lunes, 25 de abril de 2011

Tormentas de Abril

La Tribuna de Talavera, 22 abril 2011

El granizo cae pulido de vértigo y rebota en la hierba fresca bajo las encinas, pelotas de acero blanco, a cámara lenta. El granizo arranca las hojas nuevas de los árboles, las flores, los amentos, las bellotas que nunca serán. Las nubes pasan, hierven en lo alto. Una cigüeña negra cruza sobre el Guadyerbas, río arriba; un águila calzada va a su nido. Fase clara. El tiempo es de las nubes trampeadas en Gredos, apelotonándose sobre el granito y los robles renacidos.

Truena, las nubes de la tormenta cruzan el firmamento con un rugido seco, el roce con el viento y con el tiempo. Un cuco cercano, una oropéndola hembra que dice que me marche, una culebra enroscada. Sobre Gredos cae la tempestad. Sobre la sierra de San Vicente se levantan las nubes casi con el color velazqueño. Un poco de máscara de color en el photoshop y ya está. Cruzan cormoranes urgentes empujados por la cortina de bruma y humo, que es brillo de hielo como diamantes. Los galápagos se tiran al agua tibia del Guadyerbas. La casa de la Solana se desmorona definitivamente. Espera y caza un alcaudón común sobre el esqueleto de una encina. Una tórtola escapa silenciosa de su nido. La electricidad camina sobre las nubes negras, blancas, que crecen y sueñan.

Todo se ha parado, todo está quieto. Los silencios viajan, la tormenta viene, la luz cambia, el sol se esconde entre la tempestad que trepa sobre Gredos y deja columnas inmensas de humo gris, vapor que no espera más para definirse en agua. Pero todo está quieto, petrificado, como en esos tiempos antiguos -demasiado antiguos ya- cuando las tormentas de primavera llenaban el paisaje.

Cruzan los vencejos delante de mi ventana, y los aviones y las golondrinas. Pero en la ciudad no se escucha el andar como un rozar metálico y profundo de las nubes de tormenta. Los relámpagos trazan su distancia en la tarde. El granizo, blanco y espeso como un sueño, cae infinitamente sobre la dehesa, en los paisajes inmensamente brillantes de las tormentas de abril.

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