sábado, 25 de abril de 2009

20-J

La Tribuna de Talavera 17 abril 2009

Finalmente será el 20 de junio el día de la manifestación por el Tajo y el Alberche. El día 27 quedará para el simulacro de la Batalla de Talavera, para el cartón piedra revivido, pero el 20 será el día de la batalla de verdad, en la que nos jugamos no ya el agua, sino la dignidad de una ciudad, de una cuenca hidrográfica, de una región.

Quizá lo que fueron nuestros ríos, los cauces vacíos del Tajo y del Alberche vengan a decirnos un ya está bien, nos exijan una urgencia de remedios a los silencios y a la dejadez que ha posibilitado que Talavera de la Reina sea no sólo la única ciudad de España que ve como sus dos ríos se van en sendos trasvases (el Tajo a Murcia y a la Mancha), y el Alberche a Madrid; sino que tengamos que soportar hoy en día, que incluso se lancen globos sonda de posibles trasvases desde Castrejón, Azután o Valdecañas, cuando no del Tiétar enterito; e, incluso, un presidente de una comunidad autónoma vecina, se permita pedir la ejecución de presas que anegarían el Tiétar desde Madrigal de la Vera hasta Sotillo de la Adrada.

Hemos sido generosos, silentes, conformistas, encajadores de engaños y argucias políticas, técnicas y hasta morales, donde siempre nuestros derechos valían menos que los de otros, donde nuestras urgencias eran secundarias, donde nuestros ríos y argumentos, al final, quedaban convertidos en meros recuerdos del pasado. Nuestra paciencia ha sido, casi, infinita. Pero ya está bien. La Historia habla en los documentos, en las leyes muchas veces torcidas y clavadas en el ojo de la Justicia, como lo es todo lo referido al trasvase Tajo-Segura. Y la Historia del Tajo es una historia de engaños, miserias y vergüenzas.

El 20 de junio Talavera saldrá a la calle por sus ríos, por su dignidad como ciudad, por la íntima comprensión que nos dice que si un río se seca, se muere, con él se agota la esperanza de toda sociedad. Y no vamos a permitir que eso pase. Nuestros ríos van a volver, va a costar, habrá que pelear y trabajar mucho. Pero la dignidad es algo que se lleva dentro y que 30 años de olvidos no han podido sepultar. En el Tajo, debajo del cieno, bajo los tarays de las islas y el garcerío de la tarde, reside buena parte del futuro y del presente de Talavera de la Reina. En nuestras manos queda que sean posibles.

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