domingo, 27 de septiembre de 2009

EL SAQUEO DEL GUADYERBAS

La Tribuna de Talavera, 25 septiembre 2009

Con la construcción a mediados de los años 70 del embalse del Guadyerbas, se destruyó para siempre uno de los territorios de mayor valor ambiental del centro de España. Aún hoy estremece recorrer el lecho del embalse y contemplar los troncos de encinas y alcornoques de siete u ocho siglos serrados sin compasión. La finalidad del embalse era aumentar las reservas disponibles en el de Rosarito, sobre el Tiétar, para acabar con garantías la temporada de riegos en la Vera. 30 años después todo sigue igual: no importa del valor ecológico del Guadyerbas o del Tiétar, ambos ríos se usan como canales a cielo abierto, hoy vacíos, mañana a rebosar. Lo que está ocurriendo ahora en el embalse del Guadyerbas, unido al abastecimiento de la Campana de Oropesa y las Cinco Villas, ejemplifica el filibusterismo del Estado con los recursos hídricos de nuestro territorio, anteponiendo el regadío al abastecimiento, la rapiña del agua frente al enorme valor ambiental de los ríos (el Tiétar y el Guadyerbas en esa zona son los dos ríos mejor conservados del interior peninsular), y ningunea a 15.000 ciudadanos que vieron perder bajo el embalse buena parte de su tierra, para ni siquiera poder abastecerse en condiciones de él.

Lo que está ocurriendo con el embalse del Guadyerbas es un despropósito de tal calibre que dudo que pudiera ocurrir en otro lugar que no fuera aquí. Si cualquier Confederación hiciera lo mismo en Cataluña, el País Vasco, Andalucía, o incluso Extremadura, el gobierno autonómico de turno pondría el grito en el cielo y exigiría orden y respeto. Pero aquí les aseguro que no pasará nada, se dejará el embalse al mínimo, hasta que sólo quede cieno y poco más, y el gobierno de Castilla-La Mancha no dirá nada; es más, dudo que sepa dónde quedan el Tiétar y el Guadyerbas, y probablemente cualquier lúcido responsable pensará que eso ya es Ávila o Extremadura, total, para lo lejos que está... Tenemos asumida la personalidad del perdedor, del fatalismo, de que las cosas son como son. Y lo saben.

El Tajo para Murcia y la Mancha, el Alberche para Madrid, el Guadyerbas y el Tiétar para Extremadura, el Guadiana para Badajoz, y el ministerio trazando un nuevo trasvase desde el Campo Arañuelo. Somos un territorio de agua al que se escurre como una esponja. Y los pueblos con cisternas, y saliendo cieno y ovas por los grifos. Aquí es donde estamos. A esta tierra no la defiende ni Dios desde hace muchos años, y se sabe y se aprovecha. Hemos quedado para servir y callar, para ser moneda de cambio, en un territorio donde, pase lo que pase, nunca pasa nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La situacion es critica y por eso ahora "canta" mucho, pero no es nueva.
Toda esta parte de la provincia (de Talavera hacia el oeste) esta completamente abandonada por la junta. No hay mas que ver el estado de las carreteras, por poner otro ejemplo.
Y el problema es que ninguna opcion politica en la zona se rebela contra esto.