lunes, 20 de mayo de 2013

Los vientos del Tajo

La Tribuna de Talavera, 17 mayo 2013

A estas alturas de la película todo está más o menos donde se esperaba. El borrador de plan de cuenca del Tajo se ha presentado oficialmente, se han constituido los organismos de la Confederación que tienen que vestir de legalidad la teórica participación de los «actores afectados», y dar cabida a eso que se llama tan falsa como eufemísticamente «participación pública». Se ha abierto plazo de alegaciones –que no servirán para nada– y ahora toca la engañifa de esas jornadas que se organizan en Madrid, Cáceres y Talavera de la Reina para poder decir en Europa que se ha consultado e informado a los indígenas, que de qué se quejan y tal. Todo en orden.

Lo que ocurre es que todo es mentira. Eso, que ya se sabe, es quizá más deslumbrante con este borrador de plan del Tajo. La partida de ajedrez continúa, y alguien no ha colocado muy bien sus piezas. Aparentemente parece que el juego se va desarrollar favorablemente para el Ministerio que juega con blancas y con muchas ventajas. Pero no es así. Hay grietas, huecos mal disimulados debido a una mala apertura, los alfiles son débiles e inexpertos y los caballos están descolocados. Hay mucha prepotencia y soberbia, y eso siempre es un peligro.

Cada uno está en su sitio, la estrategia se va a cumplir movimiento tras movimiento. Pese a que se ha desmontado buena parte del gran trabajo de la Oficina técnica de planificación de la Confederación Hidrográfica del Tajo, lo que ha quedado, lo que se lee, y sobre todo los silencios, son más que suficientes. No estamos como ya he dicho otras veces ante un plan técnico, como reclama Europa y la legislación española; sino ante un plan de cuenca político, censurado, amputado y anacrónico. La más absoluta frankesteneización del Tajo y la perversión radical de la ley, su espíritu y el sentido común. Y eso se va a cobrar sus víctimas. Y no tardando mucho.

Hoy aprueba el Consejo de Ministros el Plan del Guadiana. Una vez que el borrador de plan del Tajo ha roto el hielo, van el del Júcar y el del Segura. Castilla-La Mancha, inmensa hidrocolonia, se juega otros diez o quince años de desarrollo. No sé si se habrá enterado aún el gobierno de Castilla-La Mancha. Pero lo dicho con el Tajo, que es a lo que vamos ahora: los tiempos han cambiado y los vientos del Tajo van a comenzar a soplar. Que cada palo aguante su vela, como le gusta decir a nuestra presidenta. 

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