadoras derriban las puertas del paraíso, profanan los castros vettones, meten el agua de los arroyos por tuberías, se llevan por delante el paisaje, la tierra, un pedazo del azul de Gredos, del esmeralda de las gargantas. Si lo consentimos seremos menos nosotros, porque nos habrán arrancado un pedazo de nuestra alma. Gredos, esta tarde, es azul transparente, con brochazos de nubes rojas y amarillas, espesas. Los vencejos pasan y vuelven, como un oleaje antiguo e infinito.
Share/Bookmark Leer más...

lunes, 6 de julio de 2009

LA TRIBUNA EN LA TRIBUNA

Fotografía tomada el 20-J, desde el atril donde más tarde se leería el manifiesto, y mucho antes que la manifestacíón arrancase. La Tribuna de Talavera desde la tribuna. Share/Bookmark Leer más...

viernes, 3 de julio de 2009

400 HECTÁREAS

La Tribuna, 3 julio 2009

Ayer, a media tarde, con 40º a la sombra y un viento seco y racheado, la cosa pintaba muy mal. Miraba el fuego y se me helaba la sangre. Hoy las cifras hablan de cerca de 400 hectáreas quemadas en el incendio de La Pueblanueva, es decir, cerca cuatro millones de metros cuadrados. Y lo peor de todo es que 300 hectáreas son de monte. Siempre me ha dado mucho miedo oír, en las crónicas de los incendios, la coletilla de monte y matorral mediterráneo, como si no tuviera valor, y lo verdaderamente importante fuera el bosque. Pero nuestro bosque es el monte mediterráneo, lo que ayer ardió con virulencia en las barrancas y regueros que bajan desde las rañas hasta el Tajo. El paisaje quemado es de un valor inmenso, el bosque también. Es un bosque lento, el de verdad, de coscojas y enebros, de encinas y algún quejigo en las zonas húmedas y umbrías. Siempre me ha llamado la atención la tenacidad del bosque de los territorios del Sangrera, los rodales de monte supervivientes de los altos de las barrancas que se despeñan al Tajo, y la capacidad, lenta pero infinita, de recuperación del bosque, incendio tras incendio, corta tras corta, olvido tras olvido.

Lo que ardió ayer es uno de los territorios naturales más destacados del valle del Tajo. No lo es por las formaciones de barrancas, o por la capacidad del hábitat de acoger especies como el águila perdicera, el halcón peregrino o, en tiempos no tan lejanos, la cigüeña negra. Sino porque forma parte de un corredor ecológico de primera magnitud que pone en contacto al propio Tajo, que entra sin solución de continuidad al mediodía con los montes y rañas que dan paso a la Jara y Montes de Toledo; y al norte, con los antiguos encinares del Alberche, que comunicaban, hasta su reconversión en naves industriales, por el propio río con el Sistema Central. Este conjunto natural quedaba enmarcado por el soto de Entrambosríos, que fue hasta su destrucción uno de los grandes bosques de ribera del Tajo. Es decir, era el único lugar del Tajo no embalsado donde se daba una continuidad natural entre el norte y sur de la Península. Hoy, destruido el Soto, el Alberche desaparecido, y el Tajo con apenas caudal para llenar una cesta de los helicópteros que ayer se pegaban contra el fuego, las barrancas seguían ahí con su bosque de paciencia, hasta que ayer el fuego se lo llevó.

Se nos ha quemado un pedazo de la piel de nuestro paisaje, quizá la piel más auténtica y valiosa. No sé si habrá sido a conciencia o por error, pero el daño, grande, está hecho. A esta hora arden los montes del Bullaque, en la raya de Cabañeros. Arde el bosque lento, el monte y matorral mediterráneo, el bosque de verdad. Empieza mal el verano.
Share/Bookmark Leer más...

jueves, 2 de julio de 2009

FUEGO: ELEMENTO UNO

El fuego siempre está ahí, aunque no se le vea, como el aire. Se barruntaba antes que prendiera en las barrancas, quizá antes que el propio fuego lo supiera. Saliendo de Madrid, al fondo se divisaba la columna trepando vertical. Intentaba ubicarla, quizá en la Jara, en el Pusa o en el Jébalo. Pero al final fue en las barrancas, junto al Tajo y llevándose por delante el monte de chaparros y coscojas adherido con paciencia infinita, como una costra, a la arena petrificada.

