martes, 20 de abril de 2010

Vagabundear

Es lo que apetece. Entran ganas de irse y no mirar atrás. Los porqués sobran. Serrat ya lo expresó, como casi todo, hace mucho tiempo desde un lugar en blanco y negro, de pelos largos y mirada firme. Vagabundear daba inicio al mejor final de un disco en la historia de la música española, al menos a mi corto entender. Vagabundear, Barquito de papel, y cierre con el rotundo Vencidos, de León Felipe, contrapunto al Vagabundear, puerta a la esperanza y a la libertad, frente a la terquedad sin compansión de la derrota, ya sin espacios aunque estés en mitad de la manchega llanura. En días enjabonados como hoy siempre hay que lanzarse detrás de la nube. Es lo que queda.

Actuación grabada a prinicipios de los 70 en Perú, con músicos detrás que de vez en cuando se mueven, luces fuertes, sombras espesas, un par de cámaras, curvas redondas de televisor antiguo, y sonido pésimo, voz en directo. Otros tiempos, tan reales, tangibles y cecanos como todo lo de verdad.




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