martes, 5 de abril de 2011

La que nos viene

La Tribuna de Talavera, 1 abril 2011

Paro un rato en la redacción de unas alegaciones al trasvase del Jarama al Tajo, que hay que hacer la columna. Lo del trasvase del Jarama es eso de llevarse las aguas residuales del Jarama a la cabecera, para que desde Almoguera todo lo que baje Tajo abajo sean sólo las aguas residuales del Jarama. Ya ni siquiera los 275 hectómetros cúbicos al año del alto Tajo (frente a los 500 que se quedan para el Trasvase), que se sumarían a los excedentes trasvasables a Murcia o la Mancha. Si esta canallada llega a materializarse, el caudal del Tajo entre Toledo y Talavera será negativo, técnicamente hablando. Sí, entre menos dos y menos diez metros cúbicos por segundo, lo que viene a decir que no habrá ni agua para caudales (¡qué tontería¡) ni para los regadíos actuales. Pero no es solo eso: el borrador de plan de cuenca –que saldrá después de las Autonómicas–, bombea todo el Alberche para Madrid, con lo que los regadíos del Canal Bajo quedan liquidados –se diga lo que se diga y por quien lo diga-; y el agua de boca para Talavera sería durante muchos meses al año la que proviene de las tuberías de residuales de los pueblos y urbanizaciones que vierten generosamente al Alberche entre Aldea del Fresno y Cazalegas. Pero hay más: el trasvase Tajo medio/Tiétar, a la espera igualmente en los despachos de Madrid a que se aclare el asunto electoral en Castilla-La Mancha; las megabalsas del Rosarito, los nuevos embalses deseados en el Tiétar, etc.


A esta tierra, a «sus» ríos, nos da lo mismo quien gobierne, PSOE ó PP. Aquí sí da igual. Somos tierra de saqueo. El mayor «triunfo» en materia hidráulica (que no riparia) de Castilla-La Mancha, ha sido pinchar el Trasvase Tajo-Segura para hacerse un trasvasillo a Ciudad Real, para dar agua a unos desarrollos urbanísticos que no podían «servirse» legalmente/urbanísticamente de un acuífero sobreexplotado. Los portazgos pagados para este trasvase al negocio en Ciudad Real, dejan el Alberche rendido a Madrid y el colofón final del trasvase Tajo-Segura: la conexión Talave-Cenajo. Nos han cambiado tesoros por ilusiones en la tierra de Don Quijote.

El futuro se presenta muy negro. El mismo desfallecimiento económico y social de Talavera de la Reina, es extrapolable a los ríos, Es como si se nos hubiera querido quitar la vida, para que no nos hiciera falta la sangre, que rinde mejor en otros sitios. No me creo la cantinela del Plan Hidrológico Nacional, que es más agua para los mismos. El agua como negocio es lo que tiene: que no entiende de ríos ni de justicias. Las cosas están muy mal. Pero estoy seguro que se van a poner peor.

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