Ayer fue un día complicado, y la columna de La Tribuna no pudo llegar a tiempo. No me gusta guardarme las cosas o dejarlas caducar, que lo que se escribe tiene su tiempo y su lugar. La vida es un fluir, como los ríos, y cuando la cambias de rumbo las cosas se complican. Quien piense que está todo dicho con el trasvase Tajo-Segura, se equivoca.
Estimado señor (por decir algo) Valcárcel: sí hay cojones en esta región, Castilla-La Mancha, para liquidar el trasvase Tajo-Segura. Y se lo vamos a demostrar no tardando mucho. Hay cojones, no lo dude. Aquí somos castellanos, no gastamos planta de chulos de discoteca macarreando en el Congreso de los Diputados, como un paleto en discoteca de bola y sillones de escay. Entiendo que usted piense que, visto lo visto, el Congreso de los Diputados sea una casa de putas –o putos, que nadie me meta en el saco de discriminación y piense mal– ,vamos, un sindios donde se puede ir a mear en la esquina de la soberanía popular. Usted quizá lo crea, al igual que los amigos que le jalean y le aplauden, que han convertido la Democracia que gastamos en un apeadero de oportunistas y sin sangres. Pero las cosas no son así. No se crea. En esta región, Castilla-La Mancha, y más, en esta ciudad, Talavera de la Reina, la mejor tierra de Castilla según Cervantes, los gastamos, los huevos, de tres yemas. Lo va a ver en pocos meses.
Le aseguro que estos ojos han de ver el cierre del Trasvase; y si me dejan yo mismo coloco la dinamita en Bolarque. Al tiempo. Se nos vuelve el Estatuto, usted brinda, hay fiesta en el PP, su jefe Rajoy sonríe con esa cara de sopas, y la del PSOE, la Pajín, dice a los suyos que ella ya dijo que el trasvase no se cierra. Pero no. Ustedes no nos conocen. El Estatuto se tenía que haber mantenido como salió de las Cortes de Castilla-La Mancha, pero al final el gazpacho se ha jodido. Ya ajustaremos cuentas aquí.
Allí todos tan contentos, y aquí todos con cara de velatorio. Sonría, disfrute, señor Valcárcel, mientras pueda. Tape toda la corrupción con este triunfo, los polaris, los trampolines hills, los cabos cope y esas lindezas. Esto es la política que gastamos. Pero tenga claro que el Trasvase tiene los días contados, como lo tuvieron los chulos de discoteca. Todo se extingue. Hasta la soberbia. Y, ante todo, no olvide, señor (por decir algo) Valcárcel, que desde aquí, desde Talavera de la Reina, nos sobran cojones/ovarios (y razones) para cerrarle el Trasvase. Y lo vamos a hacer. Ese día brindaremos en Bolarque, con agua del Tajo. De NUESTRO Tajo.
viernes, 23 de abril de 2010
Sí hay cojones, señor Valcárcel
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