El bosque cabe en su iris negro. Entra la lluvia, y el viento que arrastra las últimas hojas de los robles, y el olor a tierra, y el agua que rezuma bajo las piedras, entre el suelo, sobre el musgo. Dentro han ido a refugiarse el arrendajo y el águila. De allí viene un rumor de cascada, a tempestad lejana. Dentro hay luz, siglos, distancia. El bosque es silencio, se ha guardado dentro. Sólo la niebla que baja y golpea. Profundo, en su mirada, está el tiempo.
Según Lucas
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*En el relato de la Pasión, Lucas, en conjunto, se ciñe a Marcos, pero lo
enriquece con manierismos que no siempre me entusiasman. En el monte de los
Oli...
Hace 5 horas
2 comentarios:
Hermoso texto. Su colofón, alta poesía.
Saludos.
Muchas gracias. Más por ser de quien viene.
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