viernes, 8 de julio de 2011

Ella

La Tribuna de Talavera, 8 julio 2011

Ella está tumbada sobre una piedra de granito, con un biquini verde, leyendo un libro. A su lado unas gafas de sol. Al fondo un puente de piedra de medio punto levantado en granito. Abajo agua espesa, fría. Ella lee entre el grano de la fotografía, los piornos más arriba en la ladera, el calor de la tarde, la sombra que baja sobre la garganta y resalta las líneas de las edades geológicas, las fallas de la cuarcita. Ella lee desde su tiempo, cuando las cosas eran más transparentes y el tiempo era más largo y estaba ahí delante para gastarlo. Era el tiempo de huir de los valles donde se acumulan los cienos de la vida, de escapar a la sierra en cualquier coche, de cualquier manera. Salir. Ir. No quedarse. El tiempo, luego, juega sus trampas sin que te enteres. Un día estás es una esquina de la vida, al día siguiente en una gran avenida donde las farolas se apagan de repente y sólo cruzan las luces de los coches lentos de la madrugada, como en las novelas de Sabato. A veces la vida se hace extraña y real y puedes esquiar sobre el Sena, como en aquella película rara francesa. A veces la vida es del color de los vencejos azules, otras viaja en bandos, como las grajillas que ya no vienen por los atardeceres de este verano; otras te silba ligera y te llama, como el canto del roquero solitario. Entonces, ahora, los caminos lejanos olían al polvo brillante de Gredos y a resina de pinos, y al verdor de los helechos y a las fuentes de agua limpia que manaban sin interrupción, como los días. Entonces, ahora, ella, se lanza al agua fría, mineral y transparente, y bucea entre los resplandores del sol velado por los robles, entre los granitos inmensos punteados por los caparazones de insectos prehistóricos. Ella brilla entre el esmeralda de las profundidades, entre la nieve del invierno, entre el oro de peces, atmósfera de lucidez donde el mundo se detiene y se queda observando. El tiempo sólo suyo.

Ella está ahí, tumbada sobre una piedra de granito, en su tiempo, que es el tiempo real, de verdad. A su lado unas gafas de sol. Al fondo un puente de piedra, el trazo contundente del granito. Junto a ella el tiempo detenido sobre el brillo azul de Gredos.

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