Desde el soto de Entrambosríos el fuego avanza hacia el Este, empujado por el viento cada vez más fuerte. Los helicópteros, amarillos y azules, bajan hasta el Tajo, llenan su cesta, y se meten entre las barrancas, diminutos, como abejorros. Todo muy lento; y el fuego va muy deprisa cumbreando las crestas de arcilla, los farallones de perdiceras y grajillas. La raña de la Peraleda, las labranzas blancas quedan atrás, entre el humo negro. Cuando prenden las coscojas el fuego crece, con un color rojo intenso. Son las cinco de la tarde y hasta el aire se hace fuego.
El fuego se está llevando por delante buena parte del LIC de las Barrancas. No ha sido la primera vez, ni tampoco será la última. Hace unos días se desprendió parte de la barranca de la Orbiga, porque algo ya se sentía, que estas cosas se barruntan, se quiera entender o no. La cicatriz, blanca y nueva, quedó ahí, a la espera de esta otra cicatriz negra, más grande y sucia. Demasiadas. El fuego es elemento consustancial, como el aire, la tierra y el agua. Las coscojas y los enebros sobrevivirán, volverán a crecer, la erosión se hará más profunda y excavará los regueros más profundos, se llevará más arena al Tajo , quizá dibuje un nuevo meandro o chorrera. Sólo cuestión de tiempo.
Share/Bookmark Leer más...

lunes, 29 de junio de 2009

26 Y 27 DE JULIO DE 1809


Ayer La Tribuna publicó en contraportada un texto que escribí hace ya cerca de diez años, con motivo de los 190 años de la batalla de Talavera. Me ha gustado que lo recuperaran. Creo que entonces, hace diez años, no hubo pólvora, ni recreación, ni nada. Hace ya diez años y me acuerdo de la tarde que lo escribí. El tiempo va muy deprisa, demasiado, y diez años es un tiempo suficiente como para mirar atrás, analizar y comprobar si la perspectiva o las nieblas de la vida te dejan ver algo.Recuerdo La Portiña en la sequía brutal de los primeros años de la década de los 80. No llovía, Talavera tomaba el agua para beber del embalse, y aún no se bombeaba agua desde el Canal Bajo del Alberche. El nivel estaba muy bajo, no entraba agua por los arroyos, y el embalse se reducía una pequeña charca rodeada de sacucedas nuevas y el blanco de las arenas y la tierra gastada por la erosión.

Aquí Pasear por las orillas te daba la posibilidad de encontrar hierros oxidados, trozos de metal carcomidos por el tiempo y el agua. Entonces no sabía que aquello eran los despojos de una batalla, y que allí, en aquel mismo lugar, vinieron a morir miles de soldados. Mucho tiempo después, cuando daba clases de educación ambiental en La Portiña, algunos chavales encontraban balas y trozos de bombas de cañón, del tamaño de media cabeza. Tampoco entonces casi nadie sabía que ése fue el paisaje de una batalla, ni de la historia del Cascajal o del Medellín.Hoy, casi 200 años después, analizando los relatos de la batalla, los paisajes descritos en fráncés e inglés por los soldados que aquí pelearon durante dos días, es fácil reconocerlos en las inmediaciones del embalse, en la raya del Berrocal, en la tierra removida de Cervines. La atalaya de Segurilla, con las torretas y toda la basura que le han puesto alrededor, ensucia el paisaje. Pero todo está ahí. Intacto.
Share/Bookmark Leer más...