jueves, 14 de abril de 2011

Suspendidas las jornadas de caudales, o el Tajo en su Guantánamo

El ministerio de Medio Ambiente ha suspendido las jornadas sobre caudales ecológicos que había programado la Confederación Hidrográfica del Tajo para los días 4 y 5 de mayo en Madrid. Después de las presiones ejercidas desde Murcia, el Ministerio las ha liquidado definitivamente, cosa que no ha hecho en ninguna otra parte del territorio español. Esta actuación viene a confirmar que el Plan de cuenca del Tajo, la participación pública, son una mera máscara para cumplir el trámite de certificar la muerte del Tajo. El ministerio de Medio Ambiente ha tomado al asalto la propia CHT. Los técnicos han puesto sobre la mesa datos, números, que no son sino la constatación negro sobre blanco de porqué está muerto el Tajo. Pero el ministerio de Medio Ambiente quiere dejar atado y bien atado el trasvase del Tajo y la gestión que el mismo obliga al resto de la cuenca; además de forzar un nuevo trasvase del Jarama a la cabecera del Tajo con el que sustituir los usos que ahora consumen agua de Entrepeñas y Buendía; y proyecta nuevas obras de fontanería en el Tiétar y en Vadecañas. Casi ocho años de gobierno socialista dejan delineada la política de la desigualdad más absoluta en lo que al agua se refiere. El Ebro de Puexeu/Morén no se toca, no sea que se enfaden en Aragón/Cataluña; mientras el Tajo, ése sí, que es otra cosa, a saco con él, que allí son castellanos de segunda. La pinza Murcia-MIMAN quiere condenar a muerte por segunda vez al Tajo. Principiaron los tecnócratas del tardofranquismo. Estos lo rematan, con los mismos argumentos, pero emponzoñados porque saben técnicamente de la iniquidad que supone el Trasvase, y asumen con desprecio que en el "Estado" hay ciudadanos de primera y de segunda; al igual que hay ríos de primera y de segunda. Y, mientras, Esperanza Aguirre tan cotenta con todo el Alberche; y, mientras José María Barreda tan feliz con su tubo/trasvase a su Ciudad Real. Y, mientras, el Tajo, los ciudadanos del Tajo, nos quedamos en nuestro Guantánamo, ideado y trazado allá a mediados de los años 60 del pasado siglo; apuntalado en la "democracia". Una vergüenza, silenciada, admitida, y que en los estertores del zapaterismo desvela la verdadera cara de la política de aguas seguida por este "socialismo" de fachada.

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