El bosque cabe en su iris negro. Entra la lluvia, y el viento que arrastra las últimas hojas de los robles, y el olor a tierra, y el agua que rezuma bajo las piedras, entre el suelo, sobre el musgo. Dentro han ido a refugiarse el arrendajo y el águila. De allí viene un rumor de cascada, a tempestad lejana. Dentro hay luz, siglos, distancia. El bosque es silencio, se ha guardado dentro. Sólo la niebla que baja y golpea. Profundo, en su mirada, está el tiempo.
Guía de lugares imaginarios
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*Ruinas Circulares, Tierra de las.*
*Lugar que no figura en los mapas, situado tal vez en la desembocadura de
un río que va a dar al extremo sur del ma...
Hace 17 horas
2 comentarios:
Hermoso texto. Su colofón, alta poesía.
Saludos.
Muchas gracias. Más por ser de quien viene.
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